domingo, 26 de febrero de 2023

CUARESMA

 CUARESMA


Tito Ortiz.-




La cuaresma no ha hecho más que empezar, y ya nuestras cuadrillas de costaleros/as, llevan meses ensayando para esta semana santa que se nos presenta ilusionante, con el pregón de mi compañero y amigo, Luís Javier López Marín, bajo la presidencia federativa de mi hermano, Armando Ortiz, al que tanta salud le debo, y con el que comparto tantas ilusiones. Hemos dejado atrás la degustación de la cuajada de carnaval, en su fuente de Fajalauza, con los mantecados y polvorones sobrantes de la navidad, su crema y cabello de ángel, y nos disponemos a saborear los roscos fritos y las torrijas propias de esta época. De esta manera, caeremos en la tentación de un buen potaje de espinacas con garbanzos y bacalao, para guardar los debidos preceptos. Y ya que hemos abierto boca, diremos por ella, que si hay algo que distinga nuestra Semana Santa de otras, es la belleza del paisaje por donde discurre, su antigüedad anterior a la reconquista, y la valoración artística de sus imágenes.

TALLAS Y AUTORES

Desde Siloé a José de Mora, Risueño, Ruiz del Peral o De Rojas, entre otros de gran valía, sin olvidar a los más cercanos como López Azaustre, Sánchez Mesa o Barbero Gor, por nombrar solo a tres de los del siglo XX, y no remontarnos a los creadores de escuela imaginera como, Francisco Morales, Navas- Parejo, o Espinosa Cuadros, Granada es caldo de cultivo, de la mejor y mayor expresión en imágenes devocionales, no solo para retablos, sino para ser procesionadas.

De mis largas conversaciones con el churrianero, Domingo Sánchez Mesa, conservo el aprendizaje más extraordinario sobre la historia imaginera de Granada, y su posterior semblanza en las calles sobre un trono. Técnica depuradísima y ancestral, se unen a una estética única del terruño, que hacen de nuestras imágenes, piezas únicas de la mayor valoración artística, en eso que se ha dado en llamar, “escuela granadina” y que ha tenido su continuidad por influencia patente en otros creadores de Andalucía. Me contaba el gran maestro, Domingo Sánchez Mesa, como su primer proyecto para otorgar personalidad propia, al conjunto escultórico del Huerto de Los Olivos, no fue aceptado por la Hermandad, y tuvo que plegarse al existente, más inspirado en el homónimo murciano del genial, Salzillo. Son las concesiones de los artistas, que en años difíciles, tenían que anteponer su genio creativo, al hecho rudimentario de dar de comer a su familia. De todas formas, el conjunto escultórico del Huerto, es una obra consagrada de autor solvente, que soporta cualquier confrontación artística de la época.

MOTRIL ES MUCHO MOTRIL

Sánchez mesa era un artista valiente, como dejó demostrado en varias de sus creaciones, entre las que yo destaco, su impresionante Cristo de la Expiración de los Escolapios, o el majestuoso nazareno que las monjas conservan en Motril, con la advocación de Gran Poder, donde el autor derramó toda su sensibilidad creativa, tallando una joya de la escuela granadina para la posteridad. 

Cuenta la historia que, el 3 de febrero de 1699 la madre Sebastiana María de la Cruz Gómez, fundó en Motril su tierra natal, un beaterio con licencia del obispo de Granada. Fue el inicio del actual monasterio de la Visitación de Santa María, que en 2018 cumplió 300 años. Desde entonces hasta hoy, las agustinas recoletas nazarenas han llevado a cabo su labor contemplativa con una peculiaridad: su especial devoción a Jesús Nazareno, cuya imagen es venerada en el monasterio, hecha por nuestro paisano. En este convento la Cuaresma se vive todo el año. La comunidad de agustinas recoletas nazarenas rezan diariamente el Vía Crucis. El Viernes Santo este momento es más intenso, ya que todas las hermanas rezan el Vía Crucis con corona de espinas, cuerda y cruz al hombro. Además todos los viernes del año se practica el ayuno y la abstinencia, acciones que se llevan a cabo también los quince días previos al Viernes Santo. Cientos de personas guardan devoción a la imagen que se conserva en la iglesia monástica y que fue tallada para que sustituyera a la original que desapareció durante la guerra civil española.  Desde finales de los años ochenta la devoción a Jesús Nazareno se ha canalizado en Motril a través de la Hermandad del Gran Poder. Son los hermanos de esta cofradía los que cuidan la devoción a la imagen durante todo el año y los que procesionan junto al Señor en la noche del miércoles santo.

PREGÓN DEL COSTALERO

Fue esta hermandad la que tuvo la iniciativa en la década de los ochenta pasados, de realizar una casa hermandad anexa al convento donde se rinde culto a la imagen de Sánchez Mesa, constituyendo un momento emocionatísimo, cuando en la madrugada, las monjas nazarenas, le cantan rezando a su Cristo a través de las conventuales celosías, en el silencio de la noche motrileña. Un momento que no debe perder ningún cofrade que guste de las emociones fuertes y espirituales. 

De igual forma, hay que reconocer que esta misma hermandad, fue la impulsora del Pregón del Costalero motrileño, que tuvo entre sus protagonistas primeros, al llorado cofrade granadino y pregonero de nuestra semana santa, Ángel Luís Sabador Medina, excelso cofrade alhambreño, que también estuvo inmerso en el resurgir de nuevas hermandades de nuestra tradición semanasantera. Él fue quien dio aquel mítico primer pregón. Y todo esto ocurrió, entorno a la imagen del Cristo nazareno de nuestro, Domingo Sánchez Mesa, señor de la gubia y la policromía más exquisitas y, apegadas a la tradición artística de Granada, proyectada a todo el mundo.


domingo, 19 de febrero de 2023

UN SELFI

 UN SELFI



Tito Ortiz.-


Esto de la “autofoto” se ha puesto tan de moda, que las redes sociales te ofrecen un abanico inabarcable de auto retratos de toda clase y condición. Desde auténticas obras de arte, hasta las escenas más espeluznantes, todo te lo puedes encontrar colgado en la red, buscando en la mayoría de las ocasiones, la originalidad aunque en ello te vaya la vida, pues de vez en cuando, nos topamos con la desagradable noticia en los medios, de que alguien ha fallecido buscando ese selfi extremo, que le ha llegado a costar la vida. Pero lejos de contenernos, aun sufriendo ese riesgo, la realidad es tozuda y los que practican esa modalidad de, también.

Mis recuerdos de infancia, me llevan a una Granada en día de fiesta como el Corpus, la salida de la Patrona o, el día de La Cruz, en la que nos poníamos nuestras mejores galas, y era habitual encontrarse a un fotógrafo ambulante, con su cámara al cuello, que al verte especialmente engalanado/a, te ofrecía sus servicios por un módico precio. Te hacía la correspondiente foto junto a la cruz de tu barrio, al paso de La Virgen de Las Angustias, o la Custodia, te pedía tus señas, y a los pocos días aparecía en casa con la foto inmortal de aquel momento inolvidable, sin que nadie pudiera salir lesionado de la acción. Lo mismo que cuando unos días antes de hacer la primera comunión, o una vez hecha, tus padres te llevaban al estudio profesional de un fotógrafo, para inmortalizar la efeméride.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Pero deben saber los amantes del selfi, que esto no es nuevo, y que la historia comenzó hace ya muchos años. Dicen los que de esto saben que, Robert Cornelius, un pionero de la fotografía, realizó un daguerrotipo de sí mismo en 1839, que además de ser el primer autorretrato fotográfico, es uno de los primeros retratos fotográficos de personas. Puesto que el proceso de captura de una fotografía de estas características requería un tiempo de exposición muy largo, tuvo tiempo de sobra para destapar el objetivo de la cámara, tomar la fotografía durante un minuto o más, y volver a tapar la cámara. En la vuelta escribió: «The first light Picture ever taken. 1839». («La primera fotografía lumínica jamás tomada. 1839»). Más adelante, con la aparición de la cámara de cajón portátil Kodak Brownie en 1900, se hizo del autorretrato fotográfico, una práctica extendida. Se solían realizar con la ayuda de un espejo y de un objeto o trípode donde estabilizar la cámara, en la que se encuadraba la imagen con ayuda de un visor situado en la parte superior del aparato.​ A la edad de 13 años, en 1914, Anastasia Nikoláyevna de Rusia, se convirtió en la primera adolescente en realizar un autorretrato fotográfico, que hizo con la ayuda de un espejo. En la carta que acompañaba a la fotografía explicaba: «Hice esta fotografía yo misma mirándome al espejo. Fue muy difícil ya que mis manos estaban temblando». Así que en plena primera guerra mundial, ya tenemos testimonio de la primera mujer en el mundo que se atrevió a hacerse un selfi, eso sí, sin correr ningún riesgo, en las habitaciones privadas de su palacio. Todavía reinaba la cordura.

BIBARRAMBLA

Granada ha tenido durante un siglo o más, una larga tradición de puntos urbanos concretos, donde poder hacerse una foto en paz y sosiego. El paseo del Salón, La Carrera de La Virgen, La Acera del Casino, la Plaza de la Trinidad, y más concretamente, la de Bibarrambla, han sido puntos estratégicos donde, en días despejados y con buena luz, uno iba con seguridad a hacerse una foto simpática, ya fuera con un fondo telonero de la alhambra, o encima de un caballo postinero, con toda la solvencia de un buen resultado más que asegurado. Aquel fotógrafo de guardapolvos gris, con su cámara de cajón de madera, manguilla incluida, sobre un trípode seguro, te hacía posar con sosiego, le quitaba el tapón al objetivo, te decía que no te movieras, y a los pocos minutos tenías la foto de tu infancia o madurez, según el caso. Aquello llevaba su tiempo, pero el resultado quedaba para la historia. Así fue como la foto urbana fue desplazando a la de estudio, aconsejada más para primeros planos, o nupciales. La foto en calle aporta una vida distinta a la instantánea. Eso me lo dijo a mí, el gran Miguel Ferrer, venerado fotógrafo del desaparecido Diario Patria, del que tanto aprendí. Un aprendizaje que después seguí con mi hermano, Juan Ortiz Fernández, ORFER, del que Granada lleva esperando mucho tiempo, una exposición de su valiosísimo archivo particular, que contiene auténticas joyas de la transición política, entre otras valiosísimas gemas de nuestra provincia.

IMPARABLE

Termino reconociendo que esto de los selfis se nos ha ido de las manos. Recomiendo desde aquí, sensatez para todos aquellos que ponen su vida en riesgo, por la nimiedad de colgar una originalidad arriesgada en la red. La fotografía es un arte, y como tal, se merece un tiempo de reposo para su ejecución, y la falta absoluta de peligro para quien la realiza. Se consiguen millones de seguidores con las cosas más sencillas. El 12 de marzo de 2014, un selfi grupal dirigido por Ellen DeGeneres durante la transmisión televisada de la 86ª ceremonia de los Premios Óscar, se convirtió en la imagen más retuiteada de la historia.  La fotografía resultante  fue  compartida a través de la platafoma de Twitter, más de 1.8 millones de veces en la primera hora. Antes morir…que perder la vida.

domingo, 12 de febrero de 2023

¡A COMER!

 ¡A COMER!


Tito Ortiz.-


Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, y si elevamos la gastronomía a ese listón del saber, resulta sorprendente como la influencia de otras culturas, abren el abanico de posibilidades, para encontrar en la mesa, multitud de formas y sabores, aunque no siempre superan nuestras tradiciones. También lo nuestro ha evolucionado, más en la forma de presentación en el plato que, en sabores. De nuestra cocina “multipremiada”, forman parte ya palabras como, deconstrucción, fumé, aroma, lecho, espuma, esencia, perlas o aire, que expresado así en la carta, resulta muy atrayente para el no versado, aunque a veces escondan experimentos, no muy exitosos.

Granada es una provincia donde siempre se ha comido bien, entre otras cosas, por la riqueza de nuestros productos naturales con tradición de siglos en la mesa. La tierra donde nació la Olla de San Antón, o la Tortilla Sacromonte, tiene un puesto bien merecido en la historia gastronómica de nuestro país. La riqueza ancestral de nuestra vega,  las variedades autóctonas de nuestro mar, como la almeja o la quisquilla, y el aprovechamiento del cerdo tras la reconquista, han hecho que en el último siglo, comer en nuestra tierra deje satisfecho al comensal más exigente, hasta el punto de ser copiada fuera con carácter de novedad.

PATATAS FRITAS CON HUEVOS

Sirva como ejemplo un plato centenario granatensis como, unas patatas fritas de nuestros cultivos,  con dos huevos de gallinas que comen en tierra, y sendas lonchas de jamón alpujarreño, un clásico aquí, al que no le dimos nunca la mayor importancia, pero hubo un restaurador avispado en Madrid, con ascendencia granadina, que sacó de la cocina en mesa de ruedas el manjar, y un señor con esmoquin, lo trinchó todo ante el cliente, se lo puso en la mesa, y desde entonces lo llamó “Huevos rotos”, y héteme aquí, que tal desarreglo ha dado la vuelta al mundo en honor de los comensales más exigentes, y ya lo podemos pedir en afamados restaurantes de Nueva York, Tokio o París, a un precio de escándalo. La cosa tiene perejiles.

Dicen los que de esto saben, que aquí se ha comido bien desde la noche de los tiempos, solo hay que fijarse en los que antes que nosotros vivieron en nuestros lares. Los romanos ya dieron buena cuenta del cordero segureño, que tan ricamente prepara en una lata mi amigo Gregorio García. Cuando el reino de Granada, bajo dominación árabe, se extendía desde Murcia hasta Algeciras, ya se degustaba la mejor pastela moruna de la piel de toro, o los exquisitos soplillos. Lo nuestro no es casualidad, arrastramos viejas culturas de las que hemos ido cogiendo lo mejor de su cocina, y además lo hemos implementado con una aportación, que hace de nuestra gastronomía reina y señora de la mesa más exigente, y el paladar más fino. Y además, sin tener que cocinar enrevesadamente, dejando al degustador, los sabores naturales de nuestros productos, por la categoría que les otorgó la naturaleza. Las quisquillas de Motril, no hay más que darles vuelta y vuelta a la plancha y añadir sal al gusto, para mí, cocidas mejor. Lo mismo que con los espárragos de Huétor Tájar. Sin añadir salsas extrañas que camuflan el sabor de los productos. Nuestra forma de guisar es natural, sencilla y armoniosa en el paladar.

TAPAS Y BOCADILLOS

Esta es la tierra que inventó el bocadillo de alcachofas con anchoas y mayonesa, casi imposible de encontrar en otras partes, si no han pasado por aquí y nos lo han copiado, como ya ha ocurrido con tantas cosas. Al bar Aliatar, hay que reconocerle su aportación en este campo. Lo mismo puedo decir  de mi amigo Pepe Torres, marqués de La Mancha y Castañeda, con su bocadillo de habas con jamón, o simplemente el de morcilla. Cuando el “Cisco y Tierra” era a la vez, tienda y bar, aquellos hermanos colocaron sobre un tronco de atún, un pimiento morrón, lo llamaron “requeté” y lograron que pasara a la historia. El bacalao frito de “La Pajuana” o “Casa Gregorio”, nos lo copiaron, lo hicieron trocitos más pequeños, lo llamaron, “soldaditos de pavía” y descubrieron la pólvora. Hemos ido dejando que se apoderen de lo nuestro, sin reclamar la autoría que nos pertenece, como la de nuestra salchicha, única en el mundo, tal mal copiada por otros. 

Yo reivindico desde aquí, la “pipirrana granaína”, las gachas con “cuscurrones y miel de caña”, la tortilla de collejas, los tejeringos, los higos chumbos con su copita de anís, las almencinas, las maoletas, las chufas fresquitas, las migas de pan con melón y sardinas, la morcilla de lustre, los piononos tan imitados por otros. A quinientos kilómetros de aquí, hubo uno que inventó el bocadillo de calamares fritos, y solo con eso ha dado la vuelta al mundo, porque lo han sabido vender. A nosotros eso es lo que nos falta, saber vender lo nuestro y reivindicar la paternidad y autoría de tantas joyas gastronómicas que, hoy se pasean por cualquier sitio, sin que nadie sepa que nacieron aquí. Cuando alguien en el norte me ofreció  de postre, sorbete de chirimoya, le tuve que explicar donde se cultivaba, de donde venía y que con los huesos del fruto, conservados en alcohol, se hace el mejor antídoto para los piojos. Aproveché para decirle como se cortan las patatas fritas a lo pobre, que a pesar de hacerse con abundante aceite en la sartén, no hay que freírlas, sino, cocerlas, con sus pimientos y cebolla. Y que si sobran, ya tienes la base para una tortilla de patatas de auténtico postín. No hay nada como los sabores de Granada. Termino, que se me pega el puchero.

domingo, 5 de febrero de 2023

A PASO LENTO

 A PASO LENTO


Tito Ortiz.-



El próximo jueves, se cumplen 67 años de la muerte del beato Fray Leopoldo de Alpandeire y, cada vez que hablo de él, me pregunto sin obtener respuesta de nadie, por qué la iglesia instituida acomoda a su antojo histórico y conveniencia, los tiempos para canonizar a sus hijos. Por razones de edad, he asistido sorprendido a la velocidad meteórica con la que algunos de sus miembros han sido alzados a la categoría de santos. Pongo por ejemplo, el proceso ultrarrápido de Monseñor Escrivá de Balaguer, o el de Juan Pablo II, mientras que otros aguardan decenas de años o más, para alcanzar la tan ansiada santidad. 

Uno de esos procesos que se mantiene en vía muerta es el de nuestro venerado, Fray Leopoldo, que por fin hace doce años, los que estuvimos en la Base Aérea de Armilla, fuimos testigos de su esperada beatificación, como paso previo a ser proclamado santo. El Papa emérito desaparecido recientemente, así lo dejó escrito para la posteridad:

“ Nos, acogiendo el deseo de Nuestro Hermano Francisco Javier Martínez Fernández, Arzobispo de Granada, así como de otros muchos hermanos en el Episcopado y de numerosos fieles, después de haber consultado el parecer de la Congregación para las Causas de los Santos, con Nuestra Autoridad Apostólica, concedemos que el Venerable Siervo de Dios Leopoldo de Alpandeire, de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que testimonió el misterio de Jesucristo crucificado con el ejemplo y la palabra, al ritmo humilde y orante de la vida cotidiana y compartiendo y aliviando las preocupaciones de los pobres y afligidos, de ahora en adelante pueda ser llamado Beato y que se pueda celebrar su fiesta en los lugares y, según las normas establecidas por el Derecho, el 9 de febrero de cada año, día de su nacimiento para el cielo.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Dado en Roma, junto a San Pedro el día 8 de septiembre del año del Señor 2010, sexto de Nuestro Pontificado.

Benedictus, PP. XVI”


LIMOSNERO


Después de su paso por Antequera y Sevilla, Francisco Tomás de San Juan Bautista Márquez Sánchez, que así se llamaba, se asienta en nuestra ciudad definitivamente hasta su muerte, desempeñando la mayor parte del tiempo, la función de fraile limosnero, lo cual le obligaba a recorrer la ciudad a pie y entrar en numerosas viviendas solicitando donativos. Una de esas paradas habituales, la realizaba en el Carmen albaycinero de mi familia, donde mi abuela Juana, atea y republicana, le hacía pasar al interior y departía con él de lo divino y de lo humano, sentados ambos al abrigo de la chimenea en invierno, y en sendas hamacas del patio  junto al botijo de agua fresca, en verano. Mi abuela no creía en dios, pero al hermanico fray Leopoldo, que no se lo tocara nadie que le arrancaba los ojos al que fuera. Después de hacerlo pasar a la despensa, le llenaba la talega, y se despedían amigablemente hasta la próxima semana. El trocito del hábito de su amigo, se lo metimos en el ataúd, tal y como nos lo dejó dicho en vida. Ella murió 29 años después que él, y durante todo ese tiempo, el limosnero capuchino, no tuvo mejor altavoz de su santidad, que el de mi abuela.


MÁS LENTO


Otro de esos expedientes, que inexplicablemente duerme el sueño de los justos, es de de nuestra venerada, Conchita Barrecheguren, que por fin, parece que el próximo seis de mayo, dará un pasito más hacia la santidad. Cuesta trabajo comprender como hay cosas que para el pueblo llano y sencillo son tan claras, y para la institución religiosa, tan opacas o dudosas. Conchita Barrecheguren García nació en Granada el 27 de Noviembre del año 1905. Su padre, Francisco Barrecheguren Montagut, era de Lérida  descendiente  de una familia vasco-catalana. Su madre, Concepción García Calvo, era granadina. Conchita fue bautizada en la Parroquia del Sagrario de la Catedral de Granada el 8 de Diciembre de 1905. Su vida fue breve. No llegó a cumplir veintidós años -más exactamente, veintiún años, cinco meses y dieciséis días-. Al regreso de un viaje a Lisieux (Octubre 1926), una leve ronquera es el anuncio de la tuberculosis. Poco a poco, la enfermedad mina la frágil naturaleza de Conchita y los médicos aconsejan que se le traslade al Carmen que tiene la familia Barrecheguren junto a los bosques de la Alhambra. Se confía en que los aires frescos y puros, que allí llegan con más facilidad desde la Sierra Nevada, puedan frenar el avance de la enfermedad y ayudar a la respiración de la enferma. Lo extraordinario de Conchita es su vida ordinaria y común; pero, además, hay dos cosas específicamente singulares en ella y que le hicieron llamar la atención de quienes la conocieron: Su modo de aceptar y afrontar la cruz y su alejamiento del mundo y de todo lo que pudiera distraerla de su proceso de crecimiento espiritual. Eso, ciertamente, no pasó desapercibido. Que Conchita murió en olor de santidad, es algo que desde el 13 de mayo de 1927, ha corrido como la pólvora por Granada y sus contornos. La Causa de Beatificación y Canonización de, se inicia el 21 de Septiembre de 1938, introducida por el Cardenal Parrado, Arzobispo de Granada, y se clausura, en su fase diocesana, el 7 de Noviembre de 1945. El 9 de Febrero de 1956,  día en que  - curiosamente - murió Fray Leopoldo, el Papa Pio XII aprobó el juicio sobre sus escritos y declaró que en ellos no existe cosa alguna que sea obstáculo, para proseguir su proceso de Beatificación y Canonización. Su padre espera algo parecido, pero todo esto es lento…muy lento, demasiado lento.