domingo, 18 de mayo de 2025

 


MÍ PRIMERA COMUNIÓN

 

Tito Ortiz.-

 

Estamos en el mes de las comuniones, como queda patente cada domingo a las puertas de las iglesias, donde niños y niñas arropados por una legión de familiares, toman la sagrada forma por primera vez y, me asombra lo que veo tan distinto a los años en que yo la tomé. Ahora la primera comunión se ha convertido en una fiesta social a la altura de una boda, y en ocasiones, hasta algo más. Lo primero que me llama la atención es, ver a señoras con largos vestidos de fiesta, como si de fin de año se tratara, algo que el protocolo dice que no es correcto, pero parece que la cosa se impone.

También llama mí atención el número de comensales a la mesa, en restaurantes que confiesan tener las reservas desde el año anterior, con un menú de, Coktail de entrada, tres platos, postres, bebidas de todas clases, tarta protocolaria, y después, baile con barra libre, algo que en mis tiempos era del todo impensable, por muy adinerada que fuera la familia del que ha recibido la Eucaristía por vez primera. Por eso me pregunto si esto de hacer la primera comunión también se nos habrá ido un poco de las manos.

Conste que no lo censuro, solo que en comparación con lo que pasaba en mis tiempos, se me antoja una exageración. Pero bien lo sabe Dios que, si esto es lo que hay que hacer en la actualidad, no seré yo quien le ponga pegas. Que cada cual haga de su capa un sayo, que está en todo su derecho.

EN AYUNAS

Yo vine al mundo a principios de los cincuenta y, fui bautizado en Santa Ana, donde mis padres habían contraído matrimonio un año antes. Así que allí fui bautizado en una ceremonia íntima, a la que mi madre no asistió, por estar convaleciente aún del parto como buena primeriza y, porque en aquellos tiempos, era de natural la costumbre que, el bautizo se celebrara con la presencia del padre, los padrinos y un número reducido de familiares, que no invitados, como también ocurre ahora. Allí también fui confirmado por el padre Nicolás, después de asistir a varias sesiones preparatorias a tal efecto, en cuyo acto litúrgico me sorprendió que me dijera: Y para que te acuerdes del Papa de Roma…Toma, dándome una especie de caricia en la mejilla.

Mi preparación para tomar la primera comunión fue durante todo un curso, primero en el colegio y después en la propia iglesia, que en esta ocasión fue la de San Andrés, en la calle de Elvira, que era la que correspondía a mí colegio del Zenete. El día anterior fui confesado y además prometí bajo pecado mortal, no ingerir alimento alguno durante toda la noche y hasta después de comulgar. Yo era un niño de apariencia enclenque, blanquecino, que todavía tomaba cucharadas diarias de Calcio 20, así que el sacrificio fue grande, pero lo cumplí, a pesar de que algunos de mis compañeros, cayeran redondos al suelo durante la misa, debido al ayuno impuesto por la iglesia, pero las órdenes entonces eran esas y yo las cumplí a rajatabla.

Finalizada la ceremonia, mis padres se apresuraron todo lo que pudieron por, llevarme a la plaza de Bibarrambla, y en compañía de mi abuela Juana y mi hermano Falo, nos tomamos un chocolate con churros, antes de que a mí me diera un bitango, merced al ayuno forzoso desde el día anterior, y ahí finalizaron todos los fastos concernientes a mi primara comunión, que no discernían mucho de los de mis compañeros de la época.

FOTO DE ESTUDIO

Acto seguido y siguiendo la costumbre de entonces, nos dirigimos a la calle Ancha de La Virgen a, “Foto Hergo”, donde mi tío Ñoño había apalabrado con el dueño una sesión de fotos para la posteridad. Allí durante un buen rato, junto a un pedestal de escayola, me hicieron varias instantáneas de las que días después se eligió la que más me favorecía, dado mi estado famélico.

Como yo me había resistido a vestir para la ocasión de marinerito, como era lo habitual, me compraron el traje en “Almacenes Los Muñecos”. Un esmoquin blanco con pajarita a juego, un misal de comunión con las pastas de nácar y un centenar de recordatorios para las propinillas, junto a un rosario y cruz a juego, eran todos los complementos.

Del estudio fotográfico tuvimos que salir corriendo, bueno eso hubiera querido yo, mejor a toda la prisa que yo me podía dar, porque los zapatos de comunión me estaban matando, y yo tenía la sensación de que llevaba los pies metidos en dos copas de coñac. El asunto fue que mi tía Sensi que trabajaba en una fabrica de calzado que había en el Cañaveral, se empeñó en regalármelos, así que un buen día se presentó en casa con unos cartones para tomarme las medidas. Descalzo me dibujó los pies a modo de plantillas, pero faltaban algunos meses para la comunión. Se conoce que en ese tiempo mis pies crecieron, sin tener oportunidad de probármelos antes, puesto que me los llevó el mismo día cuando me estaban vistiendo. Ya para ponérmelos, tuvieron que usar un calzador y mucha fuerza, pero conforme fueron pasando las horas, ellos iban notando que yo andaba raro, pero me decían… ¡No te preocupes que eso es hasta que los domes! La única forma de domarlos fue tirándolos a la basura en cuanto llegamos a casa, mientras mí abuela me daba unas friegas de alcohol en los pies, para recuperar la circulación, mientras sonaba Juanito Valderrama en los discos dedicados.

En fin, yo no digo que lo mío sea lo normal, pero que en el término medio está la virtud… Estoy seguro.

domingo, 11 de mayo de 2025

 


ESTO ES UN NO PARAR

 

Tito Ortiz.-

 

Comenzó 2025 con la fiesta de La Toma de Granada, siguió con Los reyes Magos, San Cecilio, Carnaval, La Cuaresma, Semana Santa, El Día de La Cruz y, héteme aquí, dispuesto a Celebrar El Corpus -a la vuelta de la esquina- sin olvidar El Cinco a Las Cinco, cuyo cumpleaños de Lorca, viene precedido de una serie de actos ya comenzados que, en esta edición prometen mayor brillo y esplendor a la memoria del poeta que puso a Granada en el mapa del mundo.

Si a todo esto añadimos la gran cantidad de conciertos, exposiciones, conferencias y presentaciones de libros, entremetidos en el mismo calendario, la actividad cultural de nuestra ciudad mantiene una oferta difícil de superar en su entorno. Es por ello que, se me antoja la posibilidad optimista de que seamos una buena candidatura para la Capitalidad Cultural de 2031, incluyendo en el dosier alguno de nuestros pesos pesados como por ejemplo, el Festival Internacional de Música y Danza, o nuestro folklore único y auténtico del Sacromonte, con los bailes rituales de la boda gitana, sin escatimar esfuerzos para presumir de que fue esta ciudad la que en 1922, con la flor y nata de la intelectualidad de la ápoca, incluso a nivel internacional, puso al Flamenco en un pedestal, organizando el Primer Concurso de Cante Jondo de toda la historia.

A Granada le sobra historia, patrimonio monumental y creativos de todas las artes, para sustentar una candidatura tan sólida y rica en variedad, suficiente para que al jurado que tenga que decidir la capitalidad, le tengan que suministrar algunas grageas de Okal, o en su defecto, Calmante Vitaminado. Lo que se encuentra aquí no existe en otro lugar y las excelencias de la belleza de nuestra tierra viene siendo cantada desde hace siglos, por viajeros de todo el mundo que, al descubrirnos, quedaron prendados para siempre.

A LEER

Hace dos días que podemos disfrutar en La Carrera y Puerta Real de la edición 43 de nuestra Feria del Libro, y hace cien años se dio la feliz coincidencia de que, en tres ciudades tan distantes entre sí como Barcelona, Salamanca y Sevilla, nacían tres niñas que, con el tiempo, se convertirían en tres de las más destacadas autoras de nuestra literatura. Así, esta edición de la Feria del Libro de Granada quiere rendir homenaje, a través de las figuras de Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Julia Uceda, al valioso legado de las mujeres que han hecho de la literatura española un territorio más rico y plural. No fueron tiempos fáciles los que enfrentaron estas autoras. Sin embargo, con su coraje pudieron colocarse en la vanguardia creativa, siguiendo la estela de las escritoras del 27 y antes que ellas de Carolina Coronado, Gertrudis Gómez de Avellaneda o Emilia Pardo Bazán, así como de otras que compartieron generación con nuestras homenajeadas, como Gloria Fuertes, Francisca Aguirre o Josefina Aldecoa, entre otras.

La exposición de la Feria, patrocinada por la Fundación Caja Rural Granada, se centra en el legado de las autoras españolas de los años 50. Además, se ha programado un ciclo documental específico sobre escritoras y editoras, que incluye el estreno de “Mujer, papel y tijera”. El habitual programa “Lecturas Violetas”, promovido por el Área de Igualdad del Ayuntamiento de Granada y pionero en las ferias españolas, se refuerza este año con una treintena de actos que tendrán lugar en los distintos pabellones de la Feria, así como en espacios como el Instituto Andaluz de la Mujer o la Biblioteca Provincial de Granada. También contaremos con la participación del Teatro de la Abadía, que, gracias al Instituto Cervantes, realizará una lectura dramatizada de una obra de Carmen Martín Gaite.

Tenemos una feria del Libro de primer orden que debe servirnos de apoyo a nuestra candidatura.

CONSTANTIA

Consistencia, constancia, estabilidad son las principales traducciones de "constantia" al español. También puede ser la cualidad de estar con alguien sin moverse, pero todo el significado le cuadra a la Asociación Musical San Isidro de Armilla, que ha recuperado catorce marchas importantísimas en su último disco que lleva ese título y, en el que ha grabado por primera vez, obras de Elías Santiago, José Peña, Erik Luque, Daniel Albarrán, Cristóbal López, Pablo Ojeda, Manuel Jesús Castro, o nuestro admirado, Miguel Sánchez Ruzafa, con una marcha para el recuerdo titulada: “Y Te Bajaron Los Ängeles”.

La Calidad – más que acreditada- de esta banda que dirige, José Melchor Perelló, hacen que sus interpretaciones sean reconocidas, no solo en nuestra provincia, sino fuera de ella, como lo demuestran sus muy acreditados conciertos llevados a cabo en la ciudad de La Giralda. Esta Asociación Musical, junto con otras formaciones de nuestra tierra cuya calidad musical está más que contrastada, donde incluimos la más que centenaria Banda Municipal de Granada, bajo la dirección de Ángel López Carreño, pienso que también deberían formar parte de esas actividades de cara a 2031, dado su reconocimiento y prestigio. Granada ha sido cuna de grandes bandas de música entre las que yo destaco las desaparecidas del Hospicio, del Ave María, de la Fábrica de Pólvoras o La Provincial de Pepe Ripoll.

Esta ciudad tiene tanto que aportar a una candidatura cultural, que un año se me antoja poco tiempo, para poder desarrollar todo un programa atractivo de primera calidad, a la altura de la difusión mundial de tan magno acontecimiento. Y no quiero olvidarme de Los Coros y Danzas, porque ellos mantienen la llama viva de nuestro folklore más ancestral, único en el mundo, en el que también habría que llevar de la mano a nuestros troveros. Debemos ser muy ambiciosos y ofrecer al mundo todo lo que tenemos, que además es nuestro propio e intransferible.

domingo, 4 de mayo de 2025

 


UNA ALCALAREÑA DEL REALEJO

 

Tito Ortiz.-

 

Con el título, “Memoria de una vida” y hasta el 23 de mayo, podemos ver en el Centro Cultural Gran Capitán, una exposición de Dolores Montijano. Fue al inicio de los años setenta del siglo pasado, que hacía yo mis primeras armas como crítico de arte en las páginas del Diario Patria, y la revista madrileña, “Crítica de Arte”, cuando me topé con su obra. En aquellos años, su pintura femenina, era como un halo de luz nueva, entre tanto bodegón y paisaje academicista con aroma varonil. La Granada pictórica, recibe desde entonces una aportación personalísima, de una artista que supo conjugar, desde sus enseñanzas, la verdadera misión del artista, que debe dejar para la posteridad, un sello indeleble en toda su obra. Lo que en aquellos años era toda una novedad, se ha convertido con el paso de los años, en un lenguaje plástico de indudable valor, con la valentía de la experimentación por bandera. Una mujer que conjugó a la perfección, la creación consecuente con los tiempos, cuya evolución la llevó a plasmar en sus cuadros, la inquietud de una juventud creadora ignorante del calendario.

Dolores Montijano, no solo es una adelantada a su tiempo, es una precursora del arte venidero, sin barreras que impidan la libertad creativa, dejando un poso de sabiduría y buen hacer en lo realizado. Es muy difícil para mí, etiquetarla, y mucho menos, encasillarla en un estilo determinado, que pudiera salvar la posición del crítico, pero seguramente, mermaría la proyección de su hacer. Ante un estilo tan personal, el que admira se rinde, y yo lo hice ante ella hace ya muchos años, contemplando su creación.

GRANADA SIEMPRE

Esta mujer de ojos grandes e infinitos apareció por nuestra ciudad para quedarse, y lo hizo en el barrio “greñúo” del Realejo. Para proyectarse al infinito, había nacido en Alcalá La Real, en aquellos años en que sus paisanos venían al médico y a comprar a Granada. Aquí estudió, también lo hizo en Híspalis, pero cuando vino, ya traía en su mochila, el París de Picasso, que algo influye en su obra, y desde el final de los años cuarenta, decenas de exposiciones por toda España, América, Japón, Francia, Alemania, o Rusia. No en vano, su obra está repartida por múltiples colecciones particulares, incluyendo los museos de Arte Contemporáneo, de Madrid; el Ermitage, San Petersburgo; La Galería de Arte Moderno de Santo Domingo, en la República Dominicana, o el de Grabado Contemporáneo Español, en Marbella.

Diversos premios y medallas jalonan una trayectoria, Montijano, fue alérgica – lo ha sido siempre – a los focos, el papel cuché y las cámaras. Ella vive su creatividad como un celibato, disfruta en la soledad de su estudio, y solo sale a los medios, si es obligada, por muy fuerte que sea la ovación. De no ser así, no habría conseguido ese puesto de honor que, con todo merecimiento, ocupa entre las pintoras de los siglos XX y XXI. En 1973 la Fundación Rodríguez Acosta, amplió su labor de fomento artístico con la creación del, Centro de Experimentación de Artes Gráficas, a cuyo taller de grabado acudieron numerosísimos artistas nacionales y extranjeros y en el que se realizaron, hasta 1979, importantes trabajos de investigación y estampaciones de tiradas numeradas y limitadas, así como cuidadas ediciones de bibliofilia. De entre los artistas de éste histórico taller granadino, junto con la japonesa, Teiko Mori, destaca Dolores Montijano, con un tratamiento personal del grabado, y brillante es su intervención en la confección de diversas carpetas, con variada motivación, que no hacen más que engrandecer el currículum de la artista, que demuestra una versatilidad más de su técnica, ésta vez en la plancha o en la piedra, aunque reconocida es su variedad de texturas, en las que su valentía le lleva a emplear, todo tipo de materiales, a los que poder sacar partido estético y artístico.

SUS CUADROS HABLAN

Recuerdo con emoción, la primera vez que me enfrenté a su pintura, cuando comprobé ante sus cuadros que, tanto en la técnica como en la motivación plástica de lo allí representado, había una genialidad artística de mujer fuera de lo común, abierta a la modernidad, con un lenguaje moderno y proyectado al futuro, con una personalidad única, sin parecerse a nadie, y eso en aquellos años, siendo mujer, ya era la “releche”. La valentía de su creatividad, se abría paso en un mundo mayoritariamente masculino, con una dicción plástica bien diferenciada, orientada al futuro cromático, con valentía y decisión. Dolores Montijano, era en esa Granada aún por despegar en la pintura femenina, junto con María Trinidad Ximénez de Cisneros, “Manini”, la avanzadilla en la futura pintura con nombre de mujer que marcaría toda una época en Granada, poniéndola en el mapa de la actualidad pictórica internacional, pese al silencio que esta ciudad suele ejercer, sobre tan loables e imprescindibles iniciativas, aportaciones indudables al arte moderno con nombre de mujer.

Viendo esta exposición que les recomiendo, he vuelto a rejuvenecer viendo obras como, “Marte” que por aquellos años ochenta fue un aldabonazo de la abstracción más atrevida. Y que decir de la esbeltez “modigliana” de las “Cinco Damas de La Cuadra Dorada”, todo un prodigio de la creación “montijana” al servicio de la más rabiosa vanguardia plástica con proyección de futuro académico-docente. Tampoco quiero olvidarme de, “El Delantal de Bernarda Alba” que, nos introduce en el universo lorquiano más trágico, o de la vaporosidad de su “Retrato de Ancestros” que pudiera conducirnos al mundo onírico del granadino Manolo Rivera y sus telas metálicas, o a las arpilleras de Millares con todo su desgarro.

Enhorabuena a la familia Córdoba por el regalo de esta muestra para Granada.

domingo, 27 de abril de 2025

 


GIMÉNEZ CON “G”

 

Tito Ortiz.-

 

Era una tarde de calor tórrido en la redacción del Diario Patria, cuando como era habitual, Luís el conserje le subió su diaria coca cola al director, Daniel Saucedo y al salir del despacho se encontró con un hombre que requería la atención de alguien. Luís entró a la redacción y le comentó algo al redactor jefe, José Luís “Kastiyo” y, a continuación, éste me llamó a mí y me dijo: Sal al patio y atiende a don Miguel que, parece que tiene noticia importante para nosotros.

Salí, nos presentamos y fuimos hacia aquel tresillo de patas torneadas en caoba, poniendo nuestras posaderas sobre la cuerda trenzada de su asiento. La noticia era más que apetitosa en aquel verano de sequía no solo de agua, sino de noticias interesantes. Miguel Giménez Yanguas me fue detallando con primor como, después de años de búsqueda, había conseguido dar con el paradero de la Puerta del Pescado, llamada así porque era por donde entraba el fruto del mar a la ciudad musulmana, que estuvo enclavada al final de lo que hoy conocemos como Cuesta del Pescado, en su salida hacia el Paseo del Salón y que, por fin, había dado con ella.

Yo había tomado nota de todo, pero me rectificó una cosa, su apellido Giménez no era con jota como yo lo había escrito, sino con “G” y deshecho el entuerto, bajamos al restaurante Sevilla a tomarnos un café, momento que aprovechó también para decirme, cual había sido la primigenia posición de la reja que da acceso desde La Gran Vía a la calle Oficios que, en sus principios estaba dando entrada a La Capilla Real, frente al restaurante. Porque hablar con Miguel era una lección constante de la historia de Granada y su patrimonio no solo artístico, sino industrial.

PUERTA DEL PESCADO

El 15 de Julio de 1980, el diario Patria publicaba en su portada con llamada a reportaje interior, la noticia en exclusiva del hallazgo de la desaparecida Puerta del Pescado. La pista de la puerta más importante de Granada, junto con la de Las Orejas y Bibarrambla se pierde en el siglo XIX, hasta que los buenos oficios de Giménez Yanguas la encuentran dando entrada al poblado de la mina de Los Franceses, en la Lancha de Cenes, a donde fue trasladada, piedra a piedra numerada, al parecer con la colaboración de Mariano Fortuni en 1870. El francés que hizo la inversión de toda la obra minera para sacar oro del lugar se gastó unos ocho millones de pesetas, y no tuvo mucha fortuna, puesto que solo dio oro suficiente para hacerle la corona de laurel al poeta José Zorrilla, cuando fue coronado en Granada poeta Nacional en 1889. De todo ello y de lo no reflejado aquí, se deduce que, Miguel Giménez Yanguas, constituye en sí mismo, un lujo de Granada, del que yo, como cronista doy fe, para que conste a las generaciones venideras. Pues su reciente pérdida, nos deja huérfanos de personas desinteresadas como él, que han dado su vida por la conservación y recuperación de todo nuestro patrimonio, que no es poco.

ROTATIVA DE PATRIA

 Miguel Giménez Yanguas, al que todo el mundo relaciona con la historia y conservación de los tranvías, o con las distintas máquinas de las desaparecidas azucareras, algunas de la cuales fundara su bisabuelo, y que afortunadamente él ha recuperado para embellecer algunas de nuestras rotondas, pero no solo de esas máquinas se ha preocupado, Giménez.  Una constante de su desinteresada vocación fue que nuestra Universidad contara un día, con un museo de la ingeniería, pues piezas no faltaban, ni donantes tampoco. Eran los años en que ni sospechábamos que un buen día tendríamos un museo como el Parque de Las Ciencias, envidia de toda la región, entre otros lugares, que ahora está en los medios por razones muy distintas a la ciencia y su divulgación. Y en esas estaba Miguel cuando gracias a sus buenos oficios, pudo recuperar la histórica rotativa del desaparecido Diario Patria, joya preciosista de su tiempo, y que logró emplazar en terrenos de la Universidad, a la espera de colocarla en ese añorado y pretendido museo de la ciudad universitaria de Andalucía Oriental.

Pero como nadie podía imaginar, en la ciudad que todo es posible, una de las personas con mayor responsabilidad académica de la institución cinco veces centenaria, haciendo gala del mayor desconocimiento y analfabetismo del que, un día fuera universitario pudiera presumir, considerando que la máquina por la que cualquier coleccionista hubiera pagado millones, era un estorbo en un jardín, sin encomendarse ni a dios ni al diablo, ordenó que la idolatrada pieza fuera vendida al mejor postor, siendo un chatarrero de tierra extraña el que más pagó por llevársela para ser fundida al peso. El crimen fue en Granada…su Granada.

No fue esta la única decepción que Miguel se ha llevado a la tumba, al que tanto instituciones públicas como privadas, le han ido dando largas a, proyectos museísticos o de conservación del patrimonio industrial granadino, que aún no han visto la luz y, ahora que él no está, no sabemos si perdurarán en la noche de los tiempos fallidos. Su obra desinteresada merece mejor destino.

Aún recuerdo su sonrisa cuando juntos una mañana, veíamos como una grúa, depositaba en el suelo del Paseo del Salón un tranvía rescatado de las cocheras, que posteriormente fue convertido en biblioteca de efímera existencia. Y como ese, tantos y tantos proyectos para embellecer Granada, su patrimonio y su historia que Miguel Giménez Yanguas se ha llevado a la tumba, harto de llamar a tantas puertas, siendo tan pocas las que se le han abierto.

 

 

domingo, 20 de abril de 2025

 


LA PASIÓN DE OCÓN ROJAS

 

Tito Ortiz.-

 

En días pasados viendo el programa de Canal Sur TV, Andalucía  Directo, se emitió un reportaje desde Jaén, en el que se daba noticia de la representación con figuras de barro de, La Pasión y Muerte de Jesucristo al estilo de un belén, pero en lugar del tradicional con las figuras del nacimiento, con las escenas de la pasión y crucifixión de Jesús. Por ahí todo iba bien, hasta que el protagonista de la muestra afirmó con rotundidad a cámara, que era la primera vez en el mundo que se llevaba a cabo tal iniciativa.

En ese momento, me saltaron en mi empobrecido cerebro todas las alarmas y, dada mi condición de cronista oficial de Granada, me veo en la obligación de, como dice Miguel de Cervantes en El Quijote, desfacer entuertos y poner algunos puntos sobre las íes. Se trata de hacer justicia no solo con la historia, sino con los hombres que nos precedieron y, habiendo sido pioneros en estos menesteres, no queden en el olvido, dada la importancia de su trayectoria y aportación al arte y nuestras tradiciones.

MANUEL OCÓN

Viene al caso como pintiparado relatar aquí, la vida y obra de un granadino de la calle Varela, que ya no está con nosotros pero que es conveniente no dejar en el olvido, por aquello famoso de que, al César, lo que es del César.

Manuel Ocón Rojas era funcionario del ayuntamiento en sus oficinas de la plaza del Carmen, pero siempre militó de extraordinario paisano, enamorado de esta su tierra, de su historia y sus costumbres y tradiciones. A su condición de cofrade alhambreño, unía su pasión por el arte flamenco, como socio de la Peña La Platería y, por nuestras manifestaciones populares, de ahí que desde sus inicios, estuviera ligado a la fundación de nuevas hermandades de semana santa como la de, Jesús del Amor y La Entrega o posteriormente, la del Nazareno de Las Carmelitas Descalzas, al tiempo de que formaba parte también, de aquellas primeras cuadrillas de costaleros ligadas a estas hermandades o a la mítica de La Santa Cruz.

Recuerdo con que emoción me hablaba de una nueva hermandad que tenía en mente en la que pretendía procesionar solo un crucificado, con las variantes especialísimas de que la advocación estaría relacionada con la muerte y, que el pretendía saliera desde el interior de nuestro cementerio de San José, bajando a Granada por el Barranco del Abogado, con el recorrido en horas nocturnas, cuyos penitentes en lugar de un cirio portarían una antorcha y, en lugar de ir de pie, el recorrido se haría de rodillas, incorporándose solo en las paradas del cortejo. El asunto quedó abortado por su prematura muerte, pero hay que reconocer que el proyecto de nueva hermandad era más que ilusionante.

CRUCES Y ALTARES

Se puso manos a la obra y, con el fin de sacar algunos dinerillos para la hermandad montaba lo mismo una cruz de mayo, que un altar del Corpus, o un belén para navidad. Y, además, recibía trabajos de los amigos que conocíamos de su arte, como cuando me inventé el Pregón Taurino de Granada, y le dije que engalanara el patio de la Corrala de Santiago para la ocasión, que protagonizó el diestro granadino, Miguel Montenegro, la hoy residencia de la universidad, quedó vestida para la historia. Pronto llegó a oídos de sus jefes en el ayuntamiento estas otras virtudes de su funcionario, y procedieron a encargarle la organización de la Cruz Municipal en la plaza del Carmen o el belén navideño dentro del patio consistorial, entre otras actividades, como la cabalgata de reyes o la procesión de La Tarasca, contando siempre con la colaboración de Jesús Luque, compañero también del ayuntamiento y la de José Carranza “El Willy”, insigne cofrade y capataz del Realejo.

LA PASIÓN EN BARRO GRANADINO

Con esa mente privilegiada que tenía Manuel Ocón, un buen día de la década de los ochenta del siglo pasado, se le ocurrió que lo mismo que para navidad montaba un belén, para la Cuaresma iba a montar una Pasión y Muerte de Jesús al estilo belenista. Y dicho y hecho. Buscó a Manuel Collado, discípulo del mismísimo Mariscal en la elaboración de figuras de barro granadino y fue encargándole una a una todas las necesarias para la representación, desde la entrada de Jesús en Jerusalén, hasta la Resurrección. Cada tarde subíamos a ver como iban los barros al taller de Manuel, que lo tenía al final de la calle Real de Cartuja, lindando con la carretera de Murcia, y allí, en su particular horno, fabricado por él en un tonel de combustible, observábamos con atención como las figuras pasionistas iban tomando forma con todas las indicaciones precisas que Ocón le hacía, con detalles tan particulares como el que incluía al paso de Jesús por la calle de La Amargura, la figura de un saetero en plena acción de cante, con el rostro del mismísimo Camarón de La isla, o la crucifixión de Jesús en el monte Calvario, con la figura espeluznante del Cristo Crucificado del pintor Benito Prieto Coussent, al que Manuel Ocón le tenía una especial devoción.

De esta manera asistimos a la inauguración de La Pasión de Ocón Rojas, en la sede de La Asociación de Vecinos del Realejo en la calle Molinos 64, bajo el mandato de su presidenta Carmen Nestares a finales del siglo XX. Ya en el nuevo milenio, esa misma representación la llevó a cabo en la sala de exposiciones del Colegio de Farmacéuticos en la calle san Jerónimo. Así que me veo en la obligación por mi condición de cronista de poner las cosas en su sitio, dejando constancia de la realidad irrefutable. Ocón fue el primero.

domingo, 13 de abril de 2025

 


POR FIN ES DOMINGO DE RAMOS

 

Tito Ortiz.-

 

Comienza hoy una semana en la que los cofrades terminamos con “tortículis” de tanto mirar al cielo. El trabajo de todo un año ya no depende de nosotros, sino de la climatología. Ha sido éste un año en el que no nos podemos quejar de la lluvia caída, pero nuestro esfuerzo de los últimos doce meses, puede verse afectado si esta aparece dispuesta a aguarnos la fiesta. Porque, aunque lo que representamos en las calles es, la pasión, muerte y resurrección de Cristo, no es menos cierto que, todos los trabajos preparativos para el evento los llevamos a cabo con la mayor de las ilusiones, con el desinterés por bandera, sin esperar otra recompensa que la de algún miembro de nuestra hermandad que, reconoce las horas que le echamos a los preparativos hurtándoselas a la familia, a los estudios, al ocio y, a veces incluso al trabajo personal. Pero todo sacrifico es poco, si lo hacemos con gusto por nuestra hermandad.

Y en esa tarea todos somo necesarios porque, tan importante es limpiar la candelería, como vestir las imágenes, entregar los hábitos y las papeletas de sitio, como colocar la flor. Subir las imágenes al paso, apretar tornillos, poner la cera, ensamblar las trabajaderas o poner los faldones. Todos tenemos en cada hermandad a media docena de hombres y mujeres que, desde el anonimato se entregan a estas tareas, sin las que no podríamos salir a la calle para recoger después, los parabienes de quienes nos ven al paso de los titulares, portados por cuadrillas sin rostro a la voz del o la capataz que, en ese momento, representan a esas treinta o cuarenta personas que, obran el milagro de pasear por nuestras calles, con sacrificio más que probado las imágenes de nuestros titulares. Por eso, vaya desde aquí mi homenaje de reconocimiento y respeto a ese puñado de anónimos que, durante la cuaresma, en silencio y entrega total, en las iglesias y casas de hermandad cerradas, entregan su sabiduría y experiencia para que luego nosotros disfrutemos en la calle al paso del cortejo.

SEMANA SANTA DE MI INFANCIA

Cuando yo era niño, la semana santa de Granada era “mu probetica”. Nada que ver con la que afortunadamente tenemos hoy que, no desmerece a ninguna otra, muy al contrario, cada año se supera en vida interior y esplendor en las calles, tengamos en cuenta que en aquellos tiempos, era entonces de natural la costumbre de que, los chiquillos que de mayores queríamos salir en las procesiones, lo hiciéramos por primera vez en la borriquilla, revestidos a la usanza hebrea, portando nuestra flamante palmera bendecida muy de mañana. Faltaban muchos años para que se incorporara al cortejo Nuestra Señora de La Paz, así que la hermandad se echaba a la calle, casi como cuando fue concebida por aquel párroco valiente en 1917. Un solo paso con Jesús, de Eduardo Espinosa Cuadros, realizado en su taller cercano a la catedral del Realejo, que sin embargo se diferenciaba de otras iconografías similares, en que éste se hacía acompañar de un pollino, de Francisco Muñoz Sánchez, discípulo del gran maestro, Navas Parejo, incorporado en 1948. Lo de añadir las palmas a lo representado en el trono, vino después. Y algo que se perdió en el camino de los tiempos fue aquella representación viviente de las tres Marías, (Magdalena, Salomé y Cleofás), que desfilaban tras el paso y que siempre corría a cargo de tres niñas del barrio, elegidas por su fervorosa piedad, y, sobre todo, por su seriedad a lo largo de todo el recorrido. Tres Marías con la mirada al suelo, que tenían la enorme responsabilidad de personificar en la procesión, a tres mujeres importantísimas en la vida de Jesús, que estudiaron su figura y la divulgaron al nivel de los propios apóstoles, pero que una parte importante e intransigente de la iglesia instituida, ha querido ningunear de por vida, haciéndole al unísono, un flaco favor al mundo de las especulaciones. Aquellas figuras vivientes no debieron desaparecer nunca del cortejo encargado de abrir la semana santa en Granada.

CRISIS Y RENACIMIENTO

Históricamente nuestra semana santa ha sido como una sucesión de crisis y levantarse a lo largo de su historia y, en aquellos años setenta estuvo a punto de desaparecer. Pero en los peores momentos, es cuando el cofrade granadino de revela, decidiendo continuar con la tradición de nuestros mayores. Hermandades como Los Escolapios o Los Ferroviarios ya no salían a las calles y, en ese contexto de crisis, en 1974 es cuando se incorporó la segunda titular de la hermandad, bajo la advocación de Nuestra Señora de La Paz, festividad que se había celebrado a nivel mundial dos años antes. Y es a partir de ese momento cuando toma especial relevancia en este caso, la colaboración de mi inolvidable Joaquín Melgar, que, en colaboración con su mujer, y posteriormente con su hijo, se dedican en cuerpo y alma a aderezar esta nueva imagen, la primera incursión granadina del hispalense, Dubé de Luque. Recuerdo con que primor, bordaba la familia Melgar aquella primera toca en hilo dorado para su virgen de La Paz, y como me invitaron a su casa, aquel día que me encontré una imagen de vestir en el recibidor, transformado en capilla de culto permanente. Mis conversaciones cofrades con Joaquín Melgar en la calle Alhóndiga, mientras yo degustaba un petisú de chocolate, y el reponía -manteniendo la conversación- excelentes bandejas de la mejor pastelería granatensis. Y por qué no personificar en ellos, el homenaje que he querido hacerles a todos los anónimos que, trabajan por su hermandad sin esperar recompensa. Sin ellos, hoy no podríamos sacar nuestras procesiones a la calle.

domingo, 6 de abril de 2025

 


 

MANUEL FUENTES

 

Tito Ortiz.-

 

Es un boticario de raza, con una vocación de servicio a los demás a prueba de bombas. Desde el primer día que se puso la bata blanca, tras el mostrador de su farmacia, tuvo claras dos cosas: El paciente es lo primero y defender al colectivo farmacéutico su pasión. Procurar que quien entra a la botica, no se lleve solamente el medicamento, sino que, salga de allí convencido de que, quién lo ha atendido, es un amigo en el que confiar en materia de salud. Que siempre le va a aconsejar lo mejor que, en muchas ocasiones, no pasará por venderle un preparado, sino que lo va a derivar a su médico de familia, quién debe tomar cartas en el asunto, sin olvidar el decirle como debe tomarse los medicamentos, hacerle el seguimiento adecuado y tratarlo con amabilidad y empatía porque todo el que entra a una farmacia, arrastra una preocupación que, a lo mejor, con una simple charla cariñosa y un buen consejo, se va sin tener que comprar nada.

Manuel Fuentes Rodríguez – Manolo Fuentes para los amigos- tuvo claro desde el principio de su vocación que, el colectivo farmacéutico necesitaba de interlocución válida con las administraciones, con una organización colegial eficiente que le ofreciera a los compañeros y compañeras, los servicios necesarios para el desarrollo de sus funciones que van desde, la formación continuada a los trámites administrativos que tanto tiempo pueden hurtar de la atención farmacéutica, de ahí su temprana pertenencia a la directiva del Colegio de Farmacéuticos granadino, del que ha sido presidente casi tres décadas.

RECONOCIMIENTO

Es por eso que, Manuel Fuentes ha recibido la Medalla de Honor del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos -la máxima distinción de la Farmacia andaluza- en reconocimiento a su trayectoria profesional y a su dedicación y compromiso con la profesión farmacéutica a través de sus actividades de representación colegial en Granada, Andalucía, y también a nivel nacional, un reconocimiento de la Farmacia andaluza a quien fuera el primer presidente del Consejo Andaluz.

Su amigo Antonio Mingorance, compañero de tantas luchas y tantos logros, que ahora ocupa ese cargo a nivel andaluz dice de él que: “su pasión por la farmacia, su vocación por la docencia y su capacidad para combinar la defensa decidida de los intereses de su Colegio y de la profesión farmacéutica en general, con la apertura al diálogo y la capacidad de llegar siempre a acuerdos es su lema de trabajo. Tanto a nivel interno, promoviendo el consenso entre los Colegios andaluces y priorizando siempre la unidad; como a nivel externo, defendiendo el modelo asistencial de farmacia y sus bases fundamentales con flexibilidad ante las administraciones públicas, buscando en todo momento la conciliación del interés profesional con el interés general de los granadinos y los andaluces, son virtudes de Manolo Fuentes”.

MIngorance también reseña la contribución clave de Manuel Fuentes al desarrollo de la farmacia granadina y andaluza en las últimas décadas, especialmente en el refuerzo del papel de la oficina de farmacia dentro del sistema sanitario y el de los farmacéuticos como profesionales de referencia para mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes, además de en otras cuestiones como la transformación digital de los servicios colegiales, su aportación en el campo de la formación y la docencia en el ámbito farmacéutico y sanitario, participando en calidad de ponente o moderador en numerosas mesas redondas y conferencias celebradas en el ámbito universitario y en foros profesionales de nuestro país.

Todas estas capacidades, junto a las cualidades de honestidad, integridad, humildad y empatía que siempre lo acompañaron, lo convierten en un referente indiscutible para las nuevas generaciones de farmacéuticos andaluces. Historia viva de la profesión, Manuel Fuentes es, desde hace tiempo y ya para siempre, uno de los imprescindibles de la Farmacia granadina y andaluza.

OTRAS CONTRIBUCIONES DE FUENTES

Académico correspondiente de la Academia Iberoamericana de Farmacia desde el año 2002, destaca también por sus aportaciones en el campo de la formación y docencia farmacéutica. Así, fue presidente del IX Congreso Nacional de Dermofarmacia celebrado en Granada en el año 1998 y de las II Jornadas Técnicas de Sanidad Ambiental celebradas en 1995, además de miembro del Comité Organizador del XIII Congreso Nacional Farmacéutico que se celebró aquí en 2002. También ha sido autor de prólogos en varios libros relacionados con el ámbito sanitario y farmacéutico, como “Farmacia y profesión en Al-Andalus (Siglos VIII-XV)”, del que es autor Esteban Moreno Toral; “Estudio del Polen con interés en Apiterapia”, obra de Oswaldo Socorro Abreu y Carmen Espinar Moreno; y “Cuando los años sesenta (II). Viñetas de una década”, cuyo autor es Wenceslao Fuentes Sánchez.

Pero no menos importante es su aportación a la fundación de La Unión Profesional de Granada, donde se integran los colegios profesionales y otras asociaciones, representando a más de cuarenta y cinco mil profesionales de toda la provincia, cuya razón de ser es, es acercar las distintas profesiones que la integran a la sociedad, para fomentar entre todos una mayor visibilidad social y una mayor presencia en las instituciones y lugares de decisión.

Fuentes ha impulsado La Unión para que esté al servicio de Granada, entendiendo necesaria su presencia, en la sociedad granadina para crear líneas de comunicación y colaboración, con las administraciones locales y autonómicas para una mejor asistencia a la ciudadanía. Entendiendo que son la mano experta que no puede ser suplida por ninguna otra institución, ya que en la Unión Profesional de Granada se concitan los conocimientos ineludibles que la administración necesita para el diseño de los proyectos que van a suponer una mejora en la calidad de los servicios y en definitiva en la vida de los granadinos.

A todo eso ha contribuido y sigue haciéndolo, Manuel Fuentes, un boticario, un amigo.

domingo, 30 de marzo de 2025

 


ÚNICA TELEVISIÓN

 

Tito Ortiz.-

 

Mis primeros recuerdos de la TV son los funerales del Papá Pío XII, en aquel televisor de madera que, proyectaba las imágenes en blanco y negro, el posterior cónclave para elegir a, Juan XXIII y el Concilio Vaticano II. Son cosas que se siguieron desde casa con mucha expectación. Para los niños, entonces teníamos poco, por las tardes había un programa de marionetas cuya canción decía: ¡En la casa de Pepito, iaiaoooo!, y también estaban, Boliche y Chapinete en su programa, “Silla de Pista”. Como entretenimiento teníamos, La Casa de los Martínez, con Pepe Rubio y Florinda Chico y, a partir de ahí, entrábamos en una televisión, a mi juicio, más elaborada que la de ahora, en la que yo podría destacar, por ejemplo, el teatro con su programa, “Estudio 1”, las “Historias para no Dormir” de Chicho Ibáñez Serrador, y los programas divulgativos de Félix Rodríguez de la Fuente. Era una televisión de pocas horas y poco recorrido, con su carta de ajuste y su cierre por la noche, con “El Alma se Serena”, pero en la que se cuidaban mucho los formatos y sobre todo se trataba de divulgar Cultura y Educación.

Ahora que tenemos tanta oferta de canales y plataformas, a mí se me hace muy difícil ver la televisión, en principio, porque la mayoría de los programas me sobran, no me aportan nada, yo no quiero saber nada de “La Isla de Tentaciones”, ni de “Gran Hermano”, ni de shows al uso que no me aportan nada, busco algún contenido, busco algo que me he enriquezca y a veces me es difícil encontrarlo, en esta gran oferta que tenemos ahora que, paradójicamente, cuando nos ponemos ante el televisor para elegir, por ejemplo, una película, la oferta es tan extremadamente extensa que, tardamos dos horas en elegir una para ver, cuando esta no dura más de hora y cuarto. Estamos asistiendo a una especie de carnaval televisivo en el que, cada día, es más difícil encontrar algún programa atractivo que te convenza y sobre todo que te aporte algo.

OTROS TIEMPOS

Uno de los programas infantiles que más historia hizo fue, el de Los Chiripitifláuticos. Valentina y toda su recua de personajes claves en la vida de aquellos niños como, El Capitán Tan, el Tío Aquiles y los malvados, Hermanos Malasombra. El primer programa fue emitido por Televisión Española en 1966 y se mantuvo en antena durante 6 años ininterrumpidos, y en una segunda etapa duró dos años, de 1974 al 76, con mayor protagonismo de Paquito Cano, el genial, Locomotoro. Alguno dice que el éxito se atribuye porque aquí entonces, no había más que una cadena, que no había competencia  televisiva, pero sin duda, era también un programa de calidad, los personajes estaban muy logrados y, se elaboraban cuidadosamente todos los guiones en cada capítulo. Se grababan canciones para cada uno de ellos y se cuidaba hasta el más mínimo detalle de la coreografía, y los actores mismos, se divertían muchísimo. No costó nada adaptarse a Valentina a pesar de que nunca había trabajado como actriz. Óscar Banegas el creador de los personajes, era amigo de su familia y en cierta medida, recreó en Valentina un personaje a su medida, le incorporó muchos rasgos de su propia personalidad.

UN LÍDER DE LA ÉPOCA

Lo mismo podría decir del gran concurso de los 60, Cesta y Puntos, con guión de Enrique Domínguez Millán y la presentación de Daniel Vindel, un excelente locutor radiofónico que bordaría hasta la perfección el papel de conductor de este concurso que, llenó la alegría de los hogares desarrollistas de los 60. Pionero de la radio deportiva su, “Antorcha Deportiva” fue el primer programa de radio que cubría la tarde de los domingos, con retransmisiones de la Liga de Fútbol. Cesta y Puntos tuvo su precedente en un espacio similar que realizaba Vindel en radio España, y por el que recibió el Premio Nacional de Radiodifusión en 1964. El impacto de Cesta y Puntos fue impresionante y, se mantuvo en antena hasta 1971. Vindel se convirtió en un hombre concurso y sus trabajos posteriores en televisión siempre desorientaron desde esta perspectiva. Así tras este éxito, se ocupó de la presentación de Subasta de Triunfos, para pasar a continuación a, Camino del Récord, el último programa que presentó fue, Torneo, aunque lo vimos colaborando en un programa hípico, Al Galope, que presentaba en compañía de Marisa Abad, una profesional muy correcta, que se tragó la vorágine del ente público. Vindel en 1965 recibiría el Premio Nacional de Radio y Televisión por su trabajo en la Olimpiada del Saber, y un año después, repite galardón por Cesta y Puntos. La dinámica del programa era muy sencilla, los contendientes son equipos de jóvenes estudiantes de bachillerato que, representan a su colegio. La fórmula de un encuentro de baloncesto en el que, los fallos de la respuesta del contrario son anotados como puntos propios. Se cambia en la segunda temporada por, cómputo directo de aciertos y se transforman las preguntas que cada colegio traía preparadas para las personales del contrario, para que reciban el rizo de la rareza, y la dificultad por preguntas elaboradas por el programa. El concurso es un auténtico boom que, provoca la recepción de regalos comerciales que inflan los premios hasta límites importantes.

Eran unos tiempos en los que padres dejaban a sus hijos ver la tele, sin temor, y si saltaba la alarma de ver aparecer en la esquina de la pantalla los dos rombos, pues, niños a la cama con la Familia Telerín.

Yo ahora, lo primero que les prohibiría a mis hijos es, ver el Telediario.

domingo, 23 de marzo de 2025

 


MIGUEL GUIRAO PÉREZ

 

Tito Ortiz.-

 

En mi condición de periodista, tuve la suerte de conocerlo en su puesto de presidente de la Diputación de Granada. Me recibía en su despacho del Palacio de Bibataubin, y me comentaba en aquellos primeros años setenta, lo complicado que era llevar a cabo su labor, sobre todo, teniendo en cuenta la escasez de presupuestos y las graves carencias que la provincia tenía por entonces. Pero no era un político al uso. Su exquisita educación, junto a su trato personal, le hacían diferenciarse -y de que manera- del resto de cargos públicos de la época.

Nació en Granada el 20 de diciembre de 1924. Era hijo de Miguel Guirao Gea, de Vélez Rubio (Almería), catedrático de Anatomía Humana en la Facultad de Medicina de Granada y de Isabel Pérez Serrabona, de conocida familia granadina. Se casó con María Elisa Piñeyro Morales y fue padre de siete hijos. Estudió en la Facultad de Medicina de Granada, finalizando sus estudios en 1949 con matrícula de honor en todas las asignaturas.

Buscando nuevos horizontes científicos, en el curso 1950–1951 acudió al Anatomiske Institutionem de Uppsala, (Suecia), donde trabajó con el profesor Holmdahl y al Stockholm Subjuset del Karolinska Institut (Fundación Nobel), dirigido por el profesor F. Sjöstrand. También realizó estancias de trabajo en la Facultad de Medicina de Paris, y en la de Bruselas, con los profesores A. Delmas y  Dalcq, respectivamente.

En 1955 obtuvo una beca de Estudios de Gobierno de los EE.UU. (National Institute of Education) University of Pensylvania, Visitors Program. En el mismo año ganó la cátedra de Anatomía Humana de Valladolid y, al año siguiente, sustituyó a su padre en la de Granada.

UN PROFESOR CON ARTE

Tuve la suerte de ser alumno suyo y, en mi condición de delegado de clase, me correspondía a mi borrar la pizarra cuando el había terminado la lección, y puedo asegurarles que era un auténtico sufrimiento porque sus dibujos a tiza eran toda una obra de arte. Estoy seguro que de haberse dedicado a la pintura, su obra sería muy reconocida, pero estaba llamado a grandes empresas con la medicina y la sociedad.

Como decano comisario puso en marcha la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna, lo que llevó a cabo entre 1969 y 1971. Por ello recibió el título de Decano Honorario de dicha Facultad en 1971. Acometió, a la vez, la organización del Hospital General y Universitario de Tenerife, siendo su primer Director Médico. A la vez, funda y dirige la Escuela de Enfermería de Tenerife.

A su vuelta a Granada recibió el nombramiento de Vicerrector de la Universidad, cargo que ejerció desde 1972 a 1974, en tiempos tan difíciles como los años 70 del pasado siglo, siendo rector Juan de Dios López González.

Paralelamente a esta extensa actividad académica, tuvo una corta actividad política. Primero como presidente de la Diputación Provincial de Granada en 1974, enfocando sus esfuerzos hacia la acción social y hospitalaria. Luego, como Miembro de las Cortes Españolas entre 1974 y 1976, asistiendo como testigo a los momentos cruciales de la transición española. A la vez, fundó y presidió la Caja Provincial de Ahorros de Granada, en 1975, y fue miembro del Consejo de Administración de la Caja General de Ahorros de Granada.

Su jubilación prematura, obligada, a los 65 años, le permitió incorporarse al grupo de Profesores Eméritos de la Universidad de Granada. Y, posiblemente, esta última y larga etapa de su vida, que  duró veinte años, fue la que le enorgulleció más. A través del Aula Permanente de Formación Abierta de la Universidad de Granada, que puso en marcha, su querida “Aula de los Mayores”, abrió las puertas a partir de 1995 a centenares de personas que en su momento no pudieron estudiar y que, según D: Miguel, “aquí experimentan una transformación integral, emocional y social”.

IMPULSOR DE LOS MAYORES

 Su hijo Miguel, que siguió sus pasos académicos dijo de él que: “Realmente, cuando él se jubiló a sus 65 años, estaba impartiendo su docencia en la Facultad de Bellas Artes, porque en la nueva carrera que iniciaba su andadura en la Universidad de Granada, era necesario conocer la figura humana, ¿y quién mejor que él la podía enseñar? Allí sintió un brote artístico que le subyugaba, -decía más tarde- pero sus discípulos saben que “ya venía de antiguo”. Sus dibujos con las tizas de colores en sus clases de anatomía eran magistrales; en algunas ocasiones a dos manos, y con tizas negras, que cuando aplicaba sabiamente sus trazos, el efecto de relieve era tal que el dibujo se salía de la pizarra, aunque los puños de su bata delataran esta cualidad.

Tras su jubilación siguió un par de años más en la citada facultad, aunque entonces como alumno, porque le interesó conocer en profundidad la técnica de la acuarela, y sobre todo acuarela aguada, muy aguada para que pinte a su amor -matizaba él-, y así, la propia agua “hacía ella”, aunque la sufriera su mujer en la limpieza de la casa. Llegó a tener una colección muy extensa que hoy, felizmente, adorna las casas de sus numerosos hijos y las de muchos amigos y familiares. Con sus pinceles pintó muchos temas y, entre otras cosas curiosas, diseñó los logotipos de algunas organizaciones, como A toda vela, Agua de Coco, etc. Él siempre comentaba que, incluso pintaba acuarelas casi clónicas. Y si no, ahí están las más de 200 que “iguales pero diferentes”, regaló a cada uno de sus compañeros de la Sociedad Anatómica Española, en el cincuentenario de su fundación (septiembre de 2000) a la vera de La Alhambra.

Fue un honor conocerlo y recibir sus enseñanzas. Sin duda se trata de uno de esos granadinos imprescindibles para conocer la historia reciente de Granada.

domingo, 16 de marzo de 2025

 


MÍ FESTIVAL

 

Tito Ortiz.-

 

Mi primera visión del Festival Internacional de Música y Danza en Granada es, la de un preadolescente -tieso como todos en aquella época- que, en vaqueros y mangas de camisa subíamos por la noche a sentarnos en ese banco pétreo que circunda el Palacio de Carlos V y, desde fuera, escuchar de manera gratuita el concierto que se estaba produciendo en su interior. Hasta la misma puerta del Palacio llegaban coches muy lujosos, de los que se apeaban caballeros de smoking y señoras con grandes echarpes o estolas de visón, eran tiempos en aquellos años 60 en los que, el festival vivía un poco de espaldas a la ciudad que lo alberga. Con el paso de los años, las cosas fueron cambiando y como informador llegué al festival de la mano de mi maestro, José Antonio Lacárcel, primero en aquel maravilloso programa de Radio Popular de Granada que él dirigía y presentaba, con el nombre de “Festival Internacional al Día”, después vino mi etapa junto a él también, en el diario Patria y la Hoja del Lunes, trabajo que continuamos cuando Melchor Sainz Pardo, nos llamó para Ideal y, allí formamos parte de un equipo extraordinario capitaneado por Juan José Ruiz Molinero y César Valdeolmillos Alonso, que durante muchos años fuimos el equipo encargado de informar de las actividades del Festival Internacional en Granada, sin olvidarnos de los cursos Manuel de Falla que por aquellos años -ya hablamos de los años 70- dirigía el músico Antonio iglesias.

NOCHES INOLVIDABLES

Esa experiencia me permitió asistir a conciertos realmente extraordinarios, en la memoria de todos aquellos que amamos el festival. Recuerdo las grandes pancartas anunciando por la ciudad la presencia del director, Herbert Von Karajan en nuestro festival, tiempo antes en el Gneralife habíamos presenciado a dos figuras mundiales como Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev. De los conciertos en el Patio de los Arrayanes, inolvidable fue la noche del pianista Arthur Rubinstein, también lógicamente  la soprano, Jessye Norman, del guitarrista, Andrés Segovia, o de la catalana, Montserrat Caballé.

Noches inolvidables con la orquesta nacional de España, bajo la dirección de, Rafael Frühbeck de Burgos. de Jesús López Cobos y, de otras agrupaciones a nivel internacional. Imposible olvidar el año en que nuestro desaparecido, Miguel Ángel Gómez Martínez, vino a dirigir las nueve sinfonías de Beethoven, de memoria. Acontecimientos extraordinarios que se han ido sucediendo a lo largo del tiempo, poniendo al Festival Internacional de Música y Danza de Granada, en el plano de los grandes festivales internacionales. La edición por ejemplo de 1983 nos trajo a nuestra ciudad,  la orquesta de Cámara holandesa, bajo la dirección de Antoni Ros-Marbá, a la soprano, Teresa Berganza o al, Scottish National Ballet, también estuvo en el Palacio de Carlos V, La Real Filarmónica de Londres, con la dirección de,  Iuri TemirKanov. En el auditorio Manuel de Falla tuvimos la oportunidad de escuchar al violinista, Agustín León Ara y al pianista José Tordesillas. el Ballet Nacional Español estuvo en el Generalife bajo la dirección del genial, Antonio, y tampoco fue desdeñable el recital de piano que nos ofreció Rafael Orozco y, un apunte extraordinario para nuestra tierra, la noche del 4 de julio en el Palacio de Carlos V, la orquesta Nacional de España bajo la dirección de José María Cervera Collado, con nuestra solista del paseo de los tristes, Maribel Calvin. Al día siguiente, esa misma orquesta estaba dirigida por el malagueño granadino, Jesús López Cobos que haciendo doblete,  sería el encargado de cerrar el festival en una nueva sesión, dirigiendo a la Orquesta Nacional de España.

CAPITALIDAD CULTURAL

Ya eran años en los que se veían pocas estolas de visón, grandes echarpes y menos smoking, síntoma extraordinario de que la ciudad ya había hecho suyo el Festival Internacional de Música y Danza hasta el punto de, agotar las localidades con meses de antelación antes de que se inaugurara el acontecimiento magno de la música en la ciudad de la Alhambra. Por aquellos años el apoyo del Ministerio de Cultura, la Dirección General de Música y Teatro eran imprescindibles para llevar a cabo la programación y continuar con la trayectoria intachable de uno de los festivales más importantes de Europa. De los comisarios del festival tengo un recuerdo entrañable de dos de ellos, Antonio Gallego Morell, que apostó durante su mandato de manera decidida porque el flamenco formará parte del Festival Internacional y, de Juan Alfonso García, que cuidó mucho la presencia del arte vocal en la música y de las formaciones de Cámara, imprescindible para valorar en sí todo el arte musical de todas las épocas.

Existen muy pocos festivales en el mundo que cuenten como sede con monumento tan extraordinariamente valorado como nuestra Alhambra, con esa portada del albaicín, con un auditorio, el de García de Paredes, tan extraordinariamente pensado para ejecutar la buena música y algo que en los últimos años ha tenido una gran aceptación que son, las actividades paralelas al festival que se llevan a cabo en la ciudad y en parte de la provincia. No cabe duda que, el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, debe ser el banderín de enganche para todas aquellas otras actividades que puedan conformar, un programa importante y completo para lograr la capitalidad cultural para Granada. La ciudad monumental de primer orden debe por lo tanto hacer uso de nuestro festival y, por supuesto, no olvidar que, en el patio de los aljibes de la Alhambra, en 1922 Falla, García Lorca y otros muchos, hicieron posible la celebración del Primer Concurso de Cante Jondo de toda la historia del flamenco. Me parecen atributos más que importantes para que sirvan a otros de efecto dinamizador y fortalecer con densidad, una programación que enaltezca lo que esta ciudad lleva haciendo durante tantos años por el mundo de la cultura en general y del patrimonio en particular.

domingo, 9 de marzo de 2025

 


ANTONINA RODRIGO

 

Tito Ortiz.-

 

Ha cumplido noventa años y nadie lo diría, a juzgar por su continua actividad y su aportación literaria al mundo de la cultura, tratándose como es de una especialista en historia de la República, la Guerra Civil y el Exilio, casi siempre vinculada a personajes femeninos, a menudo olvidados, a los que recupera para la historia. Entre sus biografías están las de Mariana de Pineda, Margarita Xirgu, María Lejárraga, Salvador Dalí y Anna Maria Dalí, Federico García Lorca, Josep Trueta, María Antonia Vallejo Fernández «La Caramba» o María Teresa Toral.

Nació en Granada, en el barrio del Albaicín. Su madre, Purificación García de Biedma, era andaluza y su padre, Augusto Rodrigo, era manchego. Realizó sus primeros estudios en la única escuela laica de Granada que existía en la época, la Academia-Colegio de Nuestra Señora del Carmen, fundada a principios de siglo por una maestra republicana, Francisca Casares Contreras, “Doña Paquita” a la que también asistió Tica Fernández Montesinos, sobrina de Federico García Lorca.

Se casó en 1965 con el militante cenetista Eduardo Pons Prades en Granada, Antonina eligió la fecha del 1 de septiembre, día en que nació Mariana Pineda. Después de la boda Antonina y Eduardo viajaron a Madrid y posteriormente a Francia, donde vivieron en Carcasona y Perpiñán. En 1970 recalaron en Barcelona, pero ya ha vuelto a su tierra.

ASÍ EMPEZÓ TODO

Esta mujer de raza, como buena albaycinera, de formación autodidacta, comenzó su andadura literaria colaborando en los diarios Patria e Ideal, donde se encargaba de reportajes puntuales combinando la investigación periodística con la histórica. Años más tarde, comenzó a colaborar con el Diario de Granada y las revistas Triunfo, Historia y Vida, Norma, Caracol, Ínsula y Tiempo de Historia.

 

Como escritora, se inició en 1960 con “Retablo de Nochebuena”, pero pronto pasó a interesarse por el teatro, el mundo de la farándula y sus protagonistas. De este interés aparecieron sus obras, “Almagro y su corral de comedias” (1970), “María Antonia la Caramba: el genio de la tonadilla en el Madrid goyesco” (1972) y “Margarita Xirgu y su teatro” (1974).

Su trabajo divulgativo se caracteriza por la profundidad de la investigación de sus personajes en archivos y bibliotecas. Exiliadas, olvidadas, silenciadas, ilustres, perseguidas, anónimas... Por sus manos y su memoria han pasado decenas de mujeres de diferentes épocas, desde figuras reconocidas, como Mariana Pineda, María Lejárraga, Margarita Xirgu, Dolores Ibárruri, María Teresa León, Federica Montseny o María Zambrano, hasta activistas como Magda Donato o Rosario Sánchez Mora, “La Dinamitera”, pasando por feministas, científicas e intelectuales exiliadas, como Beatriz Galindo, Amparo Poch, María Teresa Toral o Aurora Arnáiz, una de las primeras catedráticas de la Universidad de México, a donde llegó exiliada.

De su experiencia en el exilio y de las inquietudes que despertó en ella la lucha por la supervivencia de los españoles en Francia tras la derrota de la guerra civil nacieron varios de sus libros, entre ellos “Mujeres para la historia”, “La España silenciada del siglo XX” (1979) prologado por la escritora catalana Montserrat Roig, una de sus obras más reeditadas o, “Mujer y exilio 1939”, prologado por Manuel Vázquez Montalbán (1999)., muchas de ellas traducidas a varios idiomas.

PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS

Desde1975  que obtuvo el Premio Internacional de Periodismo Manuel de Falla, todo ha sido una sucesión de galardones como el Premio Internacional Académie Européene des Arts, Aldaba de Granada,  a la Lealtad Republicana de la Asociación Manuel Azaña de Madrid, Creu de Sant Jordi de la Generalidad de Cataluña, María Zambrano de Sevilla, Seco de Lucena de Periodismo de Granada, Universidad de Sevilla, modalidad Prensa, Premio del Círculo Artístico Literario «El Semillero Azul» Barcelona, Mariana Pineda a la Igualdad entre Mujeres y Hombres en Granada. A los que hay que añadir que, en 2014, La Academia de Buenas Letras de Granada la eligió académica correspondiente en Barcelona, por unanimidad de sus miembros. La Medalla de Oro al mérito de la ciudad de Granada un año más tarde, el Pozo de Plata de la Diputación Provincial de Granada, la Medalla de Andalucía, la “Resurrección" de la asociación Amics de Ravensbrück en 2017, el Córdoba por la Paz - Antonio Gala de Ensayo y las más recientes distinciones a las que ella tiene un especial cariño: La ​Medalla de la Fundación Internacional Olof Palme, en su sede de Barcelona, y el nombramiento como Doctora Honoris Causa por la Universidad de Granada.​

De su brillantez como conferenciante, da fe el amplio calendario llevado a cabo en el Ateneo Barcelonés

MILITANTE COMPROMETIDA

Recortes Cero es un movimiento social, cultural y político de lucha solidaria contra los recortes que, participa activamente en las movilizaciones por el blindaje constitucional de las pensiones, contra la violencia de género, los desahucios, por los derechos de trabajadores migrantes, las asociaciones de bebés robados, dando especial importancia a las luchas de la clase obrera y el colectivo LGTBI. Por eso desde 2014, ambos estamos comprometidos con este ideario en el que Antonina destaca por su actividad en cuantas iniciativas se toman desde Recortes Cero, en defensa de sus ideas que ponen especial énfasis en redistribuir la riqueza que,  no es repartirla ni reducirla a las ayudas sociales, sino elevar salarios y pensiones, crear empleo, reindustrializar el país de forma respetuosa con el medio ambiente y, ampliar la democracia con la constitución de asambleas de electores, ante las que respondan periódicamente los cargos electos y, tengan capacidad de destituirles si no cumplen con sus compromisos. Reformar el Código Penal para que la corrupción sea tratada como las tramas mafiosas. Endurecer las penas para los corruptos y para los corruptores, eliminando la prescripción de las penas y que devuelvan lo robado.

Y en eso estamos Antonina y yo, junto a otros muchos. Ayer echamos echado de menos a nuestra compañera, Kin Pérez.