Tito Ortiz.-
Estas olas de calor sucesivas, con noches en vela, sin tener siquiera el alivio de escuchar la campana de la Vela, continuas idas y venidas al frigorífico, miradas al reloj, y seguimiento de los programas de radio durante la madrugada, dan como resultado la constatación de que, los programadores de las emisoras, en ausencia del estudio general de medios hasta la próxima temporada, dejan mucho que desear, es más, yo pienso que deberían devolver el sueldo de estos dos meses. De otro lado, la falta de descanso y las altas temperaturas, te hacen vivir un trance, una especie de duermevela, con un estado general que en el Albayzín llamamos desde siempre, “apollardamiento”. Un no sé qué y un qué sé yo, durante el que no sabes si estas despierto o dormido, y en el que se suceden una serie de imágenes y noticias, dignas de un perfecto estado alterado de conciencia, en el que eres incapaz de discernir si eres vivo o durmiente. De hecho, durante estas noches he tenido la sensación de que en el Congreso de los Diputados, se sucedían las votaciones para no llegar a ningún sitio, cosa extraña donde las haya. Tenemos tres centenares y medio de hombres y mujeres, a los que pagamos un sueldo de ricos, que no solo no han hecho su trabajo - formar gobierno - sino que prorrogan su incapacidad hasta septiembre. Nos están tomando el pelo. Estoy seguro.
De igual manera, me ha parecido asistir al conocimiento valiente y hasta cierto punto temerario de que, Munir Baatur, se presenta a la presidencia de Túnez, declarándose abiertamente homosexual y defensor del colectivo LGTBI, en una tierra donde esto se castiga no solo con la cárcel, sino con la condena al ostracismo de por vida. Eso sí es valentía, y no dar cuatro voces detrás de una pancarta, que también. Este hecho único en una nación árabe, no debe caer en saco roto, es más, creo que necesita de todo el apoyo internacional posible, porque tal acto heroico, puede quedar diluido como un azucarillo en un vaso de agua. Avanzada ya la madrugada, no sé si soñé despierto que, un patán despótico, un tal Johnson, cuyo mimetismo con un estadounidense que escupe piedras es flagrante, se ha hecho con el destino del Reino Unido y un Brexit, que nos costará a todos los europeos dios y ayuda reparar. ¡Gibraltar Español!. Esto último no viene a cuento, pero esta calor me hace desvariar. Que alguien sople en Sierra Nevada con dirección a la urbe, por favor, que me “guervo” loco. Estoy en el balcón a pecho descubierto mirando la Luna, y el viento que no llega. Me tumbo en el colchón que desprende fuego por la cara de verano, y me asalta la mente un pensamiento insano. Un coreano que se pela a lo, Fray Junípero Serra, no tenía nada que hacer y para animar el cotarro, ha lanzado dos misiles sobre el mar de Japón, mientras que Israel redobla los ataques a Hezbolá en plena tensión con Irán, y un secretario de seguridad mexicano, muere en accidente de helicóptero, a cincuenta kilómetros de su despegue, sin que nadie sospeche nada, claro que en México, ¿quién va a sospechar? Por cierto que, mi amigo Gerardo Cuerva, ya ha convocado un concurso oposición para, cubrir una plaza de traductor español-catalán, dado que su homónimo barcelonés, Joan Canadell, flamante presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, acaba de excluir el castellano como idioma en todas sus comunicaciones. No me negarán que la noche va de aúpa, o chupa dómino como mínimo. Hasta octubre nos quedan cuarenta y siete olas de calor. Ánimo.