martes, 27 de febrero de 2018
ESTACIÓN DE FERROCARRIL
ESTACIÓN DE FERROCARRIL
Tito Ortiz.-
Es muy raro que el metropolitano de Granada tenga una parada en un lugar llamado, ”Estación de Ferrocarril”, cuando en realidad se trata de un sitio que lleva en obras desde hace años y que por allí no pasa ningún tren, y lo que es peor, ni se le espera. Pareciera una broma de mal gusto, pero no, el metro para allí con la ilusión de que un día suban y bajen, viajeros con destino a lugares cuyos trayectos se podrán hacer en cómodos y rápidos vagones, pero suena a cuento chino que ya se prolonga en el tiempo, como una pesadilla, o tomadura de pelo al ciudadano. No hay más que recordar que los trenes desaparecieron de Granada hace años, como el tranvía de la sierra. Tienen que haberse equivocado, no se explica de otra manera. Como no se explica que la venta ilegal de entradas a la Alhambra, después de una docena de años esperando, haya quedado en una pírrica sentencia, a una decena de los más de cincuenta encausados. Del mismo modo que nadie comprende la ineficacia del ministro del Interior, que ha dejado que la costa gaditana se haya convertido en la Colombia española, donde pistoleros en acción entran en los hospitales, para llevarse por la fuerza de las armas y ante los policías que custodian, a los capos que hagan falta, o en los depósitos judiciales arramblando con camiones y lanchas rápidas. Esto si lo vemos en la serie televisiva “Los Hombres de Paco”, nos hartamos de reír todos, pero lo triste es que es la realidad, mientras en el CNI se cobran sueldos desorbitados por vivir bien, desde que las balas y bombas de ETA no suenan. De hacer una operación limpieza en la Costa del Sol y acabar con el refugio de las mafias, italianas, rusas, francesas e irlandesas, de eso ya ni hablamos, porque como ya dije el día que lo nombraron ministro del Interior, no se preocupen que él solito nos irá dando titulares hasta alcanzar la hilaridad. De como la mafia china se está introduciendo en España a través de bazares, restaurantes y la compra de equipos de fútbol, ya les tengo yo a ustedes preparado un serial de doscientos artículos, coleccionables en fascículos a pagar en cómodos plazos, que no tienen desperdicio. Pero de esto, Zoido no sabe nada.
Tampoco de cómo es tan fácil en este país, convertir una vivienda o garaje en una plantación de maría, enganchando ilegalmente el fluido eléctrico, provocando apagones en las casas de los que si pagan el recibo. El ministro no tiene culpa de que una humanidad entera, se quede atrapada en una moderna autopista de peaje del siglo XXI, por una simple nevada. Ni de que unos desalmados, rindan público homenaje a unos asesinos etarras, por el sólo hecho de haber salido de la cárcel. Una noticia ésta, que habría que restregarles por la cara, a los sesudos togados europeos, que nos han condenado por haber torturado – por lo visto - a los angelitos que atentaron en la T4, pero a España ya hace demasiado tiempo que le están creciendo los enanos, en la madre Europa. Menos mal que nos han hecho el favor de acoger al señor, De Guindos, durante unos años, que, a cambio de un sueldo nimio, alcanzará una jubilación en trono de oro, la misma que los pensionistas españoles. Y Zoido sin enterarse. Es el español peor informado de la historia, desde que Francisco de Goya se quedó sordo. ¡Qué gran vasallo… si tuviera buen señor!
martes, 20 de febrero de 2018
UNIVERSIDAD
UNIVERSIDAD
Tito Ortiz.-
Llamarle “Universidad” a esta estación del Metropolitano, solo porque está en la puerta de la Escuela Técnica de Ingenieros de puertos, canales, túneles, puentes, subterráneos y voladizos, me parece excesivo. A mí me resulta como un apeadero, donde jóvenes mochileros se dejan la vista en el móvil, y con ayuda de los cascos el sentido de la orientación. La misma que hemos perdido en la familia y en la sociedad en general, consintiendo que los niños y adolescentes no imputables, se hagan los amos de las páginas de sucesos en los últimos tiempos, protagonizando crímenes y violaciones, ante el horror de todo un país que se ha quedado sin herramientas jurídicas y psicológicas, para combatir unos episodios dignos de una película de terror. Lo que hacen nuestros niños es simplemente imitar el comportamiento de los mayores, que no hemos sido capaces de hacerles ver donde termina la ficción y comienza la realidad. Donde lo aceptable y lo punible. Estamos criando a una juventud que en plena pubertad ya no tiene dios, patria ni rey. Que no obedece a los padres porque no nos escuchan, porque hacen lo visto en la Tablet, sin el menor sentimiento de culpa, que es una de las características principales de los psicópatas. No muestran empatía con las criaturas humanas, solo por los videojuegos. Ya no son los terroristas del espray de pintura contra el patrimonio, que Calatayud podría condenar a que limpiaran sus fechorías, se nos han convertido en auténticos delincuentes sin sentimiento de culpa, que lo mismo matan, que violan, o roban, a una sociedad que los ha dejado crecer asilvestrados, abocándolos a un sin futuro que ya está aquí. Si somos capaces de reconducir ésta lacra, necesitaremos tantos años como para acabar con la violencia de género, que ya se nos antoja un imposible. Los hemos dejado sin horizonte y ya estamos pagando las consecuencias. Todos somos responsables. Cuando un niño ve como su padre le pega al médico de cabecera y, su madre hace lo mismo con su maestra, piensa que ancha es Castilla. Creo que es el peor ejemplo.
Desde la parada de “Universidad” lo que si podemos ver es el campanario del monasterio de San Jerónimo. Él fue un gran estudioso del Latín y del Griego, y le debemos una Biblia recopilada que ha llegado hasta nuestros días, que a más de uno nos ha servido como herramienta fundamental para comprender muchas cosas. Lástima que en ella no encontremos consuelo para tanto despropósito en la ciudad de La Alhambra, como, por ejemplo, que un exalcalde esté imputado junto a sus incondicionales por asuntos de urbanismo, en el que su propia casa no es un ejemplo. Que los vuelos en nuestro aeropuerto – después de venderlos a bombo y platillo - aparezcan y desaparezcan como el Guadiana. Que las chumberas de nuestra tierra se nos estén muriendo, después de siglos formando parte de nuestro paisaje más internacional. Que mujeres con un ramito de romero, acosen a nuestros turistas y les lean la buena ventura, dando una imagen poco internacional de la ciudad de la belleza y el arte que es Granada. Ya podríamos ir copiando para todas nuestras carencias, del gran éxito – contra todo pronóstico hostil y político – que ha supuesto la puesta en marcha del metro, pese a que nuestra felicidad nunca es completa, porque si de raíles hablamos, echamos de menos desde hace años los del tren, de alta velocidad o no, pero Granada necesita un tren cuanto antes. Granada vive en si misma tan prisionera, que solo tiene salida por las estrellas. Ay, Carlos, cada día estás más vivo.
martes, 13 de febrero de 2018
MÉNDEZ NÚÑEZ
MÉNDEZ NÚÑEZ
Tito Ortiz.-
Larga como un día sin pan, la estación del metro llamada de Méndez Núñez es la que más claro tiene posicionados los espacios, Zona de Refugio y Salida de Emergencia. Basta con echar a correr en dirección contraria a la salida, asunto éste que, en caso de necesidad, hay que tener en cuenta de manera clara, porque lo normal es que tu pretendas huir de la quema por donde sales todos los días, y en haciendo eso, la picias de todas todas. Cuando apareces en la superficie, no estás ni el centro urbano ni en las afueras, es una especie de tierra intermedia donde nadie se conoce ni saluda, o sea, como un ascensor moderno de cualquier parte. La gente suele salir con la mirada en los peldaños de las escaleras, o en las pantallas de los móviles, de tal manera, que si a tu lado fuera, Juan Carlos Monedero el líder de Podemos, que usa chalecos y gafitas a lo Quevedo, no lo pararías para preguntarle por el tirón de orejas que le ha dado el Tribunal Supremo, en lo concerniente a sus pluriempleos bien pagados. Ni repararías que era él. En el metro cada uno va a lo suyo. Quien ha dado muestras de no ir a lo suyo, sino de cumplir con su obligación de forma diligente y acertada, ha sido el oficial superior de la soldado que, ha denunciado ser drogada y violada por sus propios compañeros. Reconforta saber que algo está cambiando en el ejército, tan dado en otros tiempos a aplicar la ley del silencio en estos casos, o a mirar para otro lado. Ese oficial se merece un reconocimiento. Y alguien debería reconocer, que, en la investigación, instrucción judicial y posterior juicio con jurado sobre el doble crimen de Almonte, algo ha salido mal. El sistema se ha ido al traste, porque si el único acusado ha salido absuelto y la muerte de padre e hija queda impune, cabe preguntarse quién más tendría motivos para matarlos. Alguien ha metido la pata hasta la ingle, lo mismo que cualquiera de nosotros si no andamos listos por la noche con las vías del metro que atraviesan nuestras calles. Resulta que con buen criterio, a una distancia de un metro hacia el exterior de cada rail, para que los viandantes podamos verlos de noche, se han instalado una serie de focos en el pavimento. Focos que unos están destrozados por los vándalos, y que normalmente permanecen apagados, así que es habitual ver algún tropezón que otro con las vías, o que las bicicletas metan las ruedas en las mismas. Si se instalaron en su día, por qué no se encienden, ¿tiene que descalabrarse una criatura para cumplir con lo obligado? Salgo del metro en Méndez Núñez con los mini cascos puestos en el móvil escuchando las noticias. Otra vez los independentistas han agredido a periodistas y amenazado a medios de comunicación. Dentro del proceso secesionista catalán, hay individuos que militarían lo mismo en “cosa nostra” sin parpadear. Con una diferencia clara, los mafiosos si saben a donde les conducen sus acciones, los acéfalos del procés, solo quieren algaradas, son la kaleborroka vasca, con acento catalán. Me voy corriendo que se me escapa el metro, pero antes apúntense en la agenda, para que no se les olvide, que, en esta Granada, simple como el mecanismo de un chupete, y previsible como el amanecer y el anochecer, alguien en los próximos días en éstas mismas páginas, volverá a pedir que el día de Mariana Pineda sea fiesta local. Somos así de originales.
martes, 6 de febrero de 2018
RECOGIDAS
RECOGIDAS
Tito Ortiz. -
La estación del metro de Recogidas es una estación triste, oscura, con las paredes en negro y el suelo en gris. Algo muy propio de una ciudad indolente, resignada a su destino, que no es otro que el de soportar la ineptitud de sus representantes políticos, incapaces de sacarla del pozo en el que ellos mismos la han metido, ante nuestra indiferencia y depresión endógena. El andén de la estación del metropolitano en Recogidas, representa la tristeza de la clausura permanente en la que vive ésta ciudad, incapaz de revolverse ante su destino. Esta es una ciudad contradictoria, en la que todos disparamos contra todos, incapaces de llegar a un acuerdo de principios jerarquizados, sobre nuestras carencias y demandas a las instituciones. Somo meros espectadores impasibles, ante procesos históricos y erosionantes de nuestro futuro que pasan ante nuestras narices. La mítica, Caja General de Ahorros y Monte de Piedad de Granada, gracias a nuestros políticos de nóminas millonarias en su consejo de administración, ya es un recuerdo más de lo que fue y no ha podido ser, mientras las sucursales desaparecen de nuestros pueblos y hay que hacer todo un viaje para sacar dinero o pagar un recibo, que fue para lo que nacieron éstas entidades precisamente, para dar un servicio a los ciudadanos que los bancos no prestaban. En Granada, todo se desvirtúa y se corrompe. En la era de la alta tecnología, en nuestra ciudad no hay forma humana de encontrar un sistema – telemático o no – que acabe con la sinvergonzonería de la venta de entradas a la Alhambra, con lo negativo que tiene para nosotros esa imagen en el exterior. De la misma manera que metemos a fiscales en edificios sin rehabilitar, no movilizamos a las masas, para que la sentencia del caso Alhambra y otras, vean la luz, en un trámite que ya parece mal intencionado o siniestro, tan solo comparable con la instrucción de otros clamorosos, que duermen el sueño de los injustos. Somos tan contradictorios, que no teniendo ni un tren que echarnos a la estación en años transcurridos, somos capaces de pedir un AVE soterrado, cuando todavía echamos de menos el corto de Loja. Somos tan previsiblemente desganados, que aguardamos a protestar por los festejos de la toma, el día uno de enero, horas antes de que se vuelvan a producir, cuando ya un año más no tienen remedio. En junio, cercano el Corpus, volveremos ha hablar de la necesidad de un nuevo recinto ferial, de la reactivación de las conversaciones sobre el convenio de hostelería, alguien dirá que El Llano de La Perdiz, necesita una limpieza y mejor acceso, mientras Sierra Nevada se llena toda la temporada de visitantes, que cada vez son menos granadinos. Consentimos que el festival Internacional se presente antes en Madrid, que en la ciudad que lo vio nacer, soportando este ninguneo de artistillas e instituciones, que ignoran lo importante que un acontecimiento de estas características esté arropado por el paisanaje que lo quiere y lo respeta. Pero claro, mientras los componentes del su órgano rector tengan las entradas gratis y aseguradas para ellos y sus familiares, ¿Quién va a caer en estos pequeños detalles para con los ciudadanos? Para cuando Lenguas Modernas tenga un edificio adecuado a sus necesidades, y asegurada la integridad de alumnos y profesores, ya hablaremos de Lenguas Antiguas, sino Muertas. Cuando encontremos un empresario hostelero que ponga sus diez mesas autorizadas en la terraza, y no las convierta en cuarenta taponando la calle, comenzaremos a ser algo en el mundo. Cuando los grafiteros no mancillen nuestros muros milenarios, cuando los canallas no destrocen las bicicletas de alquiler. Que triste es la estación de Recogidas.
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