DE
RUTA POR COLOMERA
Tito
Ortiz.-
Sus orígenes se remontan, con
fundamentación arqueológica, a la época de los visigodos, siglo VII, según
puede comprobarse por la necrópolis encontrada en el cortijo de “El Chopo”.
También se podría afirmar que Colomera existió en el siglo II, a juzgar por los
muros del poblado romano encontrados frente a este cortijo o si observamos el
intacto puente romano que se halla junto al molino de la Puente.
Este pueblo milenario,
lógicamente ha sufrido varias transformaciones a través de su historia. Durante
los siglos XVIII, XIV y XV estaba dividida en tres núcleos de población
ocupados por distintas clases sociales: Colomera, en donde vivía la
aristocracia, los Berbes, ocupados por los labradores de mayor renta y las
Mesas, en donde vivían los más modestos y los cristianos, entre ellos Juan
Alonso de Rivas, a quien se le aparecería la Virgen de la Cabeza la noche del
11 al 12 de agosto de 1227, según cuentan, Justo Sánchez y José Pajares.
En 1.486, Colomera fue
reconquistada, rindiéndose el jefe moro a las 12 de la mañana en la calle de
"La Tercia", quedándose el Gobernador, D.Fernando Álvarez de Toledo,
que al año siguiente acudiría al Albayzín de Granada, a socorrer a Boabdil de
los acosos de su tío "El Zagal".
A finales del siglo XV,
Colomera aparece en los archivos con el nombre de "Colomera y el
Verbel". Por estas mismas fechas, entre 1.486 y 1.540, se construyó la
Iglesia, o, mejor dicho, se adaptó al culto cristiano la Mezquita que allí
había. El día 14 de septiembre de 1.570 fue consagrada por excelentísimo Sr.
Arzobispo de Granada, con la asistencia de los Obispos de Guadix, Baza, Baeza y
el clero parroquial. En esta época, Colomera tuvo una enorme importancia,
llegando a poseer Tribunal Vicario, lo que hizo que residieran en ella nobles,
cuyo nombre daría prestigio a la Villa, en la que se llegó incluso a construir
un hospital en el año 1.541.
En 1.927 se descubrió un
meteorito que actualmente está expuesto en el Museo de las Ciencias Naturales
de Madrid. En la actualidad Colomera es un pueblo habitado por gente que,
fundamentalmente, se dedica al cultivo del olivo, aunque también se han creado
algunas empresas familiares que, junto a la Cooperativa de aceite, aportan
trabajo y riqueza al municipio.
JUAN ALONSO RIVAS
Relata el acervo popular
transmitido de generación en generación, que la noche del 11 al 12 de agosto de
1227, un pastorcillo originario de Colomera, encontró la imagen de una Virgen
cuando andaba buscando una vaca cerca de Andújar. En el texto más antiguo conocido,
que habla sobre el Pastor de Colomera, fechado en 1633, se puede leer sobre el
hallazgo:
“dentro de la concavidad y
hueco de una peña vio tanta luz, claridad y resplandor que le causó (al pastor
de Colomera) gran admiración, maravilla y confusión. Despavorido y absorto con
tan grande novedad, con pasos lentos, se acercó a la peana en cuyo centro había
visto aquel portento, y visto la divina imagen de Ntra. Sra., la cual le habló
diciéndole: Ve a la ciudad y darás aviso cómo me has visto, y que me edifiquen
una casa e iglesia en esta sierra. El pastor, lleno su alma de alegría con tan
singular merced, dijo: Señora no me creerán (era el pastor manco de un brazo).
Respondiole la Soberana Virgen diciendo: Tiende ese brazo y abre esa mano.
Hízolo así, como la Reina de los Ángeles se lo mandó y quedó sano”.
El pastor o mejor dicho el
vaquero, partió hacia la ciudad de Andújar y entró por las calles contando el
hallazgo y el milagro, presentando como testigo su brazo y mano ya sanas. La
ermita para albergar a la Virgen, se edificó entre 1287 y 1304, y de esta
forma, llega la devoción hasta nuestros días.
DIEGO VARELA
Personaje peculiar donde los
hubiere, “El Andarín de Colomera”, se caracterizó por sus largas caminatas de
kilómetros y kilómetros, aunque solo fuera para, desde su pueblo, desplazarse a
pie hasta la capital para tomarle el pulso a la actualidad y regresar a
Colomera.
Diego Varela Romero, hizo
carrera universitaria, opositando posteriormente al funcionariado del Estado,
lo que le acarreó algunos problemas al considerar que, el tribunal no había
sido imparcial con la plaza que él consideraba le correspondía por sus
conocimientos y méritos. No obstante, con alguna oportuna ayuda, se libró de
ser represaliado por el régimen de entonces, muy severo con quienes no
aceptaban las decisiones de los tribunales, por muy flagrantes que fueran los
casos de “enchufes” que, en más de una ocasión, favorecían descaradamente a los
hijos de papá, afecto a los mandatarios.
Después de recorrer otros
destinos, por fin fue destinado a Moclín, y hasta allí se desplazaba desde su
Colomera natal andando ida y vuelta todos los días, lo que aproximadamente son
unos cincuenta kilómetros más o menos. Fue siempre un hombre muy leído, al
tanto de todos los acontecimientos, con un buen bagaje cultural en todos los
sentidos, aunque en la actualidad solo se le recuerde por sus largas caminatas,
rehusando siempre utilizar cualquier medio de transporte a su alcance. Falleció
en Peligros, con más de noventa años en 1979, y son muchos los paisanos que le
recuerdan, sobre todo por un hecho histórico: Impedir que, durante la guerra,
unos milicianos destruyeran los archivos de Colomera. De hecho, uno de sus
vecinos le dedicó unas estrofas en las que decía: “Cuando no se conocía por
aquí el atletismo, en Colmera existía un señor que, cada día, competía con si
mismo”.
Po lo antes expuesto, y otras
muchas razones, Colomera bien merece una visita y hacer la ruta de su pastor… Por
ejemplo.
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