martes, 14 de enero de 2020

CANASTA DE TRES

CANASTA DE TRES

Tito Ortiz.-

Que Alá confunda mi lengua, si no es verdad lo que digo: Soy uno de los que durante mucho tiempo, apreció la profesionalidad de, Francisco Javier Imbroda Ortiz, caballa brillante que desde el África hermana, pasó a la península para triunfar bajo los aros. Desconozco su trayectoria como jugador de baloncesto, pero como entrenador, siempre me pareció un hombre coherente y de fiar, pese a su fugaz paso por la selección española, sin llegar a despejarme algunas incógnitas. Pero comencé a sospechar cuando decidió militar en política, y más aún, haciéndolo en  un partido cuyo líder salió en bolas para decir, aquí estoy yo, y en el que militaba el otrora actor de vodevil, Toni Cantó, o el valenciano, Antonio García del Moral, - como prefieran -  especialista a la sazón, en defenestrar partidos políticos, y si no, que se lo pregunten a Rosa Díez, o al novio de la cantante Malú. Toni, por donde pasa deja un paisaje desolador, como si una mascletá de su tierra, volara por los aires todo proyecto político en el que él intenta abrirse camino, no sin meterse en algunos charcos históricos, que han quedado en el archivo de la historia, haciéndonos preguntar a más de uno, porque éste chico dejó las tablas, para ofrecer tan pírrico bagaje político carente de aportación alguna a la sociedad. Pues con estos antecedentes, el bueno de, Francisco Javier Imbroda, alistose en el partido más castigado en las últimas generales, y aunque perdieron las elecciones, el pacto con el PP, le ha permitido llegar, nada menos que a, dirigir dos consejerías, una de las cuales no seré yo quien la discuta, porque al menos en deportes quiero pensar que está algo versado. Lo que ya me eriza el pelo es cuando lo veo y oigo hablar de reformas en la Educación. Lo observo y tengo la sensación de que, está planteando algo que él no ha parido, es como el actor que recita su papel sin hacerlo suyo. A mí me parece que en su caso concreto, su nombramiento para dos consejerías tan importantes, ha sido mucho arroz para tan poco pollo.
Una cosa es entrenar a la élite del baloncesto, y otra administrar los pocos recursos que hay para satisfacer la demanda del deporte de base en Andalucía, que incluye – por ejemplo – la pesca y el ajedrez, facetas estas en las que no sé como se desenvolverá, Francisco Javier, el ex seleccionador nacional de baloncesto. Del otro lado está la educación, uno de los pesos pesados en nuestra región, que arrastra como la sanidad, males endémicos desde hace decenas de años, y a juzgar por sus intervenciones públicas, Imbroda se muestra más perdido que el barco del arroz. Demasiado buenos son los periodistas, no queriendo hacer sangre con sus preguntas, cuando ya lo ven que no da pie con bola. Es el resultado de estar defendiendo ante los medios, una serie de medidas que, no solamente no son tuyas, sino que ni tan siquiera has tenido la humildad de prepararte para exponerlas. Canta mucho ante las cámaras, el traje le viene muy grande, tan grande, que pasan los meses y su aportación como responsable de dos consejerías, es solo de incertidumbre, recortes y malos augurios. Cuando las genialidades para reducir costos, se basan en juntar a los niños de la primera enseñanza, con los zagalones en edad de institutos o formación profesional, malo. Pero si de lo que estamos hablando es de trasladarlos de pueblo, no solo no ahorramos porque hay que añadir el transporte escolar y los comedores, sino, que estamos favoreciendo el principio del fin, o sea, que Andalucía se vea vaciada.

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