MANUEL FUENTES
Tito Ortiz.-
Es un boticario de raza, con
una vocación de servicio a los demás a prueba de bombas. Desde el primer día
que se puso la bata blanca, tras el mostrador de su farmacia, tuvo claras dos
cosas: El paciente es lo primero y defender al colectivo farmacéutico su
pasión. Procurar que quien entra a la botica, no se lleve solamente el
medicamento, sino que, salga de allí convencido de que, quién lo ha atendido,
es un amigo en el que confiar en materia de salud. Que siempre le va a
aconsejar lo mejor que, en muchas ocasiones, no pasará por venderle un preparado,
sino que lo va a derivar a su médico de familia, quién debe tomar cartas en el
asunto, sin olvidar el decirle como debe tomarse los medicamentos, hacerle el
seguimiento adecuado y tratarlo con amabilidad y empatía porque todo el que
entra a una farmacia, arrastra una preocupación que, a lo mejor, con una simple
charla cariñosa y un buen consejo, se va sin tener que comprar nada.
Manuel Fuentes Rodríguez –
Manolo Fuentes para los amigos- tuvo claro desde el principio de su vocación
que, el colectivo farmacéutico necesitaba de interlocución válida con las
administraciones, con una organización colegial eficiente que le ofreciera a
los compañeros y compañeras, los servicios necesarios para el desarrollo de sus
funciones que van desde, la formación continuada a los trámites administrativos
que tanto tiempo pueden hurtar de la atención farmacéutica, de ahí su temprana
pertenencia a la directiva del Colegio de Farmacéuticos granadino, del que ha
sido presidente casi tres décadas.
RECONOCIMIENTO
Es por eso que, Manuel Fuentes
ha recibido la Medalla de Honor del Consejo Andaluz de Colegios de
Farmacéuticos -la máxima distinción de la Farmacia andaluza- en reconocimiento
a su trayectoria profesional y a su dedicación y compromiso con la profesión
farmacéutica a través de sus actividades de representación colegial en Granada,
Andalucía, y también a nivel nacional, un reconocimiento de la Farmacia
andaluza a quien fuera el primer presidente del Consejo Andaluz.
Su amigo Antonio Mingorance,
compañero de tantas luchas y tantos logros, que ahora ocupa ese cargo a nivel
andaluz dice de él que: “su pasión por la farmacia, su vocación por la docencia
y su capacidad para combinar la defensa decidida de los intereses de su Colegio
y de la profesión farmacéutica en general, con la apertura al diálogo y la
capacidad de llegar siempre a acuerdos es su lema de trabajo. Tanto a nivel
interno, promoviendo el consenso entre los Colegios andaluces y priorizando
siempre la unidad; como a nivel externo, defendiendo el modelo asistencial de
farmacia y sus bases fundamentales con flexibilidad ante las administraciones
públicas, buscando en todo momento la conciliación del interés profesional con
el interés general de los granadinos y los andaluces, son virtudes de Manolo
Fuentes”.
MIngorance también reseña la
contribución clave de Manuel Fuentes al desarrollo de la farmacia granadina y
andaluza en las últimas décadas, especialmente en el refuerzo del papel de la
oficina de farmacia dentro del sistema sanitario y el de los farmacéuticos como
profesionales de referencia para mejorar la salud y calidad de vida de los
pacientes, además de en otras cuestiones como la transformación digital de los
servicios colegiales, su aportación en el campo de la formación y la docencia
en el ámbito farmacéutico y sanitario, participando en calidad de ponente o
moderador en numerosas mesas redondas y conferencias celebradas en el ámbito
universitario y en foros profesionales de nuestro país.
Todas estas capacidades, junto
a las cualidades de honestidad, integridad, humildad y empatía que siempre lo
acompañaron, lo convierten en un referente indiscutible para las nuevas
generaciones de farmacéuticos andaluces. Historia viva de la profesión, Manuel
Fuentes es, desde hace tiempo y ya para siempre, uno de los imprescindibles de
la Farmacia granadina y andaluza.
OTRAS CONTRIBUCIONES DE
FUENTES
Académico correspondiente de
la Academia Iberoamericana de Farmacia desde el año 2002, destaca también por
sus aportaciones en el campo de la formación y docencia farmacéutica. Así, fue
presidente del IX Congreso Nacional de Dermofarmacia celebrado en Granada en el
año 1998 y de las II Jornadas Técnicas de Sanidad Ambiental celebradas en 1995,
además de miembro del Comité Organizador del XIII Congreso Nacional
Farmacéutico que se celebró aquí en 2002. También ha sido autor de prólogos en
varios libros relacionados con el ámbito sanitario y farmacéutico, como
“Farmacia y profesión en Al-Andalus (Siglos VIII-XV)”, del que es autor Esteban
Moreno Toral; “Estudio del Polen con interés en Apiterapia”, obra de Oswaldo
Socorro Abreu y Carmen Espinar Moreno; y “Cuando los años sesenta (II). Viñetas
de una década”, cuyo autor es Wenceslao Fuentes Sánchez.
Pero no menos importante es su
aportación a la fundación de La Unión Profesional de Granada, donde se integran
los colegios profesionales y otras asociaciones, representando a más de
cuarenta y cinco mil profesionales de toda la provincia, cuya razón de ser es, es
acercar las distintas profesiones que la integran a la sociedad, para fomentar
entre todos una mayor visibilidad social y una mayor presencia en las
instituciones y lugares de decisión.
Fuentes ha impulsado La Unión
para que esté al servicio de Granada, entendiendo necesaria su presencia, en la
sociedad granadina para crear líneas de comunicación y colaboración, con las
administraciones locales y autonómicas para una mejor asistencia a la
ciudadanía. Entendiendo que son la mano experta que no puede ser suplida por
ninguna otra institución, ya que en la Unión Profesional de Granada se concitan
los conocimientos ineludibles que la administración necesita para el diseño de
los proyectos que van a suponer una mejora en la calidad de los servicios y en
definitiva en la vida de los granadinos.
A todo eso ha contribuido y
sigue haciéndolo, Manuel Fuentes, un boticario, un amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario