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A LA FERIA DE GRANÁ
Tito Ortiz.-
Ayer fue pregonada nuestra
feria por Gerardo Cuerva, las carocas y sus quintillas están dispuestas en la
plaza de Bibarrambla, las casetas están en el real de Almanjáyar, con su portada
encendida, las hermandades ya tienen diseñados los altares al paso de la
Custodia, llevada por esa escuela de la costalería granadina que se inventara
Pepe Carvajal, así que el Corpus 2024, anunciado por Coral Cañizares está en
marcha y, todos dispuestos a disfrutar de él.
Todo parece que empezó porque
los reyes católicos al reconquistar Granada asumieron la festividad religiosa
como propia y, además, recomendaron a los paisanos divertirse como locos. Y ya
desde entonces, el Corpus granatensis fue diferente a los demás. Aquí danzaban alrededor
de la custodia los llamados “Diablillos”, que no eran más que mahometanos
convertidos al cristianismo, que de alguna manera expiaban sus culpas ante los
vencedores. Después vendrían los seises de Granada, que, como el Guadiana,
aparecen y desaparecen, a cuya formación perteneció en su día el cantaor
Enrique Morente, cuando contaba nueve años, y que tanto hizo y hace Juan Bedmar
por recuperarlos. Pero no olvidemos, que
la Feria Real del Corpus en Granada, tuvo sus inicios como tantas otras, en lo
que era llana y simplemente, una feria de ganado, alrededor de la cual, se
producían toda clase jolgorios y distensiones sociales, una vez al año. Ya lo
dejó grabado Emilio “El Moro” … Granada, tierra soñada por mí, en tu feria
vestío de gitano dos burros vendí…
A LOS TOROS
Aquí nunca hubo un Corpus sin
sus corridas de toros. Primero se alancearon por los nobles en la Plaza de
Bibarrambla, después en el mismo recinto alhambreño, desmochando medio bosque
para la empalizada, y así debe continuar la tradición de la que como muestra,
refiero la tarde del 23 de junio de 1973. Aquel Corpus mágico, comenzó con la
caída del cartel de, Paco Camino, que anunciaba retirada de los ruedos, y a don
Luís Miranda, no se le ocurrió otra cosa que sustituirlo por su paisano y rival
en los ruedos, Curro Romero. Pero es que el cartel lo encabezaba, nada más y
nada menos que Luís Miguel Dominguín, que llevaba más de una docena de años sin
torear en Granada, y venía con tal fuerza, que recibió a su primero de, Juan
Pedro Domecq, con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio, como si de un
novillero debutante se tratara. Vestía un terno, verde manzana y blanco, con
los bordados diseñados por Picasso, y calzaba medias blancas. Solo verlo
vestido para torear de aquella manera, ya valía la pena haber pagado la
entrada. Curro Romero en su primero recibió una de sus acostumbradas broncas, y
se le arrojaron algunos royos de papel higiénico, como era costumbre, pero en
el segundo, puso literalmente la plaza bocabajo, con el delirio en los tendidos
que yo no he vuelto a vivir nunca, lo mismo que no he vuelto a ver a los tres
espadas, dar la vuelta al ruedo juntos y a la vez, con la plaza puesta en pie,
las palmas echando humo y las gargantas rotas del clamor. Y remató la tarde
nuestro José Julio Granada, que en su primero destapó todos los tarros de las
esencias, cuya fragancia viaja aún por los aires de Granada. No hay tarde, como
aquella tarde, aunque tengo mis esperanzas puestas en esa corrida de nuevo
cuño, llamada “Lorquiana”, en la que, Morante, Talavante y Juan Ortega, nos
hagan soñar el toreo como aquel día.
LA TARASCA Y MI NOSTALGIA
Aquí en Corpus, subimos a
santa Marta encima de un dragón para que venza el bien sobre el mal, pero la
obligamos a que nos enseñe la moda de más rabiosa actualidad, con la mala
suerte de que casi nunca estamos conformes con los modelos que saca, salvo honrosas
excepciones, y ya la utilizamos como muletilla todo el año. cuando alguien o
algo no nos gusta. Aquí, no nos conformamos con decir que alguien es feo, en
Graná soltamos con gran desahogo aquello famoso de… “Anda ya… si eres más feo
que la tarasca” … y nos quedamos más a gusto que un marrano en un charco. Como
es tradición, el miércoles 29 saldrá a las calles de la ciudad La Tarasca, que
este año será vestida por la diseñadora, Arantxa Orantes, con peluquería de
María Rosales, complementos Art by Noelia y maquillaje de Marta Cano. ¡A ver si
este año nos gusta!
Y ahora, cierro los ojos y veo el paseo del Salón,
con su monumento a Colón y la reina católica, rodeado de barquilleros con sus
cilindros y la ruleta en la tapa, que servía de pórtico a las casetas, entre
las que destacaban, la de la Renfe, la del SEU, de los estudiantes, la del Real
Aeroclub, El Palustre, El Compadre, la de la Policía Armada, con su
electricista, Pepe Álvarez, que cada año se inventaba una iluminación,
destacando la edición en que unas hélices pintadas de gris, como era lógico,
servían de soporte a unos fluorescentes, y la de la Guardia Civil, que fue el
asombro de todos, al instalar el año que el hombre llegó a la luna, un enorme
cohete espacial en su interior. Las casetas competían en originalidad a la hora
de la decoración, y todas tenían música en vivo, con los conjuntos músico vocales
de aquí y la provincia. El año que Gelu cantó en la de la Renfe, fue todo un
acontecimiento, con Eduardo y Los Windys, en la de los universitarios. Los
componentes de La Real Sociedad de Tenis, y la del Tiro de Pichón, tenían un
protagonismo especial en este ferial, donde su presencia era imprescindible,
como la Asociación de La Prensa con su histórica Verbena en el Carmen de Los
Mártires. Abro los ojos y… es otro Corpus, así que a disfrutarlo.