domingo, 19 de febrero de 2023

UN SELFI

 UN SELFI



Tito Ortiz.-


Esto de la “autofoto” se ha puesto tan de moda, que las redes sociales te ofrecen un abanico inabarcable de auto retratos de toda clase y condición. Desde auténticas obras de arte, hasta las escenas más espeluznantes, todo te lo puedes encontrar colgado en la red, buscando en la mayoría de las ocasiones, la originalidad aunque en ello te vaya la vida, pues de vez en cuando, nos topamos con la desagradable noticia en los medios, de que alguien ha fallecido buscando ese selfi extremo, que le ha llegado a costar la vida. Pero lejos de contenernos, aun sufriendo ese riesgo, la realidad es tozuda y los que practican esa modalidad de, también.

Mis recuerdos de infancia, me llevan a una Granada en día de fiesta como el Corpus, la salida de la Patrona o, el día de La Cruz, en la que nos poníamos nuestras mejores galas, y era habitual encontrarse a un fotógrafo ambulante, con su cámara al cuello, que al verte especialmente engalanado/a, te ofrecía sus servicios por un módico precio. Te hacía la correspondiente foto junto a la cruz de tu barrio, al paso de La Virgen de Las Angustias, o la Custodia, te pedía tus señas, y a los pocos días aparecía en casa con la foto inmortal de aquel momento inolvidable, sin que nadie pudiera salir lesionado de la acción. Lo mismo que cuando unos días antes de hacer la primera comunión, o una vez hecha, tus padres te llevaban al estudio profesional de un fotógrafo, para inmortalizar la efeméride.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Pero deben saber los amantes del selfi, que esto no es nuevo, y que la historia comenzó hace ya muchos años. Dicen los que de esto saben que, Robert Cornelius, un pionero de la fotografía, realizó un daguerrotipo de sí mismo en 1839, que además de ser el primer autorretrato fotográfico, es uno de los primeros retratos fotográficos de personas. Puesto que el proceso de captura de una fotografía de estas características requería un tiempo de exposición muy largo, tuvo tiempo de sobra para destapar el objetivo de la cámara, tomar la fotografía durante un minuto o más, y volver a tapar la cámara. En la vuelta escribió: «The first light Picture ever taken. 1839». («La primera fotografía lumínica jamás tomada. 1839»). Más adelante, con la aparición de la cámara de cajón portátil Kodak Brownie en 1900, se hizo del autorretrato fotográfico, una práctica extendida. Se solían realizar con la ayuda de un espejo y de un objeto o trípode donde estabilizar la cámara, en la que se encuadraba la imagen con ayuda de un visor situado en la parte superior del aparato.​ A la edad de 13 años, en 1914, Anastasia Nikoláyevna de Rusia, se convirtió en la primera adolescente en realizar un autorretrato fotográfico, que hizo con la ayuda de un espejo. En la carta que acompañaba a la fotografía explicaba: «Hice esta fotografía yo misma mirándome al espejo. Fue muy difícil ya que mis manos estaban temblando». Así que en plena primera guerra mundial, ya tenemos testimonio de la primera mujer en el mundo que se atrevió a hacerse un selfi, eso sí, sin correr ningún riesgo, en las habitaciones privadas de su palacio. Todavía reinaba la cordura.

BIBARRAMBLA

Granada ha tenido durante un siglo o más, una larga tradición de puntos urbanos concretos, donde poder hacerse una foto en paz y sosiego. El paseo del Salón, La Carrera de La Virgen, La Acera del Casino, la Plaza de la Trinidad, y más concretamente, la de Bibarrambla, han sido puntos estratégicos donde, en días despejados y con buena luz, uno iba con seguridad a hacerse una foto simpática, ya fuera con un fondo telonero de la alhambra, o encima de un caballo postinero, con toda la solvencia de un buen resultado más que asegurado. Aquel fotógrafo de guardapolvos gris, con su cámara de cajón de madera, manguilla incluida, sobre un trípode seguro, te hacía posar con sosiego, le quitaba el tapón al objetivo, te decía que no te movieras, y a los pocos minutos tenías la foto de tu infancia o madurez, según el caso. Aquello llevaba su tiempo, pero el resultado quedaba para la historia. Así fue como la foto urbana fue desplazando a la de estudio, aconsejada más para primeros planos, o nupciales. La foto en calle aporta una vida distinta a la instantánea. Eso me lo dijo a mí, el gran Miguel Ferrer, venerado fotógrafo del desaparecido Diario Patria, del que tanto aprendí. Un aprendizaje que después seguí con mi hermano, Juan Ortiz Fernández, ORFER, del que Granada lleva esperando mucho tiempo, una exposición de su valiosísimo archivo particular, que contiene auténticas joyas de la transición política, entre otras valiosísimas gemas de nuestra provincia.

IMPARABLE

Termino reconociendo que esto de los selfis se nos ha ido de las manos. Recomiendo desde aquí, sensatez para todos aquellos que ponen su vida en riesgo, por la nimiedad de colgar una originalidad arriesgada en la red. La fotografía es un arte, y como tal, se merece un tiempo de reposo para su ejecución, y la falta absoluta de peligro para quien la realiza. Se consiguen millones de seguidores con las cosas más sencillas. El 12 de marzo de 2014, un selfi grupal dirigido por Ellen DeGeneres durante la transmisión televisada de la 86ª ceremonia de los Premios Óscar, se convirtió en la imagen más retuiteada de la historia.  La fotografía resultante  fue  compartida a través de la platafoma de Twitter, más de 1.8 millones de veces en la primera hora. Antes morir…que perder la vida.

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