martes, 27 de abril de 2021

TODO CADUCA

 

TODO CADUCA

 

Tito Ortiz.-

 

Parece que todo y todos tenemos fecha de caducidad, menos los plásticos bajo las aguas de nuestros océanos, bueno, ahora también las mascarillas, que nos ha dado por tirarlas al suelo, como si este no fuera nuestro, en una demostración de incivismo e insolidaridad que raya el delito. El caso es que, todo parece caducar, como el dispensador de gel hidroalcohólico instalado en la estación del metro de Recogidas, según sales a la derecha, que lleva un año fuera de servicio, sin que los responsables lo hayan advertido. Le pasa lo mismo a los de Mercadona en Armilla que, tienen un contenedor de pilas usadas a la entra del establecimiento, que los ciudadanos hemos llenado hace siglos, pero que nadie vacía para su reciclaje, con el resultado de cientos de pilas esparcidas por el suelo, en su derredor. Una estampa que advertimos desgraciadamente con frecuencia en, las isletas de contendores para el reciclaje, sobre todo si nos están en el centro y se trata de los de color azul para papel y cartón que, desde que China se niega a reciclar nuestros despojos, no hay manera de que presenten un aspecto limpio e higiénico.

Y es que, todo caduca. Incluso la seguridad ciudadana en Granada. Se dispara la delincuencia en el Albayzín, abandonado a su suerte en esta materia, mientras se dedican decenas de efectivos a evitar el botellón. Tal vez, si unos pocos de éstos patrullaran las calles más a menudo, otro gallo nos cantara. Las últimas estadísticas dicen que nuestra provincia está a la cabeza del crimen organizado, que circunda el cultivo de la droga. Asesinatos y detenciones suben como la espuma, mientras el número de efectivos para combatir el crimen decrece, y en el peor de los casos, no aumenta. Los malhechores que siempre van un paso por delante, en vista de que cortijos, pisos y garajes ya no son seguros, se han buscado la triquiñuela de cultivar la maría en sofisticados camiones de grandes dimensiones, que, además, pueden tener eternamente circulando por las carreteras sin ser detectados. Lo único que nos falta ya es, detectar un narco submarino en nuestras costas. Eso ya será de traca.

Pero todo caduca. Con Grande Marlaska me ha pasado lo mismo que con, Baltasar Garzón. Los tenía en un pedestal cuando estaban en activo en la Audiencia Nacional, y se me han caído desde que entraron en política. Cómo es posible que trayectorias tan extraordinarias se tiren por la borda, por el solo hecho de entrar en política. No lo entenderé nunca, y menos si tus antiguos compañeros, te hacen reponer en su puesto a un coronel de la Guardia Civil que tu has cesado, mientras Villarejo desde la cárcel amenaza con secretos de alcoba, que harían saltar por los aires un gobierno o una jefatura de estado. Por caducar, caducan hasta las ideas más elementales. Se dice que los universitarios vuelvan a las aulas, mientras el profesorado no ha sido vacunado, y menos aún los alumnos que suelen practicar el botellón dos veces en semana, sin el menor control pandémico ni ganas de tenerlo. Caducan nuestras neuronas, pero no las de todos. Hay privilegiados que las conservan estupendamente para delinquir y sacar provecho. Los responsables de la empresa que reformó la sede de los populares en Madrid no solo cobraron en dinero negro, sino que, ese dinero lo hicieron florecer con la ley de amnistía fiscal. Eso es un negocio redondo, y no lo de fabricar Donus.

martes, 20 de abril de 2021

DUQUELAS GRANATENSIS

 

DUQUELAS GRANATENSIS

 

Tito Ortiz.-

 

Decía Tía Anica “La Piriñaca”, que cuando cantaba por siguiriyas, la boca le sabía a sangre.  Que un cante tan fundamental y profundo, había que interpretarlo con muchas “duquelas”, que traducido al caló romaní, quiere decir: Fatigas. Yo la conocí gracias a Fernando Miranda, artista multidisciplinar en lo suyo, que, en la trastienda de la placeta de Cuchilleros, lo mismo diseccionaba un jamón de pata negra, con la habilidad inconmensurable del mago que traga cuchillas de afeitar, para luego sacarlas de la boca hilvanadas en un hilo, que producía un disco en plena transición democrática, al cantaor Juan Antonio Cuevas Pérez, “El PIki”, con letras de Blás Infante, prohibidas por el régimen franquista. Miguel Ríos, Jesús Conde y treinta incondicionales más de aquel mítico claustro apócrifo, saben bien de lo que hablo.

Esto no era más que una muestra de, como se movía aquella Granada de los años setenta del siglo pasado, cuya actividad artística y cultural, por su cantidad y calidad, se adelantó una década a la movida madrileña, repartiendo desde la Puerta de Elvira hasta el Olympia de París, o el mismísimo Manhattan, -haciéndonos dueños del puente de Brooklyn,- todo un derroche de creatividad en todas las ramas de las artes. Con Mario Maya viviendo en su apartamento de Nueva York, mientras Pepe Heredia, gestaba su “Kamelamos Naquerar”, en el Carmen del Olivo, junto a la Cruz de la Rauda. O Juan de Loxa, daba los últimos retoques a su,” Ay… Jondo”, desde la casa palacio de la Cuesta de San Gregorio, a tan solo siete metros y setenta centímetros de donde nació Enrique Morente, que ya triunfaba en Madrid por todo lo alto. Con Sabina exiliado en Londres, y su paisano Antonio Mata, liderando el “Manifiesto Canción del Sur” en Radio Popular de Granada, en cuyas ondas, se colgaban cada programa de “Poesía 70”, los versos más atrevidos de vivos y muertos, en las voces de Elodia Rodríguez, Emilio Navarro, Loli Alba, Jesús Quero, y algún otro que ahora no recuerdo.

Aquella Granada a la cabeza de cualquier iniciativa, suya o no, que pudiera insuflar un hálito de vida renovada, es la que ahora recuerdo con duquelas de muerte, porque esa Granada, en tan pocos años, se ha perdido. Es ésta ahora, una ciudad sin ilusiones, apática, indolente, carente de la voluntad – siquiera – de ser reconocida por lo que otrora hizo y los logros que alcanzó. Pongo solo un ejemplo de nuestro desapego a los éxitos que nos pertenecen: Si el Concurso de Cante Jondo del año 1922, lo hubieran llevado a cabo en Híspalis, desde hace un año o dos, se estaría conmemorando el primer centenario, con todo tipo de actos, no solo en Andalucía, sino en España y la Humanidad. Y aquí, como siempre, escondidos tras el visillo de la ventana de la historia, a ver que es lo que hace el vecino, para lanzarnos a la yugular, solo porque la idea no ha sido nuestra, en lugar de apoyarlo con fe ciega porque es bueno para todos. Ha tenido que ser el poeta granadino, Luís García Montero, quien utilizando de plataforma el Instituto Cervantes, de un gran paso para que todos nos alegremos, de lo que un puñado de granadinos y foráneos, lograron hace un siglo. Le sigue Rafael Gómez Benito, con una edición conmemorativa del evento que, puso a Granada en el mapa del Flamenco para siempre. Ay, que duquelas.


martes, 13 de abril de 2021

APAGAD LA LUZ

 APAGAD LA LUZ


Tito Ortiz.-


En España pagamos la electricidad más cara de Europa, un asunto que no  debe extrañarnos, si tenemos en cuenta que en cada uno de los consejos de administración de las compañías, hay que dejar sitio para ir colocando a ex políticos con sueldos millonarios. Por eso no debe sorprendernos, que nuestras eléctricas estén manos de capital extranjero. Por ejemplo, en estos momentos, un fondo de inversión australiano, IFM, pretende adquirir el 22,69% de Naturgy, la tercera eléctrica española. De prosperar la operación, más del 60% de sus acciones estarán en manos extranjeras, y sucederá lo mismo en las otras dos grandes eléctricas, Iberdrola y ENEL. Con ésta acción, se sellaría el control sobre la electricidad en España por parte del capital extranjero. Pero esto no forma parte del debate político. Nuestros chicos y chicas con actas de parlamentario, concejal o diputado, están a otra cosa, mejor dicho, a sus cosas y lo que nos pase a los ciudadanos se la trae al fresco.

Ellos/as están más pendientes del cuatro de mayo en Madrid, de radicalizar el discurso político para enfrentar a la ciudadanía, de que los extremos ideológicos se toquen la cara cuanto antes, y mientras nosotros les hacemos el juego y nos pegamos en la calle, sus señorías siguen cobrando sueldos millonarios, dietas astronómicas y se perpetúan en los cargos, para no salir de la zona confortable, ya que fuera hace mucho frío y no tienen por qué llevarse ese mal rato. La pobreza energética es la nuestra, y ellos no hacen nada, porque si no, luego cuando dejen la política, quien los va a retirar en la privada con sueldos millonarios. Estos indecentes que nos desgobiernan, no se la pueden jugar, les va en ello su futuro de guante blanco.


El pasado mes de enero, en plena ola de frío, el precio de la electricidad se elevaba un 36%. La indignación no ha podido ocultarse. ¿Pero quién se queda los beneficios de este “atraco eléctrico” a la población? El capital extranjero, principal accionista de todas las grandes eléctricas españolas. Faltaba Naturgy, y ahora se pretende “cuadrar el círculo”. El “brazo ejecutor” de la operación ha sido un fondo australiano, IFM Global Infraestructure, que ha presentado una oferta para comprar el 22,69% de las acciones de Naturgy. IFM es un fondo de pensiones que controla los ahorros de 30 millones de  australianos, y en España ha comprado ya Aqualia, el gestor de aguas de FCC y el negocio mexicano de OHL. Para entender el mapa eléctrico español hay que mirar a los otros dos gigantes, Iberdrola y Endesa, que junto con Naturgy controlan el 90% del sector en nuestro país. Las tres grandes eléctricas obtuvieron el año pasado, en plena pandemia, beneficios por valor de 4.686 millones de euros. Control y beneficios en manos del capital extranjero.

Mientras, en la zona norte se les corta la luz, incluso a los que pagan el recibo, o a los que dependen de un respirador para seguir viviendo. Esta es la triste realidad de un sector de ricos, que al resto de la población nos convierte en pobres y desamparados. Seguid votándolos.


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martes, 6 de abril de 2021

CARAMELOS ENVENENADOS

 CARAMELOS ENVENENADOS


Tito Ortiz.-


Algún mal intencionado podría pensar que, las ayudas gubernamentales en tiempo de pandemia tienen por misión acabar con el tejido productivo al que están destinadas. Eso sería tanto como admitir que como el número de fallecidos por la COVID 19 se ha cebado con los mayores de edad, el Gobierno se está ahorrando una pasta gansa en pensiones. Que no digo yo que no, aunque pienso que lo que no se va en lágrimas, se va en suspiros, porque los gastos en salud se han disparado y de qué manera.

 El asunto es que, los créditos ICO con la pandemia se han convertido en un arma de doble filo. Es cierto que han servido para salvar, por ahora, a un número importante de empresas y autónomos, pero la prolongación en el tiempo de la tragedia que nos asola, y el retraso en la recuperación de la actividad, está terminando por convertir las cuotas de esos préstamos para muchas pymes en un, auténtico suplicio de imposible cumplimiento. Y aunque el gobierno estudia una serie de medidas: por un lado,  condonar una parte del 70% u 80% del crédito que está avalado por el Estado; y por otro, la posibilidad de que se aplique una quita a esos préstamos ICO y que la banca asuma su parte correspondiente,  con la iglesia hemos topado. Los banqueros (esos que cobran sueldos de 4,5 millones en plena pandemia), con el gobernador del Banco de España al frente, se echan las manos a la cabeza y no han tardado ni un segundo en levantarse en contra. ¿Cómo van a tener ellos un “quebranto en sus beneficios”? Sí, son los mismos que en su Asamblea de la CEOE de junio decían que sus propuestas eran para ayudar a salir de la crisis.


El caso es que al parecer, te ayudan a salir de la crisis, pero en el momento en que firmas la deuda del crédito, te obsequian con un revolver, calibre 32 con tambor de cinco cartuchos, para que en llegando el momento preciso, lo apoyes en tu sien y le des gusto al gatillo, al no comprender que, con los avales del ICO se han concedido 118.000 millones. Suponiendo que un 30% tuviera problemas y se le aplicara una quita del 20%, tendría un coste de 7.000 millones,  5.000 los pagaría el Estado y otros 2.000 la banca, pero desde allí dicen que han tenido pocos beneficios en 2020 porque han provisionado 18.531 millones de euros en fondos para hacer frente a impagos y otros problemas. Por eso no pueden afrontar 2.000 millones para ayudar a las pymes y autónomos de este país. ¿Se puede tener más cara?

El gobierno no debería retroceder ni un milímetro, acabar con sus privilegios fiscales y exigirles la devolución de todas las ayudas de la crisis anterior. ¡Habría dinero para quitas y condonaciones y que ninguna pyme o autónomo se quedara en el camino! Ya está bien de aguantar a esta gentuza que nos empuja al abismo y la desesperación, con la anuencia de los políticos.