martes, 21 de diciembre de 2021

CONTRADICCIONES

 CONTRADICCIONES


Tito Ortiz.-


No se ponen de acuerdo para incitarnos a consumir como posesos. Llevan años vendiéndonos la burra de que tenemos que comprar coches eléctricos cuanto antes, pero lo de enchufarlos para cargar es una aventura. ¿Dónde están los puntos de conexión al alcance de todos?, sobre todo si tenemos en cuenta que, la electricidad sube cada día a cifras espeluznantes, hasta el punto de que pagar la factura de la luz se ha convertido en la peor pesadilla de este país, desde la peste negra. Eso me recuerda la paradoja de prohibir fumar en los estancos, cuando lo normal sería que fueran lugares propicios para ello. Una y otra vez nos van dejando sin sitios donde quemar el tabaco y nuestros pulmones, pero no dejan de venderlo a precios de oro. Se están planteando prohibir que fumemos en el coche, y yo me pregunto a quién contaminamos dentro del vehículo. Es lo mismo que vetar el consumo de tabaco en los cementerios, como si los yacentes fueran a protestar por el humo.

Se empeñan en que todos estemos revacunados, mientras miles de sanitarios se niegan a hacerlo. Nos exigen el pasaporte COVIC para entrar en un restaurante, mientras el señor que en la puerta nos lo pide –en pleno derecho de su libertad- puede no estar vacunado, lo mismo que el camarero que nos pide la comanda, o el cocinero que guisa nuestros platos. ¿Soy yo el único que ve una contradicción en toso esto? No puede ser tan difícil ponernos de acuerdo, en cosas que nos atañen a todos y en las que nos va la vida. Alguien debería poner orden en este caos de decisiones, en las que cada comunidad campa por sus respetos, incluidas las decisiones judiciales, a veces frenadas por la falta de una fecha. Esto es de locos.

Con la lotería de navidad pasa lo mismo. Nos recomiendan que compremos un montón de décimos y que los vayamos dejando anónimamente para que los encuentren los amigos y vecinos. Claro, así no es de extrañar que este año se haya jugado más que nunca, sobre todo teniendo en cuenta que se trata del sorteo en el que menos toca. Hecho de menos los años en los que un señor calvo, nos recomendaba una compra responsable del sorteo navideño. Este señor alopécico debería volver para invitar a un consumo responsable, y no despilfarrar de esta manera alcanzando cotas estratosféricas de décimos en el bolsillo. Es un contrasentido, lo mismo que la decisión única en el mundo de que la patronal vaya a la huelga. No son los conductores de camiones, obligados a conducir durante horas, y además ahora, a descargar  los camiones, los que amenazan con ir a la huelga, son los propietarios en una especie de esperpento “vayeinclanesco”, los que se ponen tras la pancarta con el megáfono. El mundo al revés.

La subida de los carburantes es un auténtico escándalo, eclipsado por el de la electricidad, pero no menos importante, sobre todo si tenemos en cuenta que el 70% del precio corresponde a los impuestos que le pagamos al Estado, que por cierto, ha disparado su gasto público hasta cotas aberrantes. Yo, por lo pronto, ya he tirado a la basura mi encendedor Zippo.

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