domingo, 30 de abril de 2023

NOS VAMOS DE CRUCES

 NOS VAMOS DE CRUCES



Tito Ortiz.-


Estamos en vísperas. Por estos días, en la casa de vecinos albaycinera donde nací, las mujeres empezaban con los preparativos para poner el monumento a la cruz de mayo, en el patio comunitario, que diríamos hoy. Se sacaban de los baúles las colchas de novia, donde invernaban entre bolas de alcanfor, se extendían en las cuerdas de tender y se planchaban, para que lucieran en las barandas. Lo mismo ocurría con los mantones de manila, a los que se les peinaban los flecos para desenredarlos. Se limpiaban con Netol los peroles de cobre para que relucieran, y se metían en agua con una Aspirina, para que aguantaran, los claveles rojos con los que se tapizaría la cruz. Otras vecinas, tijera en mano, adecentaban las macetas de geranios, quitándoles las hojas secas, “espercojándolas” para que lucieran radiantes, mientras las especialistas en la materia, con una bayeta mojada en cerveza, dejaban las hojas de las “pilistras” de un verde botella que enamoraba a quién las veía. Se sacaban las planchas de hierro que se calentaban en el carbón, y se les restregaba un poquito de aceite, para que brillaran. No faltaba la máquina de coser antigüa que dormitaba en un rincón de la casa, ni la silla de enea recién pintada. Un sombrero andaluz, una foto de La Virgen de Las Angustias, un brasero limpio como la patena, - gracias al estropajo y la “arenilla”- platos y fuentes de Fajalauza, candiles de bronce, abanicos postineros, y una orza para preparar la sangría que compartiríamos todos el día de la cruz. El pero y su tijera clavada eran el remate de la escena. Ahora ya, a cantar y divertirse en la intimidad del vecindario.

ORIGEN

El miércoles que viene, conmemoramos el hallazgo por parte de Santa Elena, madre del emperador Constantino, de la verdadera cruz de Jesucristo en su peregrinación a Jerusalén. Al tratarse de una fiesta relacionada con la pasión de Cristo, su Cruz, la fiesta en rito romano será de color rojo. De ahí la obligación de que la cruz sea de clavel rojo. Ciertos autores enlazan la fiesta de La Santa Cruz de Mayo con un origen precristiano en el Árbol de Mayo o Palo de Mayo. ​ El culto al árbol ha sido común en la religión europea y se ha dado, entre otros pueblos, en celtas, germanos, griegos, romanos y eslavos. ​ En el Arbor Intrat romano se cortaba un pino, se engalanaba con guirnaldas violetas, cintas de lana y una imagen de Atis y se llevaba al templo de Cibeles. ​ En la Francia medieval los campesinos ponían el 1 de mayo árboles decorados frente a las casas señoriales y las iglesias. ​ La costumbre del árbol decorado se daba entre los eslavos.​ 

Las primeras celebraciones populares de la Santa Cruz de Mayo son del siglo XVII. Esta fiesta ha tenido especial arraigo y tradición en la ciudad de Granada, donde parece ser que las primeras celebraciones del Día de la Cruz, tal y como hoy son conocidas, datan del siglo XVII. En 1625 se hizo una cruz de alabastro en el Barrio de San Lázaro, muy celebrada y festejada por los vecinos, Que cantaron y danzaron ante ella, trasladándose posteriormente esta tradición a barrios como el Albayzín y el Realejo. Lope de Vega escribió en su obra, “La mejor enamorada, la Magdalena” una versión cristiana de la copla.

Este sí que es mayo famoso 

Este sí que se lleva la gala

que es la Cruz en que Dios murió.

Este sí que se lleva la gala

que los otros árboles no.

GRANADA

La iglesia instituida no ha tenido siempre el mismo respaldo a ésta celebración. De hecho, el Papa Juan XXIII, a raíz del Concilio Vaticano II, allá por 1960, se encarga de aplicar cierta sordina a la fiesta y sus actos litúrgicos, tal vez con algo de razón, al comprobar que enraizaba con celebraciones anteriores paganas. Pero en Granada el asunto estaba muy arraigado, como hemos visto desde el siglo XVII, de manera que en 1964, siendo delegado de turismo, Antonio Gallego Morell, emprende una campaña de promoción y apertura de la fiesta que llega a nuestros días. Comienza por dar en la radio, lo que podríamos llamar el primer pregón de las Cruces de Mayo en Granada. Incita a los granadinos a recobrar con fuerza la tradición, y aprovechando que por su cargo dispone de La Casa de Los Tiros, instala una Cruz de Mayo en su patio, que es aclamada popularmente, y arrastrará en ediciones sucesivas a otros estamentos como el propio ayuntamiento de la capital. No será hasta 1991, cuando se recupere la tradición de pregonar las cruces de mayo, por iniciativa de Canal Sur Radio, nombrando su primer pregonero en la figura del poeta y escritor, Ángel Luís Sabador Medina, que interviene en la plaza del Carmen, ante la cruz municipal, montada por el equipo que dirigía, Manuel Ocón Rojas.

Después vendrían años de botellones y desaforos, en ocasiones animados por los propios responsables políticos, a quienes el asunto se les fue de las manos. Afortunadamente hoy, se intenta reconducir esa anómala situación, que en nada beneficia a nadie. Es verdad que ya la fiesta, no puede quedar reducida a los patios vecinales y a la intimidad de las familias, pero en el término medio está la virtud. Hoy día se ha engrandecido la fiesta con los concursos de patios, colegios, hermandades, escaparates, pero esto no puede ser un pretexto para colocar barras por doquier, a veces sin ninguna alusión a la celebración, sino por el solo hecho del consumo desmedido, de tan tristes consecuencias. Pasado mañana, en el patio del ayuntamiento, hay que escuchar a Esther Crisol.

domingo, 23 de abril de 2023

UN LIBRO TE PUEDE SALVAR

 UN LIBRO TE PUEDE SALVAR



Tito Ortiz.-


Siempre se ha dicho que el mejor amigo del hombre es el perro, pero yo creo que esta afirmación, entra en leal competencia con el libro, estoy convencido.  Mi memoria de viejo periodista, aún recuerda aquella famosa pregunta habitual a cualquier personaje: ¿Qué libro te llevarías a una isla desierta? Decir que en nuestro país se lee poco, es todo un clásico, como afirmar que el teatro está en crisis, otra sentencia que vengo escuchando desde mi más tierna infancia, y ya han pasado años, muchos años. Yo no estoy de acuerdo con estos tópicos, y a las pruebas me remito. En España se editan ahora más libros que nunca, eso quiere decir que se venden, y no para adornar las estanterías. Ahora existen más premios literarios que nunca, en las bibliotecas públicas es habitual ver a gente leyendo o llevándose prestados los libros que les interesan, eso quiere decir que se lee. Que podríamos leer más, de acuerdo. Pero la realidad es que se lee, aunque no todo lo que deberíamos para nivelar la estadística. En éste mundo de móviles, Tablet, video consolas y portátiles, la competencia es aguerrida, pero hay que reconocer que son legión los que todavía disfrutan curioseando en una librería, o visitando los estands de una feria del libro, tan acreditada como la nuestra, que se supera edición tras edición. 

LA IMPRENTA

Hoy que celebramos el día del libro, reconozcamos que vamos por el buen camino. Que seguimos los pasos adecuadamente, desde que Juan de Gütenberg inventó la imprenta allá por 1450, dejando su profesión de orfebre y tallador de piedras preciosas, para dedicarse a editar libros por primera vez en la historia, empezando por la Biblia. Hasta entonces,  los libros eran difundidos a través de las copias manuscritas de monjes y frailes dedicados exclusivamente al rezo y, a la copia de ejemplares por encargo del propio clero o de reyes y nobles. A pesar de lo que se cree, no todos los monjes copistas sabían leer y escribir. Realizaban la función de copistas, imitadores de signos gráficos que en muchas ocasiones no entendían, lo cual era fundamental en el caso de las copias de libros prohibidos que hablasen de medicina interna. Las ilustraciones y las mayúsculas eran producto decorativo y artístico del propio copista, que decoraba cada ejemplar que realizaba según su gusto o visión. Cada uno de estos trabajos podía requerir hasta diez años dependiendo de la extensión del manuscrito o libro. En vez de utilizar las habituales tablillas de madera, que se desgastaban fácilmente con el uso y exigían arduo trabajo de muchos artesanos,  Gütenberg confeccionó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y posteriormente rellenó los moldes con hierro, creando los primeros tipos móviles. Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras y signos para que coincidiesen todos, en total más de 150 tipos, imitando perfectamente la escritura de un manuscrito. Y gracias a él, nació el libro, que no ha sido desbancado ni por el ebook. Esto es como los periódicos en papel, que llevan años diciendo que desaparecen, pero resisten numantinamente.

DÍA DEL LIBRO

Hoy es el Día Internacional del Libro,  una conmemoración celebrada cada 23 de abril a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Desde 1988, es una celebración internacional promovida por la UNESCO. Se trata de un día simbólico para la literatura mundial, ya que ese día, en 1616, fallecieron Cervantes, Garcilaso de la Vega y Shakespeare (Cervantes en realidad murió el 22, pero fue enterrado el 23, y en cuanto a Shakespeare, ese 23 de abril corresponde al calendario juliano, vigente aún en la Inglaterra isabelina). La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes, como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo y William Wordsworth. El Día Internacional del Libro se creó en honor a estos autores fallecidos. Fue natural que la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 1995, decidiera rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irreemplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad. Respecto a este tema, la UNESCO creó el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, así como el Premio UNESCO de Literatura Infantil y Juvenil Por  la Tolerancia. 

NUESTRA FERIA

De todas las ferias del libro que se celebran en la piel de toro, la de Granada ya cuenta con una experiencia y bagaje al más alto nivel, y lo que es mejor, no solo con la presentación de nuevos ejemplares, sino con la presencia de primeras plumas, que engrandecen la trayectoria de más de cuarenta años, apostando por el libro e incitando a la lectura. A lo que hay que añadir, una programación de actividades paralelas de lo más interesante, que se irradia a la provincia. El pregón del pintor Juan Vida, cuya trayectoria en las artes plásticas, discurre paralela a su amistad estrecha con escritores y poetas, que le han llevado en ocasiones a dejar los pinceles para escribir, y muy bien, es un ejemplo del alto nivel de nuestra feria, junto con el cartel de Adriá Marqués, en un acontecimiento que este año, rinde tributo a las ilustraciones en los libros y las artes gráficas. Mención aparte merce la presentación del Defensor del Ciudadano, Manuel Martín, que con su obra, "Que el Corazón no se pase de Moda", nos habla del amor en toda su dimensión. ¡Granaínos, visitad nuestra Feria del Libro!

domingo, 16 de abril de 2023

FLAMENCO Y TOROS

 FLAMENCO Y TOROS



Tito Ortiz.-


El arte gitano andaluz siempre ha estado ligado a la tauromaquia. Algunos espectadores no avisados, se han sorprendido mucho, cuando estando en el tendido y aprovechando el silencio de la banda de música, un cantaor ha derrochado su arte jondo, mientras el torero acompasaba el discurrir de la lidia, al cante escuchado. Se trata de un momento mágico e irrepetible, donde el duende se conjuga en dos expresiones artísticas de incomparable belleza. La interpretación de un palo flamenco por derecho, mientras la otra mitad del conjunto armónico, domina a una fiera con el mando y el temple necesarios, para crear en ese instante que, ya nunca volverá a repetirse, un ballet sinfónico de éxtasis perpetuo.

Pero el flamenco, con respecto al toreo, no es la escena de la plaza. El flamenco forma parte de la cultura taurina, desde que el propio torero lo incorpora a su vida cotidiana, de manera natural y constante. Yo recuerdo haber visto al matador malagueño, Javier Conde, entrenando y toreando de salón, mientras escuchaba a Camarón. Pasado un tiempo, y por razones obvias, lo hacía con Enrique Morente. Y no es este el único ejemplo de como maridan estupendamente, el flamenco y los toros. El matador granadino, Pedro Pérez “Chicote”, casó con la cantaora, Marina Heredia, y antes de eso, el cantaor, Antonio Trinidad, ya había grabado en uno de sus discos, unos cantes dedicados al arte de este torero. 

Aunque aquí en España no se ha prodigado tanto, el cantaor, Diego “El Cigala”, ha protagonizado grandes tardes en distintas plazas de toros mexicanas, derrochando su arte mientras en el ruedo se sucedían las faenas de muleta, y aunque de Despeñaperros para arriba, no sucede tanto, en Andalucía si que con relativa frecuencia, asistimos a la interpretación espontanea del cante flamenco, mientras en el ruedo, un hombre se juega la vida frente a un toro, en un ritual litúrgico de creación artística, de una proyección cósmica difícil de enmarcar. Es tal la influencia del flamenco en la creación artística, que ha llegado a pellizcar a artistas de muy diversas actividades. El malagueño Pablo Ruiz Picasso, tuvo los toros tan presentes en su creación artística, que hasta en el mismísimo “Guernica” hay un toro. El músico Joaquín Turina, compuso inspirada en el toreo, una de sus obras más reconocidas que lleva por título, “La Oración del Torero”. La nómina de autores de pasodobles toreros, excedería el espacio concedido a este artículo. El Mundo de la ópera, el ballet y tantas  disciplinas artísticas, están plagados de la influencia de los toros, y no digamos nada de la literatura, el cine o la poesía. Pero esto no es algo que haya surgido en el siglo XX, el flamenco y los toros casaron hace ya siglos. Más cercano a nuestros días, aunque en el siglo pasado, el gran guitarrista, Manolo Sanlúcar sacó a la luz su obra embrujadora, "Tauromagia", poniendo la guitarra al servicio del toreo. Lo mismo hizo más tarde, Vicente Amigo, en su disco "Vivencias Imaginadas" inicia su relación con los artistas de los ruedos, comienza a dedicar temas a sus amigos toreros; en este álbum dedica a “Finto de Córdoba” unos tanguillos llamados Blanco y Oro, en el disco, "Un Momento en el Sonido" proclama su pasión por el quehacer artístico del diestro de Galapagar, José Tomás con unas bulerías bautizadas como "Campo de la Verdad" que inician de manera reposada, casi inmóvil como un pase por alto de Tomás, repitiendo la suerte sin enmendar un ápice y poco a poco van tomando fuerza y las notas se manifiestan apasionadas y entregadas como suelen ser las faenas y el toreo pleno de Tomás; Según asegura, Alejandro Arredondo.

TÍO JOSÉ “ EL GRANAÍNO” 

Este nombre artístico corresponde a Juan  Jośe Jiménez Ramos, torero y cantaor, que pasó su vida entre el toreo y el flamenco. Su vida transcurrió durante el siglo XIX. Respecto al lugar de nacimiento hay dos teorías: una la que sostienen los granadinos, que basados en su sobrenombre y en el dato biográfico que aporta José María de Cossío, en su obra “Los Toros”, lo hacen natural de Granada, (Diccionario Enciclopédico  Ilustrado del Flamenco”, Tomo I, pág. 343. Madrid, 1988). Gran intérprete de cantiñas, sobre todo, según afirmaba el desaparecido estudioso del flamenco, Alfredo Arrebola, quién dice además que,  el reconocido y admirado  cantaor Aurelio de Cádiz (1887 – 1974), quien  en su juventud quiso ser torero, con el nombre de “El Gaditano”, afirmaba que era de Cádiz, y muy conocido en el barrio de Santa María. Acerca de su apodo- “El Granaíno” -,  parece que fue motivado a que una vez retirado de sus faenas toreras  se buscaba la vida vendiendo frutas y granadas, no tiene esto mucha razón de ser, ya que lo usó en su  trayectoria taurina. Lo que parece cierto es que  la mayor parte de su vida la pasó entre Sanlúcar de  Barrameda, Cádiz y Chiclana de la Frontera,  según  contaba  el célebre cantaor, Pepe el de la Matrona (1887 -1980).Las crónicas taurinas nos confirman que fue banderillero en las cuadrillas de Paquiro, El Chiclanero y El Lavi. En 1852 sufrió una grave cogida en Barcelona que,  según Cossío, finiquitó  su carrera  taurina, puesto que le mermó sus facultades físicas. Lo que sí se sabe es que Tío José “El Granaíno”, viéndose sustituído en la cuadrilla de  “El Chiclanero” por otro banderillero, “El Cuco”, empezó a componer letrillas por “Caracoles” como ésta: “Nicolasillo y Capa / son dos sujetos / que vestíos de estudiantes / causan respeto,/ pero  le falta / un clarinete / y a Colás la flauta. //Vámonos, vámonos, / al Café de la Unión / donde están el Chiclanero, / Cúchares y Juan León”. Asimismo, se ha venido afirmando, sin fundamento histórico, literario  y musical, que Tío José “El Granaíno” fue el creador de la Caña. El  ya citado Pepe el de la Matrona en sus “Tesoros del arte flamenco” ( Hipavox. Madrid, 1973), sí afirma que este torero-cantaor  redujo los “ayes” que lleva la Caña. La tradición, tanto escrita como oral, le ha  atribuído, o al menos la difusión, de diversos cantes de Cádiz y  los Puertos: Mirabrá, Caracoles, Romeras e incluso los curiosos “torrijos” del Granaíno, citados por el escritor costumbrista José  Navarrete. Demófilo (Antonio Machado y  Álvarez, 1846 – 1893) en su obra “El folklore andaluz” – octubre de 1882 – recoge precisamente las romeras del Granaíno, conforme a la “Edición conmemorativa del Centenario” (1981), que dieron a la luz pública los afamados flmencólogos José Blas Vega y  Eugenio Cobo. Es conocido el nombre de Romero El Tito, cantaor y bailaor gaditano, como heredero y continuador de  El Granaíno – su tío, según Fernando Quiñones -, a cuyo compás y gracia hizo bailar a todas las grandes bailaoras en los cuadros de los cafés cantantes sevillanos de Silverio y El Burrero, según los escritos de Arrebola.

CAMARON Y CURRO

Era un 29 de octubre de 1988 y en la plaza de toros de Badajoz se respiraba ese ambiente que solo hay antes de las grandes citas. Esa tarde se iba a vivir una jornada inédita: por primera vez en la historia, seis cantaores de flamenco actuarían en directo durante una corrida de toros. El promotor de la idea fue Diego Bardón, en su afán de unir la cultura flamenca y la taurina en un mismo espectáculo. Lo cuenta, Jaime Panadero: En el ruedo pacense se dieron cita las gargantas de Camarón de la Isla, José Mercé, Rancapino, Pansequito, Nano de Jerez y el Niño de la Ribera, todos ellos con sus respectivos guitarristas, y las muletas de Curro Romero, Rafael de Paula, Pepe Luis Vázquez, Curro Caro, Lucio Sandín y el extremeño Emilio Rey. La esencia de ese nuevo concepto de 'corrida flamenca' radicaba en que la música acompañara la faena de los diestros. Curro Romero fue el encargado de abrir el cartel, y su pareja al micrófono solo podía ser Camarón de la Isla. A los pocos minutos, después de varios pases del torero, el de San Fernando se arrancó a cantar desde la barrera. El Faraón de Camas acabó llevándose una oreja y cumpliendo uno de los sueños de su vida: torear mientras su gran amigo Camarón le cantaba. Aquel día ha pasado a la historia de la tauromaquia y del flamenco como el primero en el que ambos mundos se fusionaron en uno solo, según algunos entusiastas de ambas artes. 

IGNACIO SÁNCHEZ MEGÍAS

Tal fue la proximidad de este matador al flamenco, y tal su pasión  por  él, que aunque sólo se “cantiñeara”, puede situarse sin incomodidad a su persona tanto  en  el ambiente  taurino como en el complejo y enigmático mundo del cante jondo, tal como leemos en “Los Toros”, pág. 709,Tomo VII, del escritor y polígrafo español José  María de Cossío y Martínez (1892 – 1977), amigo, precisamente, de Sánchez Mejías, Joselito el Gallo, su hermano Rafael, Pepe Luís  Vázquez, o Antonio Bienvenida. Está realmente confirmado que Sánchez Mejías sentía profunda pasión por el flamenco, y que recorrió – en testimonio de José Blas Vega y Fernando Quiñones – Sevilla, Jerez, Utrera y Madrid en busca de reuniones  flamencas, y era  amigo y cliente de  cien  cantaores  y guitarristas. En  sus casas de Sevilla y Madrid organizaba reuniones de cante;  en una de ellas se produjo el famoso  encuentro de la “Generación  del 27” con el cantaor Manuel Torre, como  bellamente lo  narra Rafael Alberti (1902 – 1999) en su obra  “La arboleda perdida” (1987). Suele afirmarse también que Sánchez  Mejías era conocedor de todos los estilos  flamencos y, sobre todo, adorador del “duende”, tan prodigado por  Manuel Torre, a quien el torero sevillano – cuenta  la tradición –  “sabía  sacarle el cante”. El flamencólogo jerezano Julián Pemartín nos  refiere que Sánchez Mejías sufragó los gastos del hospital  sevillano donde murió el cantaor jerezano (1933). Sabemos también que  Pericón de Cádiz e Ignacio Espeleta cantaron  para el torero de Sevilla. Y, según cuentan Blas Vega -F. Quiñones, op.cit. pág. 710,  en el año 1926, Sánchez  Mejías se llevó a  Espeleta a  Sevilla y le hizo  participar en el agasajo con que el Aeroclub hispalense honró el vuelo transatlántico del “Plus Ultra”; más tarde gestionó y logró la actuación de Espeleta para hacer  el papel de zapatero en el  espectáculo “Las calles de Cádiz”, encabezado por La Argentinita (1895 -1945). Sánchez Mejías fue hombre culto y escritor; a él se debió el montaje, financiación y lanzamiento del espectáculo “Las  calles de Cádiz”, con 18 cantaores y bailaores de primer orden que recorrió España. 

TRAGABUCHES

José Mateo Balcázar Navarro – Arcos de la Frontera/Ronda, 1780 – ¿…?  – cambió su nombre por el de, José Ulloa Navarro amparándose en una pragmática real de Carlos III que autorizaba a los gitanos a tomar el apellido que deseasen.  Tragabuches fue un bandolero, torero y cantaor. Era de  raza gitana y tomó el apodo de su padre, a quien le venía – cuenta la tradición – de haberse comido un  pollino,  recién  nacido, en adobo. Recomiendo la lectura del Tomo III de “Los Toros”, de J. María de Cossío, para la semblanza biográfica de este “torero -cantaor”. A los veinte años empezó a banderillear y  figuró en las cuadrillas de José y Gaspar  Romero y dos años más tarde ya les  acompañaba  como sobresaliente  desde 1800 a 1802, año en el que tomó la alternativa en la plaza de toros de Salamanca. Instalado en Ronda, pronto abandonó su carrera de matador de toros y comenzó  actuar como contrabandista junto a una bailaora conocida como  María “La Nena”, encargada de vender las mercancias del ilegal  comercio. La bella gitana, a la que amaba locamente, llegó a  serle  infiel y  ello determinó  que Tragabuches diera muerte a su amante y a ella la arrojara por una ventana, falleciendo en el acto. Por este doble delito fue condenado a la horca, mas la sentencia no llegaría a  ejecutarse al desaparecer el condenado. Tragabuches huyó a la serranía y formó parte de la tristemente célebre cuadrilla de bandoleros conocida por  “Los siete Niños  de Écija”. Parte de sus componentes fueron capturados y ahorcados y, diezmada  la cuadrilla de malhechores, se disolvió hacia 1819, desapareciendo José Ulloa, sin que se volviera a saber de él.

LOS GALLO

Mi admirado compañero periodista, Paco Aguado, en su obra magna, "Joselito El Gallo " Rey de Los Toreros, sostiene con acierto, que la saga de los Ortega comienza - arrastrando la trayectoria del binomio cante y toros desde el siglo XIX al XX - con, Enrique "El Gordo", banderillero muy efectivo con la puntilla, pero cantaor largo y descomunal, que pasados los años, llegaría a heredar el propio Manolo Caracol. Cuentan que el cante de Enrique era de tal gusto, que algunos matadores lo llevaban en su cuadrilla, solo por oirle cantar en las juergas trás corrida, y en los largos y penosos viajes de entonces. Pero son los hijos de Gabriela Ortega, genial bailaora de la época, los que nacen toreros escuchando buen cante en casa, y practicándolo por bajini, en momentos de intimidad. "Los Gallo", Rafael y Joselito, compendian lo que es ser torero, viviendo en flamenco, llevando en su sangre dos dinastías centenarias, de lo jondo y la tauromaquia: los Gómez y los Ortega. No deja de ser una crueldad de la historia, que el toro que mató a Joselito se llamara, "Bailaor", cuando su madre fue una de las mejores bailaoras de todos los tiempos.

Más cercano a nuestros días, de la unión eterna del cante y los toros, nos habla el hecho de que El Califa cordobés, Manuel Rodríguez Sánchez "Manolete", se hiciera acompañar en los carteles muchas tardes, por "Gitanillo de Triana", quién como matador cubría el expediente, pero como cantaor era extraordinario, y de esta manera, el hijo de Angustias Sánchez, podía disfrutar de su cante en los desplazamientos y cenas posteriores a las corridas.


ABRIL PARA VIVIR

 ABRIL PARA VIVIR




Tito Ortiz.-


Abril para vivir, abril para cantar

Abril, flor de la vida al corazón

Abril para sentir, abril para soñar

Abril, la primavera amaneció

Y fue en abril, en aquella semana santa tardía, cuando en compañía de los hermanos Garzón, ilustres comerciantes del Zacatín, Carlos Cano y yo, fuimos persiguiendo a Santa María de La Alhambra por todos los rincones de Granada, disfrutando la procesión en cada enclave, sobre todo de su barrio, pues fue uno de esos años en el que la hermandad, bajó por el Realejo a la ciudad. Escenas inolvidables junto aquel amigo que me enseñó a jugar a las bolas en Plaza Nueva, y con el que jugué a las espadas, presumiendo él, de aquella que le había realizado con primor, el escultor, tallista y dorador, Javier Castro, que tenía su taller, en los bajos de la casa de la Cuesta Rodrigo del Campo, donde había nacido y vivía Carlos Cano. Fue una noche inolvidable, en la que compartimos nuestra pasión por la semana santa, en una ciudad que volvía a recobrar su esplendor, gracias a la juventud que se incorporaba con ilusión, para tomar el relevo de una semana santa anquilosada y decrépita, que había estado a punto de desaparecer.

Nadie por aquí le encargó nada a Carlos Cano para nuestra semana santa, y fue su amigo Antonio Burgos, el que le escribió la letra para la música de, López Farfán, naciendo para el mundo cofrade una obra única e inmortal: “Pasan Los Campanilleros”, dedicada a La Virgen Macarena de la ciudad hispalense. Los no iniciados, pudieron pensar que algo como la semana santa de Granada, le era ajeno al cantautor granadino de todos los tiempos, pero no fue así. Lo mismo que otros pensaron, que la copla española – algo tan denostado durante la transición- no le iba al greñúo reivindicativo por las libertades, y también se equivocaron, porque dejó para la historia, un ramillete de coplas españolas, en versiones actualizadas, adaptadas a los nuevos tiempos, que hoy son ya patrimonio de los humanos con paladar fino.

CRÓNICAS GRANADINAS

Como una golondrina por el mar se perdió

Como una golondrina el amor se llevó

Y me dejó el dolor para cantar

Y la luna de abril para olvidar

Carlos Cano no pregonó la semana santa de Granada, ni el Día de La Cruz, ni el Corpus ni el Carnaval, fueron los gaditanos quienes se lo pidieron, y en 1988 dejó para la historia del Carnaval de Cádiz, un pregón que aún hoy, no ha sido superado. A ellos les regaló su “Habaneras de Cádiz”, todo un clásico en la ciudad que comparte dos mares. Pero su Granada siempre la llevó por bandera. Nuestra historia y sus tradiciones. El once de junio de 1982, dejó una joya irrepetible sobre el escenario del teatro alhambreño del Generalife, sus “Crónicas Granadinas”: Un legado histórico para la tierra que le vio nacer, y que aún perdura en la memoria de quienes tuvimos la fortuna de asistir al evento. Con dos casidas de Federico García Lorca, y siete temas suyos, donó a la ciudad el tributo de amor y arte que nadie ha superado, entre cipreses y lunas de plata. 

Aquel lucero azul, de tu boca la flor,

Se levantó con el amanecer

Donde se muere el mar, de mis ojos te amé

Y a tu cuerpo de alondra me abracé

El cantor de “La Murga de los Currelantes”, o “La Blanca y Verde”, militó de “granaíno” por donde fue, y supo aunar siempre junto a su postura por las libertades, una visión sin complejos de las tradiciones de su pueblo, como herencia irrenunciable de sus paisanos. Aquel que portaba una rudimentaria guitarra en funda de cuadros verdes, por los estudios de Radio Popular de Granada, acudiendo a la llamada de Juan de Loxa y su Manifiesto Canción del Sur, era el mismo que recorría colegios mayores y facultades de nuestra universidad, cantando cosas que estaban por venir, y otras que debíamos superar. 

Él solo se bastó para vertebrar una Andalucía, hasta entonces dispersa, uniéndonos de este a oeste, bajo un lema sencillo, sentirnos orgullosos de nuestra tierra, y extendió tanto los brazos, que llegó incluso a Portugal, donde se venera su forma de cantar el fado, y la complicidad con la gran Amalia Rodríguez. Su versatilidad como compositor, capaz de escribir cuecas, tangos, boleros, rumbas, pasodobles, sambas, nanas, coplas, murgas carnavaleras o temas intimistas, acompañado por tan solo su voz y su guitarra o por una orquesta, unida a la calidad y emotividad de sus textos, hacen de Carlos Cano un personaje destacado dentro del panorama musical español. 

ETERNO ABRIL


Abril para vivir, abril para soñar

Abril, flor de la vida al corazón

Abril para soñar, abril para sentir

Abril para encontrar un nuevo amor

Un nuevo y renovado amor, que cada año nos convoca en su recuerdo, con ese festival magnífico que reúne a lo más granado del panorama, y a los que se abren camino –como hizo él- en un mundo deseoso de escuchar a los suyos con el mensaje de hoy y de siempre. Abril para Vivir, festival de canciones de autor, se convierte ya en un clásico a la memoria de quién tanto dio por esta tierra, y nos dejó grabadas las letras que así lo testimonian. Desde aquel abril de 2001, un puñado de incondicionales, a la sombra de la vida y obra de Carlos Cano, hacen de Granada el epicentro nacional de la canción de autor, con un ramillete de otras actividades, que solo merecen el aplauso y el reconocimiento de toda Granada. Que sea por muchos años.

domingo, 9 de abril de 2023

LOS FORTUNY

 LOS FORTUNY



Tito Ortiz.-


A las dos de ésta tarde de domingo de resurrección, se clausura la exposición que, desde el 17 de febrero, en el Centro Cultural Gran Capitán, nos ha permitido adentrarnos –un poco más- en la vida y obra de los Fortuny, cuya huella indeleble quedó fijada en Granada, a caballo entre siglos. Es cierto que Granada se enriqueció artísticamente, con la llegada en 1868 de la familia de Reus, pero no lo es menos, que ambos, padre e hijo, salieron impregnados para siempre de nuestra ciudad, y en el caso del más joven, llevando en su partida de nacimiento, el nombre de la ciudad de la Alhambra. 

Mariano José María Bernardo Fortuny y Marsal, quedó huérfano a los seis años de edad y fue criado por su abuelo. Él fue su tutor y su mejor valedor en los primeros años y en su edad temprana, favoreciendo su formación artística con el pintor reusense Domènec Soberano. Siendo aún niño, Fortuny también trabajó con el platero y orfebre miniaturista Antoni Bassa, quien influiría en la minuciosidad que caracterizó en el futuro su pintura, algo fácil de apreciar, sobre todo en sus cuadros de pequeño formato, donde el preciosismo de la pincelada, es de un vanguardismo excelso para la época. Enamorado de los pintoresco y costumbrista, en Granada encontró un filón de oro para su creatividad artística, como queda demostrado en sus paisajes y estampas populares, con los personajes de la época. La influencia de barrios como el Albayzín y el Sacromonte son palpables en su creación, así como el magnetismo de la Alhambra, que seguramente a nivel de estética en arquitectura, ya había conocido durante su estancia en Marruecos, puesto que cuando estalla en 1860 la primera guerra en el país vecino, la Diputación de Barcelona encargó a Fortuny que viajara a este país con el fin de convertirse en cronista gráfico de la contienda en compañía de nuestro accitano universal, Pedro Antonio de Alarcón. Allí se integraría como pintor en el regimiento del general Juan Prim, también originario de Reus. 

África va a suponer un descubrimiento para Fortuny, deslumbrado por la luz norteafricana y encandilado por las planicies abiertas, las luces y los habitantes de Marruecos, llegando incluso a aprender nociones de árabe para integrarse mejor. Se liberará desde este momento de convenciones y academicismos, sintiéndose atraído intensamente por los temas orientales. Como consecuencia de esa estancia, Fortuny pintó algunas de las obras más significativas de su producción, como La batalla de Tetuán (Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona). O paisajes donde practicó todas las aportaciones técnicas que fue añadiendo a su pintura como “Paisaje norteafricano” (Museo Carmen Thyssen Málaga), mediante las cuales consigue conferir una intensa sensación ambiental de pleno sol a una composición de apariencia engañosamente intrascendente. Asimismo, Fortuny se interesó por el pintoresquismo árabe, del cual tomaría inspiración desde esa época en el resto de su obra, destacándose notoriamente en su posterior obra, “La odalisca”.

EL GRANADINO FORTUNY

Tras su regreso a Europa volvió a Roma. Contrajo matrimonio con Cecilia de Madrazo, hija del pintor Federico de Madrazo y hermana del también pintor Raimundo de Madrazo, con quien Fortuny llegaría a establecer una íntima amistad y con quien compartía afición por la tauromaquia. Esta manifestación artística apasionó al pintor que quedó encandilado por sus valores plásticos e impresionado por la mezcla de color y drama ritual, elegancia y brutalidad del universo taurino. Obras como “Corrida de toros”. “Picador herido” (Museo Carmen Thyssen Málaga) de 1867, dejan atrás el preciosismo idiosincrásico del pintor para captar con un agudísimo sentido del movimiento instantáneo la sensación de fuerza bruta y dramatismo desaforado de los protagonistas.

En 1871, nace en Granada, su hijo, Mariano Fortuny Madrazo, con toda la influencia durante su educación de, pertenecer a una familia que, tanto por parte de padre como de madre, lleva el arte en sus venas, a unos niveles de popularidad internacional. 

A los tres años de edad su padre falleció y, su madre decidió trasladarse con sus hijos y su hermano Raimundo a París. Allí, Mariano pronto destacó por su talento artístico y empezó a pintar con Jean-Joseph Benjamin-Constant. También estudió dibujo y química en Francia y Alemania. En 1888 se mudó al palacio Martinego, en Venecia, donde se interesó por la gran colección de tejidos antiguos atesorada por su familia. Hacia 1906 abrió su taller en el Palacio Pesaro degli Orfei junto a su esposa, Henriette Negrin, y creó telas y trajes originales utilizando técnicas secretas. Entre 1909 y 1910 Mariano registró dos patentes en París. En 1911 creó la sociedad Mariano Fortuny para comercializar tejidos y, en 1919, la Sociedad Anónima Fortuny en la isla de la Giudecca para imprimir mecánicamente papeles pintados, fotografías y tejidos, a excepción del terciopelo y la seda. Él era pintor, inventor, grabador, fotógrafo, diseñador textil, diseñador de moda empresario y escenógrafo. Fortuny viajó por toda Europa a la búsqueda de artistas que admiraba, entre ellos el compositor alemán Richard Wagner. Fortuny reflejó en sus obras el estilo del modernismo y su espíritu ecléctico. Colaboró en los vestuarios y escenografías del teatro de la Scala de Milán, para obras como Tristán e Isolda, La valquiria o La vida breve. Dejando siempre patente en todas sus creaciones, la inspiración oriental albergada en los muros alhambreños que le vieron nacer al mundo, en una familia que ya había sentido el arrebatador embrujo de una Granada romántica, perseguida y proclamada por todo el mundo, por unos viajeros que se encargaron de agrandar la belleza y la leyenda, de una ciudad sin par…como la nuestra.

domingo, 2 de abril de 2023

COLGADA DEL BALCÓN

 COLGADA DEL BALCÓN



Tito Ortiz.-


Mis ojos de niño, buscan por las calles de Granada, una palmera colgada en el balcón. Durante mi infancia, era normal que en casi todas las casas, se atara a la reja o el balcón con un lazo blanco, la palmera bendecida del Domingo de Ramos. Esa rama que habíamos adquirido de, los vendedores ocasionales que a las puertas de las iglesias, clasificadas por tamaño y precio, esperaban la llegada de los feligreses a la misa de doce, donde se procedía a la bendición de las palmas. Por aquí, en aquella época, no se estilaba la hoja de palma rizada, al estilo del levante español, donde se compite a la hora de hacer auténticas filigranas con la palma del domingo de ramos. Aunque desde hace tiempo, es frecuente encontrarnos con personas que han aprendido el oficio, y son auténticos artistas a la hora de componer figuras rizando la hoja. En mi casa renovábamos todos los años la palmera del balcón, porque la sustituíamos por la que sacaban mis hermanos en la procesión de la borriquilla, de la iglesia de san Andrés.

De los cuatro evangelistas, es San Juan quién mejor describe como Jesús fue recibido a la entrada de Jerusalén, por una muchedumbre que agitaba palmas en sus manos. Más cercano a nuestros días, pero hace muchos años, se tiene conocimiento de esta fiesta desde el año 1371, cuando los ilicitanos ya salían a las calles a mostrar uno de los potenciales que han sabido explotar hasta la actualidad. Pero no olvidemos que, la procesión y bendición de las palmas, se celebra en Jerusalén desde el siglo IV. Por nuestra cercanía a Elche, Nos ha llegado la tradición. Esta localidad exporta palmas a otros países y entrega a las personalidades más ilustres una palma que destaca por su elaboración y por la simbología que alberga en su trabajo de trenzado.


ORACIÓN


En la iconografía cristiana, tenemos testimonios de pinturas y esculturas de los primeros creyentes, que fueron martirizados, y han sido representados con una hoja de palma entre sus manos, como símbolo de la pureza y limpieza de  espíritu, que les llevó a dar su vida, antes que renunciar a la Fe en Cristo. De ahí que al colgar la hoja de palma del balcón, la familia esté dando testimonio de su militancia religiosa, a todos los que observen tan especial aditamento colgando de los hierros vecinales. 

Mis abuela, republicana y atea, era la encargada de retirar la palma del año anterior, ya reseca y mugrosa, para colgar el Lunes Santo, la nueva y flamante que habían portado mis hermanos en la procesión de La Entrada de Jesús en Jerusalén, cuando aún no se había incorporado la Virgen de La Paz, pero si formaban parte del cortejo, las figuras vivientes de Las Tres Marías, encarnadas por vecinas muy jóvenes de la calle de Elvira.

Mientras desataba la vieja y ataba la nueva, mi abuela rezaba la siguiente oración:

“Bendice Señor nuestro hogar, que tu hijo Jesús y La Virgen María reinen en el. Por tu intercesión danos paz, amor y respeto, para que respetándonos y amándonos, los sepamos honrar en nuestra vida familiar. Se tú el Rey en nuestro hogar, amén.”

Hoy, Domingo de Ramos, el Domingo de la Pasión del Señor, marca el comienzo de la Semana Santa, en la que rememoramos los últimos días de la vida de Cristo. Encontramos en ello la historia de la llegada de Jesús a Jerusalén entre la multitud festiva: representa, de hecho, el último momento de alegría antes de la crucifixión. Los niños sobre todo le dan la bienvenida, no le preguntan quién es, pero lo alaban, provocando la indignación de los escribas y fariseos.  Seguimos recordando este momento en la procesión de las palmas. Éstas se bendicen y con ellas se elabora la ceniza que se usará en Miércoles de Ceniza del año siguiente, para el acto de la confirmación de los fieles, que ya han hecho la comunión. Es una maravillosa catequesis silenciosa para todos los que lo ven. Es un testimonio de fe.


ARTESANÍA


Con los años, existen auténticos artífices del trenzado de la palma, entre los que ya podemos incluir a Granada, que hacen con sus manos auténticas filigranas con la hoja de la palma. A mí personalmente, me encantan los prendidos de solapa, porque quizás sean los que más me sorprendieron, al ver la evolución de los trabajos artesanales. La madre de Salvador, el florista de Churriana, es toda una artista a la hora de trenzar y conseguir formas maravillosas con la hoja de la palma. Demostrando con ello que, por estos lares también podemos hacer cosas muy interesantes, con esta hermosa tradición religiosa del Domingo de Ramos.

 Por último y fuera de nuestra religión, decir que, la rama de la palma es un símbolo de la victoria, el triunfo, la paz y la vida eterna que se origina en el antiguo Oriente Próximo y el mundo mediterráneo. La palma ( Phoenix ) era sagrada en las religiones mesopotámicas y en el antiguo Egipto representaba la inmortalidad. En el judaísmo, el lulav, una rama de la palmera datilera es parte del festival de Sucot. Una rama de palmera era otorgada a los atletas victoriosos en la antigua Grecia y el árbol en sí es uno de los atributos más comunes de la Victoria personificada en la antigua Roma. Los tallos de las palmas representaban una larga vida para los antiguos egipcios, y el dios Heh a menudo se mostraba sosteniendo un tallo de palma en una o ambas manos. La palma era llevada en procesiones funerarias egipcias para representar la vida eterna.