TIERRA DE PREGONES Y FLAMENCO
Tito Ortiz.-
En Granada se ha pregonado todo, desde siempre. Desde las grandes proclamas de la corte, a las sentencias ante el cadalso, ya estuviera éste colocado ante la Real Chancillería, la plaza de Bibarrambla, o extramuros, como ocurrió en el caso de Mariana de Pineda. Así que un día, hablando con unos amigos y contando con la anuencia de mis jefes en Canal Sur, me inventé un pregón que hasta entonces no existía, el del Día de La Cruz. Le endosé la responsabilidad a mi hermano, Ángel Luís Sabador, y le pedí al alcalde, Antonio Jara, que nos dejara darlo en la cruz de la plaza del Carmen, a lo que accedió gustoso, e incluso se brindó a entregarle el trofeo del reconocimiento pregonado al protagonista, y así nació el pregón del Día de La Cruz.
Hice lo mismo con otro pregón que no existía en Granada: El de la Feria Taurina. Le pedí a Carlos Orta el patio de la residencia universitaria “La Corrala de Santiago”, le encargué el exorno a Manolo Ocón, y el pregón a Miguel “Montenegro”, y así dejamos entre todos, dos pregones instituidos para la posteridad, que afortunadamente perduran en el tiempo, y además por escrito, porque gracias a la colaboración de Antonio Mora, por entonces responsable de prensa de la Diputación granadina, la imprenta del órgano provincial, dejó impresos para la posteridad, los tres primeros pregones de sendas actividades, en unos libritos muy cuidados, que hoy son pieza de coleccionistas muy preciadas.
ALICIA MORALES
El pregón del día de la cruz, ha tenido a lo largo de su historia a granadinos/as excepcionales, que han dejado su impronta al declamar las excelencia de una fiesta tan nuestra, enraizada en lo más profundo de nuestro ser, para la que nadie nos tuvo que animar a vivirla como locos, sino que naciendo en el pueblo, es el pueblo el que la ha ido amoldando a los tiempos. La pregonera de éste año, la cantaora Alicia Morales, ha llevado a cabo su labor con el sentimiento, que solo una granadina militante, con la flamencura en su arte por bandera, sabe poner en todo lo que hace. Esta cantaora larga, de conocimientos exhaustivos de lo jondo, que tiene dotes tanto para la copla como para la canción, nos dejó en el estuche de taracea de nuestra memoria, una joya de pregón para que lo disfrutemos a placer cuando dudemos del embrujo y la belleza de esta tierra y sus tradiciones.
IVÁN CENTENILLO
De las voces más preclaras del momento, aunque su popularidad lo vincula a las saetas, Iván tiene conocimientos y destreza, pese a su juventud, para abordar con solvencia profesional, un buen puñado de palos del flamenco, que amoldados a las características de su voz clara y perfilada, lo convierten en un especialista. Me consta que Luisa Hornos lo ha ganado para su causa, y este año lo ha llevado a que pregone a los mayores, y como no podía ser de otra manera, el éxito ha coronado la ocasión. Iván Vílchez Pérez, “Centenillo” tiene el pasaporte cuajado de sellos, de tantos países visitados, dejando en ellos el poso del arte andaluz, los ecos y melismas de La Alhambra. Los mayores disfrutaron como nadie con su pregón, y lo han adoptado ya como uno de sus cantaores preferidos.
JUAN PINILLA
Artista multidisciplinar, que no se quedó en el flamenco, y siguió estudiando para dar amplitud a su mente, Juan Pinilla ha sido un excelente pregonero del Corpus pos pandemia. Eterno estudiante universitario, investigador del flamenco y de la copla, Pinilla hace tiempo que milita en ese escalafón del artista flamenco, que además, investiga sobre las raíces del arte, las hace emerger a la superficie, y las ofrece con aroma fresco al espectador de paladar fino, que quiera acompañarlo en ese viaje incesante del compromiso social y la conciencia de clase. Yo, si fuera aprendiz de lo suyo, no lo dejaría ni a sol ni sombra. Ser discípulo de Juan Pinilla, ya le hace currículum a cualquiera.
Su pregón del Corpus de éste año, ha sido un divertimento histórico, costumbrista, artístico y mediático, que ha hecho disfrutar a un auditorio del convento del Carmen, entregado a su sapiencia y simpatía, con el celofán flamenco con que envuelve su trabajo bien hecho. Les advierto que… Es un lujo tenerlo como amigo.
VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS
Me consta que personas como Antonio Méndez y Enrique Parro, entre otros, hacen todo lo posible porque el pregón a nuestra patrona, no falte a su cita, en una labor callada, abnegada, incluso a veces incomprendida, pero en esta ciudad es muy difícil no contar con algún “aguafiestas”, en cuanto pones en marcha una iniciativa atractiva, que otros envidian, por el solo hecho de que no se les ha ocurrido a ellos. Pero no hay que decaer, sino todo lo contrario. El pregón a nuestra patrona es ya un clásico de nuestras celebraciones, como lo es el de la feria del libro y debería serlo el de la primavera, o el de nuestro patrón, San Cecilio. Que puestos a pregonar, Granada tiene decenas de pretextos para dar un buen pregón, y quedarse tan a gusto. En la ciudad que se han pregonado, desde los higos chumbos, al mantillo para las macetas, las garrapiñadas o el agua del Avellano, lo de dar un pregón a cuenta de lo que sea, no debería extrañar a nadie. Lo mismo que La Alpujarra tiene sus trovos, Granada debe ser pregonada de manera constante, porque los piropos no deben faltarle, a la tierra que tantos hijos ilustres ha dado a la historia.