domingo, 12 de octubre de 2025

 


CLAUDIA

 

Tito Ortiz.-

 

Desde que el mundo es mundo y la Alhambra reina sobre la colina roja, Granada ha tenido un idilio permanente con el séptimo arte, pues no hay un actor, una actriz o un director que, tarde o temprano, no haya recalado por Granada para admirar su belleza. Desde los pioneros del cine mudo, por aquí ha pasado todo el mundo que es algo en el celuloide. Las fotos que cuelgan en las cuevas del Sacromonte, o las que había en el desaparecido restaurante “Sevilla”, así lo atestiguan, junto con los fondos del archivo de Ideal y las hemerotecas.

Se cuentan por decenas las películas rodadas, tanto en la capital como en la provincia. No olvidemos la super producción de los hermanos Marx con el paisaje de Loja, los diferentes Wéstern en las eras de Guadix, o las que se han rodado con la Alhambra por testigo o el Sacromonte junto con el Albayzín.

Granada y su provincia constituyen un decorado irrepetible para cualquier producción que se precie y, esto es curioso, fueron los extranjeros, antes que los nativos los primeros en darse cuenta de la belleza de nuestro paisaje y el altísimo valor de nuestro patrimonio artístico.

GRANADA BIEN VALE UN PASEO

Era uno de los últimos grandes mitos todavía con vida de la época dorada del cine italiano. La actriz Claudia Cardinale falleció el mes pasado a los 87 años de edad, rodeada de sus hijos en su residencia de Nemours, cerca de París. Intérprete en más de 150 películas, Cardinale, considerada una 'sex symbol' en los años 60 del siglo pasado, trabajó con algunos de los más grandes cineastas italianos, como Luchino Visconti, Federico Fellini, Sergio Leone o Mario Monicelli. También se puso a las órdenes del director estadounidense Richard Brooks, con quien deslumbró en su western 'Los profesionales', y del franco-armenio Henri Verneuil, entre otros.

Su mayor reconocimiento, no obstante, le llegó con las dos cintas en las que participó en 1963 con Visconti y Felllini como directores. Con el primero rodó 'El Gatopardo', en la que estuvo acompañada por otros gigantes del celuloide de la época como Alain Delon y Burt Lancaster. Aquel año formó además parte del reparto de la 'felliniana' 'Ocho y medio”, en la que coincidió con Marcello Mastroianni. «Nos deja la herencia de una mujer libre e inspirada, tanto en su carrera femenina como en la artística», señaló el agente de la actriz, Laurent Savry, al dar a conocer la noticia de su fallecimiento.

Nacida en Túnez en 1938 en una familia de emigrantes de origen siciliano, Cardinale debutó en el cine en los años 50 del siglo pasado para convertirse en la década siguiente, junto a la también italiana Sofía Loren, en una de las grandes estrellas del celuloide, tanto en su país como internacionalmente. Precisamente en aquella época se le consideraba como una de las mujeres más hermosas del mundo. Durante sus cerca de 60 años de interpretaciones cinematográficas, Cardinale acumuló una gran cantidad de premios, como un León de Oro del Festival de Venecia y un Oso de Oro del Festival de Berlín, ambos en reconocimiento a su carrera, además de cinco David de Donatello.

CONSCIENTE DE SU BELLEZA

Con una enorme capacidad para reírse de sí misma y afrontar papeles muy diferentes entre sí, la actriz no tenía problemas para pasar de la comedia italiana a los 'spaghetti western', sin desdeñar las producciones de Hollywood o las cintas más dramáticas. El público comenzó a fijarse en ella por su papel en la inolvidable 'Rufufú', dirigida por Mario Monicelli en 1958, una cinta nominada al Oscar a mejor película de habla no inglesa y en la que Cardinale compartió pantalla con Mastroianni y con otro divo del cine de su país como Vittorio Gassman.

Como contaba la propia actriz en su última entrevista, publicada en la revista semanal del diario Corriere della Sera el pasado mes de enero, aunque logró una excelente acogida con 'Rufufú' y con 'La chica con la maleta', dirigida por Valerio Zurlini, no fue hasta que rodó las citadas cintas en 1963 cuando entendió «que el mundo me acogía como a su diva». En aquella entrevista se mostraba orgullosa de haber sido una referencia de la cultura italiana, aunque reivindicaba sus orígenes tunecinos y sicilianos, que le llevaron a ser doblada en sus primeras cintas debido a su fuerte acento. También justificó su decisión de residir en Francia porque «la relación con las personas públicas es un poco más vivible que en Italia», donde se sentía «un poco encerrada» a causa de la fama. Los últimos años de su vida Cardinale los ha pasado impulsando la labor de su fundación, dedicada a promocionar a artistas contemporáneos. Madre de dos hijos, el primero de ellos fruto de una violación, deja además dos nietos.

GRANADA, PARADA OBLIGATORIA

El año en que Massiel ganó Eurovisión, se rodaron en la provincia casi veinte películas, entre ellas: “Hasta que llegó su hora”, protagonizada por Henry Fonda, Jason Robards, Charles Bronson y Claudia Cardinale. La película la dirigía Sergio Leone y el guion correspondió a Bernardo Bertolucci. El rodaje se estaba llevando a cabo en tierras accitanas, cerca de la estación de La Calahorra, pero aprovechando la festividad del Corpus, actores, actriz y director se acercaron a Granada. Estuvieron en los toros, visitaron nuestro monumento emblemático, comieron en el mítico restaurante “Sevilla” de Juan Luís Álvarez y pasearon por la ciudad, como lo atestigua la foto que ilustra esta crónica, en la que Claudia Cardinale está sentada en un banco de los jardines cercanos a la biblioteca de Granada.

Granada sigue siendo una ciudad…De Cine.

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