viernes, 6 de septiembre de 2019

SEGISMUNDO

SEGISMUNDO

Tito Ortiz.-

¡Ay mísero de mí! ¡Ay infelice! Apurar, cielos, pretendo ya que me tratáis así, ¿qué delito cometí contra vosotros, naciendo? Por qué tengo que aguantar la sinrazón de quienes, escondiéndose tras las siglas de sus partidos, ganan opíparos sueldos -algunos hasta "rebañan"- por no hacer nada, por no estar preparados para desempeñar las funciones innatas a, la defensa de los intereses de los ciudadanos, por carecer de la titulación exigida, incluso para manejar una escoba y un recogedor, por eso, el delito mayor del hombre es haber nacido. De lo contrario, Granada no nadaría en basura como al mundo es bien notorio. Más si en vuestro alcázar mortuorio, me aprestáis venganza fiera, mirad bien que aquí os espera, otra vez... don Juan Tenorio. Próximos los cementerios hermanos están, y pone el vello de punta comprobar el estado en que se encuentra su carretera de acceso, la que corona El Llano de La Perdiz. Pulmón natural de Granada, de vistas privilegiadas y deportistas sin techo. El estado de la pista es tan peligroso, que corren peligro quienes la toman para correr, o transitan en coche o moto. Su conservación es denunciable a las autoridades competentes, que en semejante situación de alto riesgo, añaden la falta de limpieza en un paraje donde la basura y el matorral, campan a sus anchas, como si no pretenecieran al municipio.Sólo quisiera saber para apurar mis desvelos (dejando a una parte, cielos, el delito de nacer), qué más os pude ofender para castigarme más. ¿Por qué tengo que soportar? que desde el Puente Verde a la Fuente de La Bicha, la basura y los matojos campen por sus respetos, hiriendo la vista al pueblo, con olores nauseabundos y riesgo de males, típicos de enfermos. Aunque si nací, ya entiendo qué delito he cometido. Bastante causa ha tenido vuestra justicia y rigor; pues el delito mayor del hombre es haber nacido. Y haberlo hecho en Granada, donde su belleza clama y reclama, mejores cuidos de sus políticos. En otra ciudad más fea, la basura y los ramajos, llaman menos la atención, pero en esta joya de Al-Andalus, donde civilizaciones varias dejaron su legado, se exige a los demandados, exquisito trato en conservación y cuidado, pues como elegidos por el pueblo, deben prestar el servicio demandado. No es posible a éstas alturas, que El Lavadero de La Puerta del Sol, sirva de recipiente para escombros y cascajo, la basura del día y los restos de botellones a destajo, que a la luz de la luna, se celebran en lo alto de ese barrio de Los Alamillos, frontera de judios y cristianos. Ahora que ya por fin, Torres Bermejas ha dejado de ser, la letrina del barrio alto, no debemos consentir que la degradación vaya bajando. Se que alguno de los Caballeros 24, ni siquieran han pisado estos lugares sacrosantos, por eso recomiendo su visita y desde el conocimiento de tan triste realidad, la urgente reparación de tanto quebranto, en lugares tan entrañables, por la plebe visitados. Lloro con duelo ante la Puerta de Monaita, lugar por las ordas masacrado, sufro por la Fuente del Avellano y sus contornos, abandonados a su suerte tanto por dios como los humanos, y mi lamento es eterno, cuando camino del Dauro, bajo desde El Llano de La Perdiz a Jesús del Valle, es que se me caen los palos del sombrajo. Es del vulgo bien sabido, que un registrador de la propiedad, mientras se rasca las pelotas, gana un dineral. Pues mucho más grave es lo de, un político elegido por el pueblo, ahí si que no hay salvación.

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