EFECTOS COLATERALES
Tito Ortiz.-
Son tantas las consecuencias derivadas de esta pandemia, que el día que la hayamos superado, dará para un buen tomo editado con todas las circunstancias, y ninguna buena. De la COVID 19 nos recuperaremos antes que, de su desastre económico, que está teniendo y tendrá efectos nocivos y perjudiciales para un par de generaciones como mínimo. Frente al enriquecimiento de empresas funerarias, fabricantes de mascarillas, vacunas y el ahorro del Estado en pensiones, aparece como una sombra gigantesca que horroriza, el disparo de la deuda pública por encima del 121%, lo que significa que para cuadrar las cuentas y llevarlas a un mínimo aceptable, pasarán lustros. Por hablar de algo que nos coge de cerca, observemos con pavor las pérdidas declaradas por la empresa que, explota la estación de esquí de Sierra Nevada, para la que ya se anuncia un rescate inminente de casi 40 millones por parte de la Junta de Andalucía, sin que la institución autonómica se haya dado tanta prisa, para ayudar a la hostelería y los autónomos.
Dicen los que de la pandemia saben, que, tras su paso, la asistencia psicológica a la población será una demanda indispensable a satisfacer, dadas las terribles secuelas que esta nos deja, además de las físicas una vez pasada la enfermedad, y de las que ningún político se atreve a hablar ahora. Y sí que deben ser graves las secuelas – incluso psiquiátricas – si tenemos en cuenta que hay quién se atreve a mandar cartas con amenazas de muerte – balas incluidas – para ministros, exministros y familiares, al más puro estilo cosa nostra. Yo creo que esto se nos está yendo de las manos, salvo superior parecer. Lo mismo que la edición de libros. El estar confinados es lo que tiene, que te deja mucho tiempo libre, y los hay, yo los he visto, que durante el encierro se han tirado como posesos al teclado, y nos han obsequiado con la mayor producción literaria desde el siglo de oro. Que no digo yo que esto no sea bueno, pero he constatado que ha mayor cantidad, peor calidad. Aquí escribe ya un libro hasta el que trae la bombona de butano, y el mercado está saturado hasta el punto de que corremos el riesgo de que los lectores, al encontrarse con tamaña oferta, no sepan por donde tirar o a quién acudir para separar el grano de la paja, porque haberla hayla, yo la he visto. Lo del día del libro ha sido de traca.
Las fusiones y disfunciones de la banca en España nos dejan un panorama desolador con decenas de miles de despidos, pese a los sueldos de sus dirigentes y las señoras y señores del IBEX 35, cuyas anualidades por explotar a los demás, harían enrojecer a cualquier persona decente. Y todo ocurre con la anuencia de un Gobierno que mira para otro lado, y que no dudará en volver a rescatarlos con el dinero de todos nosotros. Y por si faltaba algo, va la abuela y da a luz: La Agencia Americana del Medicamento, ha paralizado la producción de antivirales en una planta de Baltimore, tras detectar múltiples deficiencias, entre las que destacan fallos en la limpieza y la esterilización, falta de capacitación en el personal y posibles episodios de contaminación cruzada entre distintas áreas. Se da la circunstancia de que este laboratorio, “Emergent BioSolutions”, se convirtió en noticia mundial hace semanas al arruinar quince millones de dosis de Janssen. ¿Hay quién de más? Seguid votándolos.
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