domingo, 28 de abril de 2024

EL CASTILLO DE LA CALAHORRA

 

EL CASTILLO DE LA CALAHORRA


 

Tito Ortiz.-

 

Construido en un breve plazo - la decoración se completa en el periodo 1509-1512-, para su ejecución se aprovecha parte de la cantería de la fortaleza árabe que se asentaba previamente en el cerro y, para su ornato, se importan de Italia materiales, técnicas y artistas. Desconociéndose en la actualidad la traza original del edificio, la dirección de obras se encarga en un principio al arquitecto segoviano Lorenzo Vázquez que, por desavenencias con el marqués del Cenete, se traslada al genovés Michele Carlone. ​Este trabajaría primero en su taller de Génova, desde donde enviaría los mármoles de Carrara ya labrados al puerto de Almería, y posteriormente, ejercer la dirección en el propio castillo para inspeccionar el montaje y el trabajo con materiales locales. La Calahorra es considerada la primera obra de envergadura en la que se documenta el trabajo de artistas italianos en España, si bien el diferente origen de los autores que labran sus piezas (lombardos, genoveses y carrareses), explica las diferencias estilísticas en la decoración del inmueble, que no obstante exhibe una sorprendente unidad.

Las excavaciones arqueológicas constatan que precediendo a la fortaleza renacentista existía otra de época andalusí. La actual se erige a principios del siglo XVI por el hijo ilegítimo del cardenal Mendoza, que fundó en esta comarca un mayorazgo a favor de su heredero, don Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, primer marqués del Cenete y conde del Cid, título último relacionado con su posesión de la fortaleza del mítico Cid Campeador en Jadraque, personaje del que se declararía sucesor y del que adopta sus apellidos. Don Rodrigo Mendoza erige su castillo-palacio en el sur de la meseta, desde donde se obtiene el mejor control visual del territorio circundante.

ANTONIO ENRIQUE

Tuve la suerte hace ya muchos años de que mi hermano Antonio Enrique, poeta, escritor y académico, me sirviera de guía extraordinario, para visitar el castillo de La Calahorra, y así, descubrir todo el encanto y belleza histórica y plástica que esta fortaleza contiene en el Marquesado del Zenete, a las faldas de Sierra Nevada. Yo había visitado el recinto en varias ocasiones, pero hasta entonces, no tuve la oportunidad de descubrirlo en toda su dimensión.

Jamás pude sospechar que la rotundidad arquitectónica de su forma exterior, pudiera albergar en sus entrañas la riqueza de un palacio del siglo XVI, con la influencia artística necesaria, como para diferenciarlo en toda magnitud, de las construcciones españolas de la época, abriendo una puerta a las vanguardias artísticas de Europa, sin escatimar en gastos ni, en los mejores hacedores del momento.

Paseamos una y otra vez, los dos solos, por todas y cada una de sus estancias que, Antonio Enrique define con primor en su novela dedicada al monumento y, a las criaturas humanas o no, que lo habitaron en tiempos de revueltas no solo moriscas. Saliendo a relucir como es lógico, “La Estantigua” con todo el misterio que atesora y la rodea

Es posible que muchos conozcan la historia de éste castillo, inmortalizado en películas y series de éxito, pero si de verdad quieren comprenderlo, no pueden dejar de leer la novela que Antonio Enrique le dedica: “Kalaat Horra”, Tres mujeres solas y abandonadas lloran su desgracia. Mencía de Mendoza que añora los años vividos con su esposo. María de Mendoza que espera el reconocimiento y aprecio de su amante, D. Juan de Austria. Y Ana de Austria, monja, que enloquece buscando a su hermano Francisco arrebatado a su madre cuando niño.

VISTA POSTERIOR

Yo recomiendo primero la lectura de la novela de Antonio Enrique, antes de proceder a su visita, porque la sensación será totalmente beneficiosa para entender la grandeza de la obra y de quienes la habitaron. El proyecto de La Calahorra debió gestarse durante el viaje que don Rodrigo realiza a Italia entre 1506 y 1508, durante el cual debió encargar y obtener los primeros planos y diseños para la decoración de su castillo. Por otro lado, del inventario realizado por el gobernador de Valencia de la biblioteca de don Rodrigo Díaz de Vivar, ​ heredada en buena parte de su padre el cardenal Mendoza, se desprende la sobresaliente formación humanista de la familia, hecho que también quedaría reflejado en el programa decorativo del interior del castillo. Con 632 volúmenes, la biblioteca contaba con una importante presencia de textos clásicos grecolatinos, así como literatura, tratados de arquitectura y filosofía de autores del renacimiento italiano.

El castillo fue habitado por don Rodrigo de Mendoza y María de Fonseca tan sólo durante ocho años tras concluirse las obras, y sería tomado en heredad por sus hijas. Recobrará un importante protagonismo durante la Rebelión de las Alpujarras o Guerra de los Moriscos (1568-1571), especialmente violenta en el marquesado del Cenete, sirviendo de refugio de los proclamados cristianos viejos y acuartelamiento del marqués de Mondéjar. Posteriormente fue abandonado durante siglos, hasta que a principios del siglo XX estuvo a punto de ser vendido y trasladado a Estados Unidos, antes de pasar a su actual propietario. En cuanto a los restos documentados de la fortaleza árabe de época anterior, se conservan muros de torres y de un bastión, así como dos pequeñas albercas y parte de una muralla. Debido a la concentración de teja y mortero de cal en el interior del primitivo recinto, es muy probable que la fortaleza albergara una pequeña población.

A tiro de piedra desde Guadix, no me canso de recomendar una pausada visita, en la seguridad de que el viajero no quedará indiferente ante un resto de nuestra historia de una importancia tal, que por ser nuestro, a veces no ha merecido toda la atención que sus muros merecen y, es nuestro patrimonio.

 

 

domingo, 21 de abril de 2024

JOSÉ NAVAS-PAREJO

 

JOSÉ NAVAS-PAREJO


 

Tito Ortiz.-

 

Malagueños y granadinos reivindicamos su persona porque, nació en Álora (Málaga) en la calle Escribanos, el 22 de octubre de 1883 y se trasladó a Granada con su familia cuando contaba siete años de edad, donde vivió hasta su muerte acaecida el 10 de marzo de 1953. Sus padres tuvieron veintidós hijos y, él fue uno de los últimos en llegar a familia tan numerosa y religiosa, algo que pronto daría sus frutos en su formación y vocación hacia el arte religioso, donde llegó a brillar como escultor, imaginero y orfebre. Todo comenzó al observar sus cualidades como alumno aventajado, de la Escuela de Bellas Artes y Artes Industriales de Granada donde fueron sus primeros profesores Manuel Gómez-Moreno González en pintura, y Francisco Morales González y Francisco Mariño Peñalver, en escultura. Destacó en modelado y vaciado y con veintidós años fue nombrado profesor meritorio de los talleres de escultura de dicho centro docente.

Antes, en 1898, con quince años, concurre a la exposición de Bellas Artes que patrocina el ayuntamiento y obtiene medalla de oro por un altorrelieve titulado "El Dios Pan". A partir de entonces le llueven los premios y menciones honoríficas. De familia humilde, atendía a las necesidades de su casa con su trabajo, participando en dichos concursos. Tanto es así que en 1904 se libra del servicio militar gracias a la idea del escritor, Francisco de Paula Valladar de subastar una de sus obras con la que pagar la "cuota" de recluta y poder así continuar colaborando con la economía familiar.

PROFESIONAL ACREDITADO

En 1907 realiza la primera talla de gran envergadura: la imagen de San Agustín para la iglesia que la orden tiene en la calle de Elvira; Representado como obispo, con el báculo en la mano izquierda y el corazón inflamado de fe, amor y caridad, en la derecha, le sirven de pedestal sus libros y tres bustos de herejes que se revuelven airados y confundidos. La cabeza del santo tiene mucho carácter y enérgica y vigorosa expresión.

 

Tras su paso por los talleres catalanes de Ríus, vuelve a Granada, En su taller de Santo Domingo le surgen los encargos y realiza el mausoleo de los padres Agustinos en el cementerio de Granada, y la restauración del monumento a Colón. Realizó importantes trabajos para la ciudad en el campo de la escultura funeraria y conmemorativa (no hay más que visitar el cementerio de Granada y ver sus obras realizadas en piedra y bronce): En 1917, comenzaría el gran relieve-lápida conmemorativa con motivo de la celebración del III Centenario del doctor eximio Padre Suárez, fundador de la primera universidad granadina, en mármol de Carrara, cuyo boceto fue examinado en sus talleres por el arzobispo monseñor Meseguer, que se encuentra en la plaza de las Pasiegas, en el edificio de la curia. Este trabajo le valió la fotografía autógrafa del papa Benedicto XV y su bendición para él y su familia.

EL TALLER MÁS GRANDE QUE HA TENIDO GRANADA

En 1919 su taller cuenta con más de cien obreros. En 1921 realiza un busto del duque de San Pedro de Galatino en mármol, que, al ser conocido en Madrid, el propio rey Alfonso XIII le encargaría también su retrato con destino al Palacio Real de Madrid, que realizaría en mármol y jaspe, el primero de las canteras que el duque de San Pedro de Galatino poseía en Sierra Nevada. Quedó el monarca tan satisfecho del resultado que envió al artista una fotografía autógrafa y le concedió una audiencia especial. Poco antes de 1924 decide montar un taller de orfebrería religiosa con el apoyo de los padres Agustinos; su primer trabajo es de gran importancia: se trata de construir un altar mayor, un sagrario y un tabernáculo con destino a la Catedral de Granada, por encargo de los duques de San Pedro de Galatino, con los que les unía una gran amistad. El altar se realiza en piedra serpentina y se remata con un tabernáculo de plata repujada, de estilo plateresco, inspirado en la puerta del perdón de Diego de Siloé.

 

MAESTRO DE MAESTROS

 

Sería imposible añadir aquí, la lista interminable de todos los artistas que pasaron por su taller, impregnándose de su magisterio extraordinario, pero no me resisto a nombrar algunos como, José Gabriel Martín Simón,- autor del Cautivo de Málaga entre otras grandes obras -  Antonio Martínez Olalla, Antonio Cano Correa, Carmen Jiménez Serrano, Antonio Moreno Grados, Benito Barbero Medina, Manuel López Vázquez, Aurelio López Azaústre o Pepe Castro Llamas, entre otros muchos.

Una de sus obras, muy afamada, fue la copia exacta de la Virgen de las Angustias para la colonia de granadinos que vivían en la ciudad de Buenos Aires (Argentina) realizada en 1947, para la que el ayuntamiento granadino acordó regalar un sagrario de plata repujada, creado también por Navas Parejo para acompañar el lugar del culto de la imagen. En 1949 talla una Inmaculada a tamaño natural, para la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Granada, en madera policromada, copia de la que recibe culto en Alhendín, de Pedro de Mena.

Con su muerte desapareció uno de los artistas emblemáticos de Granada y, el taller más importante de todo el siglo xx en esta ciudad. Pero si hubiera que destacar algo importante de toda su trayectoria brillantísima, es sin duda su capacidad para entusiasmar y formar a grandes artistas que pasaron por su inigualable magisterio, y que después, han dado testimonio de gratitud hacia su persona, por todo lo que les aportó en su formación, no solo artística, sino también, humana. Alguno me confesó que, después de trabajar en el taller de Navas-Parejo, salió de allí siendo mejor persona. Y eso creo que es lo mejor que se puede decir de un gran maestro.

 

 

domingo, 14 de abril de 2024

EL TORREÓN DE LAS GABIAS

 

EL TORREÓN DE LAS GABIAS

 


Tito Ortiz.-

 

Si el caminante sale en línea recta de Armilla, en paralelo a la base aérea, pronto llegará a un municipio protegido por el manto sagrado de La Virgen de Las Nieves. Para encontrar los primeros indicios de presencia humana en Las Gabias, hay que remontarse varios miles de años atrás. Durante la dominación romana, la población se traslada a una zona cercana, donde se encuentra un importante asentamiento romano, del que se han descubierto las ruinas de un molino de aceite y algunas viviendas, pero lo único visible del lugar es el Baptisterio Romano. Recientemente se han descubierto restos romanos en la pedanía de Híjar.

En época de dominación musulmana se denominaba, “Gaviar Alcobra” al municipio. Según el historiador Almagro Cárdenas, la palabra Gabia proviene de Gaviar, que significa sitio abundante en hoyos, debido a que al parecer existía en este lugar una colonia ibérica destinada a explotar las canteras de yeso existentes en el cercano Montevive.

La historia moderna de Las Gabias comienza con la Reconquista cristiana y la repoblación llevada a cabo por Felipe II, llegando pobladores de distintos puntos de la península. En el siglo XVII los historiadores, al mencionar a ambos lugares, se refieren a Gavia la Grande y Gavia la Chica, sustituyendo en el siglo XIX la v por la b, y pasando a la denominación definitiva de Gabia Grande —con su anejo de Híjar— y Gabia Chica como dos municipios independientes, sin que en ningún caso apareciera el nombre de Las Gabias. Hasta el siglo XIX el pueblo pertenecía al Condado de Gavia y, era uno de los pueblos más prósperos e importantes de la provincia, con la industria de los tejares en auge y el cultivo de lino, cáñamo y remolacha, hasta que se impuso el cultivo del tabaco a comienzos del siglo XX.

BUQUE INSIGNIA

Conquistada Gabia dos años antes que Granada por, Fernando El Católico, se dice que dio orden de demolición del que ahora es su monumento más emblemático. Su famoso Torreón, pero afortunadamente, por aquello de que las cosas de palacio van despacio, la orden no se llevó a cabo entonces.

El Torreón es una construcción de planta rectangular (8 x 11 m) y 13,50 m de altura. ​ Los muros están realizados en tapial, con esquinazos de sillería y algunos recalzos de ladrillo. Actualmente tiene tres plantas, con estancias cubiertas con bóveda de cañón, en las dos primeras. En su estado original parece que contó con cuatro plantas. ​ La planta baja tiene acceso directo desde la calle y, según algunos autores, pudo ser un aljibe. En la planta primera, a la que se accede desde una casa del siglo XVI adosada a la torre, en los testeros de una de las salas, hay arcos de herradura, con arquivoltas de gallones. En uno de ellos se abre un balcón a la plaza, construido en época moderna, y que supuso la destrucción de un friso de mocárabes. La segunda planta tiene una sola estancia, cubierta con alfarje, cuyas jácenas están apoyadas en zapatas. Tiene una escalera de acceso a la actual terraza. En todo el interior se percibe un fino acabado de decoración de yeserías, que contrasta con el aspecto defensivo exterior. Dicen, los que de esto saben que, Leopoldo Torres Balbás, opinaba que esta torre debió estar, en su momento, rodeada de una muralla.

La obra se atribuye, sobre todo por la decoración interior (que incluye el escudo y lema de los nazaríes), al periodo nazarí, y suele relacionarse con otras obras similares como la Torre del Soto de Roma o la del Bordonal, ambas en la Vega de Granada, al igual que esta. Al parecer tenían una función de refugio de los habitantes de las alquerías cercanas y fueron abundantes, aunque buena parte de ellas se demolieron, según las crónicas de Hernando del Pulgar. La decoración se incorporó, posiblemente, a finales del siglo XIV o comienzos del XV, y el alfarje de la tercera planta, ya en época cristiana, pues, en 1506, Doña Juana I de Castilla ordenó demoler la cuarta planta y la bóveda de la tercera. ​ De ésta forma lo que había ordenado su padre años antes, se llevó a cabo, pero solo en parte, afortunadamente para nosotros.

UN FUERTE FLAMENCO

En la segunda mitad del siglo XX, la casa adosada y el jardín de la misma, se convirtieron en la sede de una peña flamenca, desde donde el flamenco más cabal se irradia a toda la provincia. La Peña Cultural de Arte Flamenco de Las Gabias, con una trayectoria más que interesante en la promoción del buen flamenco y las jóvenes figuras, ha tenido épocas de un gran esplendor. Por su escenario han pasado artistas del primer escalafón y, otros emergentes que ya están consagrados como, por ejemplo, Javier Montenegro o Miguel Molina Ochando, que actuaron en su patio con pantalón corto y yo los presenté. También me cupo el honor de conferenciar en diferentes ciclos que allí se organizaron, con grandes compañeros de las ondas como, Paco Carmona, director entonces de Radio Cadena Española en Granada. Sobre su escenario dieron los primeros pasos bailaoras preadolescentes como, Rosa Mercedes Zárate o Beatriz Martín. Esos ciclos flamencos, llamados por nosotros amigablemente: “Las Noches del Torreón”, compitieron en buena lid durante muchos años, con los organizados por La peña Frasquito Yerbagüena de Cúllar Vega, La Platería, o la Tertulia Flamenca Manuel Salamanca de Antonio Trinidad. El entusiasmo del cartero de Gabia era tan grande, que, en la medida de sus posibilidades, por el Torreón, pasaron los artistas más interesantes del momento, y los que, siendo niños, llegaron a ser figuras. Eso es un Torreón con arte y lo demás es tontería.

domingo, 7 de abril de 2024

 

El futuro de la semana santa de granada. (Foto Silvia María de Luque)

PASCUA DE RESURRECCIÓN

 

Tito Ortiz.-

 

La Agencia Estatal de Meteorología no ha fallado en esta ocasión y, los peores pronósticos para los cofrades se han cumplido, pero nada ha caído en saco roto, ni en lo espiritual, ni en lo tradicional y religioso. Es más, algunas hermandades han tenido la oportunidad de salir a las calles y, dar testimonio de Fe con lo mucho y bien trabajado en el último año.

El agua que nos ha estropeado algunos desfiles penitenciales, es más necesaria que nunca y, además, no ha caído toda la necesaria, pero la suficiente como para que Granada no tenga las tan temidas restricciones que, en otras zonas padecen y van a padecer. Por lo tanto, debemos agradecer que, aunque hayamos tenido una semana santa deslucida, el beneficio general para la ciudadanía con lo llovido nos va a reportar mejores cosechas, mejor crianza de nuestro ganado para el consumo y, lo más importante, que cuando abramos el grifo tengamos la seguridad de que el abastecimiento humano, al tiempo que razonable, estará cayendo siempre con moderación.

AÑO COFRADE

Es verdad que lo habíamos preparado todo con esmero, que en los últimos meses, se ha notado el impulso general que proyecta la semana santa granadina, cada vez más consciente de la importancia para todos los sectores afectados, pero sobre todo, con el sentido de la solidaridad social que conlleva la actividad de una cofradía, tal vez el menos divulgado, pero hay que decir de una vez por todas que, las hermandades granadinas, no solo llevan a cabo una labor social en beneficio de los colectivos más desfavorecidos, sino que, dinamizan económicamente un sector cada vez más importante principalmente el de la talla, el dorado, los bordados, la orfebrería, la cera y la flor, que muchas veces constituye el sustento de muchas familias, sin que esto repercuta mediáticamente en toda su dimensión e importancia.

El censo aproximado de los componentes  de las hermandades de penitencia, sin incluir las de gloria, alcanza ya en Granada, una cifra que puede estar rondando las treinta mil almas, un asunto a valorar, no solo por la iglesia instituida, sino por los responsables políticos que, en la medida de sus posibilidades, deberían prestar mayor atención y cobijo a los intervinientes en estas asociaciones religiosas de la iglesia católica, que mantienen viva la llama de la tradición, con el coste económico que esto conlleva, además de las horas dedicadas a las tareas propias internas, restadas al ocio o la familia y que se dan por bien empleadas con carácter gratuito.

A la iglesia hay que reconocerle que, pese a la drástica reducción de vocaciones sacerdotales, sigue prestando un servicio en los directores espirituales de las hermandades, realmente impagable, si tenemos en cuenta como se multiplican para atender a todos los cofrades, dándole sentido a su militancia religiosa que, por otra parte, es fundamental para que no perdamos el norte en nuestro cometido. La cantidad de cultos en las hermandades, basamento irrenunciable de su razón de ser, requieren la presencia del sacerdote identificado con este proyecto, en el que a veces, hay que reconducir posturas, señalando la dirección adecuada y eso siempre tiene que hacerlo el cura de nuestra hermandad.

DE CARA AL EXTERIOR

La publicación de carteles, libritos de horarios o ediciones especiales de revistas cofrades, nos hacen tener una mayor presencia en la sociedad, y, por lo tanto, una mayor responsabilidad a la hora de dar ejemplo de nuestra condición cofrade. Ocurre lo mismo con la proliferación de pregones, en los que los hombres y mujeres de la semana santa granadina, exaltan públicamente su condición, su Fe y motivación que les ha llevado a esta forma de vida, presentándose así a la sociedad que nos alberga, presumiendo con razón de pertenecer a una hermandad, dando testimonio de su condición cofrade, que no es más que la de vivir la Fe, en pos de la solidaridad con nuestros semejantes, a los que después de vivir toda nuestra vida en la espiritualidad monástica que nos distingue, les ofrecemos esa hermosa catequesis en la calle durante una semana, como único distintivo de nuestra razón de ser y existir.

Con la lluvia se nos ha ido una semana santa, plena de madurez espiritual, con las filas engrosadas en más de un treinta por ciento, con respecto a la anterior, con las mejoras artísticas que se van consolidando en torno a nuestros titulares y, con multitud de nuevos proyectos en marcha y otros aprobados, lo que hace de la semana santa granadina, una de las más valoradas por propios y extraños. No exagero si afirmo que, nuestra semana de pasión está viviendo en este tiempo su época más atractiva, no solo desde el punto de vista artístico, sino desde la conciencia cofrade, que hace que cada vez en mayor medida, la juventud se acerque a las hermandades, asegurando así un futuro extraordinario, que coincide con la consolidación de bandas de música, y la mayor época creativa con nuevas partituras que engrandecen el rico patrimonio de la música cofrade.

La Pascua marca el final de la Semana Santa (y del Triduo Pascual), en la que se conmemora la muerte y resurrección de Jesús. La Pascua inicia un período de cincuenta días llamado, Tiempo pascual que termina el día de Pentecostés. Se trata de la mayor alegría para un cristiano, y más aún, para un cofrade militante. Nuestro pensamiento ahora debe estar en que, nos quedan doce meses para volver a las calles con nuestros pasos, pero hay que recordar que lo mejor será el camino a recorrer para llegar a ello​. Feliz semana santa 2025.