martes, 6 de marzo de 2018
CALETA
CALETA
Tito Ortiz.-
La estación del metropolitano en La Caleta no tiene buen bajío. Si te apeas, por un lado, vas directamente al juzgado, y quién sabe si hasta Albolote, con el billete gratis para “El Rejas Palace”. Si lo haces por el otro costado, caes sobre las urgencias hospitalarias, y con un poco de malafollá, en el quirófano. Así que la cosa no pinta nada bien, lo mismo que el futuro de las escaleras mecánicas de las estaciones subterráneas, de las que recuerdo por su especial fragilidad, las instaladas en Alcázar Genil, Recogidas y Méndez Núñez. Quiero desde aquí hacer un llamamiento a los lectores de Ideal, y pedir la colaboración muy especial de, aquellos que siguen mi columna de todos los martes. Debemos echarnos a la calle como auténticos sabuesos, y averiguar cuanto antes, en que desguace o chatarrería, fueron compradas las escaleras mecánicas que se han instalado con total impunidad en el metro de Granada. Unas escaleras que, a pesar de los pocos meses de funcionamiento, desde el primer día están averiadas, y no hay una sola jornada en la que alguno de sus tramos no esté clausurado, mientras una cuadrilla de hombres de gris, las desarman y las arman, para que puedan cumplir su cometido, que no es otro que el de bajar al anden o subir a la superficie a los usuarios del metro granatensis. Debemos saber en qué, “todo a cien”, se han adquirido y pedir responsabilidades, porque no podemos estar años y a años esperando el metro, y cuando nos lo ponen en marcha, lo hacen con unas escaleras mecánicas caducadas, averiadas por tramos desde que se inauguraron, y con otros acompañados de ruidos sospechosos, que te ponen la mosca detrás de la oreja cuando te subes en ellas. Crujen, chirrían, yo diría que algunos peldaños se quejan por seguiriyas, y otros por carceleras, presagiando así, el lugar donde deberían estar los responsables de tamaño desatino.
Y si hay que pedir responsabilidades a los usuarios y reprenderlos, hágase cuanto antes, pues las escaleras mecánicas de nuestro recién estrenado metro están a punto de “petar”, que diría un moderno. Y hablando de ellos/as, a lo mejor hay que poner mayor atención en esos/as usuarios/as que cuando tu vas tranquilamente ascendiendo por las escaleras mecánicas, ellos/as que van muy deprisa a ninguna parte, te echan a un lado para subir a mayor velocidad las escaleras y ganarle tres segundos al tramo. Son criaturas descerebradas y faltas de educación y buenas costumbres, que molestan a los demás sin beneficio alguno, y lo que es peor, olvidan que junto a la escalera mecánica que ellos están maltratando, existe una de obra y fija de color gris, que les permite subir a toda velocidad sin molestar a nadie. Esto debería ser vigilado por los chicos y chicas de amarillo fosforito, encargados del orden y la seguridad en las estaciones. Y habría que pedir responsabilidades penales y económicas, a todos aquellos que apartan a un lado a los pacientes usuarios que suben en las escaleras mecánicas del metro, mientras ellos con sus zancadas, a veces de dos en dos peldaños, hacen sufrir al mecanismo de ascenso “escaleril”, seguramente sometiéndolo a un desgaste erosionante, impropio de la función que este tiene que llevar a cabo, que es subir al viandante tranquilamente, sin que nadie de saltos en los peldaños, que imagino será como darle patadas en los riñones a la estructura. Pónganse desde hoy a disposición judicial, a todos los que atropellan a los humanos y la razón, corriendo por las escaleras mecánicas, mientras las de obra no las utilizan estos/as gamberros/as incívicos/as, cuya lengua Alá confunda.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario