lunes, 4 de abril de 2016
¿BÉLGICA O BABIA?
¿BÉGICA, O BABIA?
Tito Ortiz.-
El terrorismo islamista ha venido a sacar de su letargo al pueblo belga, que desde que Velázquez pintara la rendición de Breda, van a lo suyo, como si la hostilidad mundial no fuera con ellos. Es muy triste que haya que poner más de treinta muertos encima de la mesa, para reaccionar ante una amenaza real como el terrorismo yihadista. Pensar que un barrio como Molenbek, es algo inofensivo, es como ir a amenazar a un león con un mal palo. Ya lo dijo don Juan Tenorio. Cuando un barrio se convierte en un gueto, donde se encapsula a la población inconveniente, estamos dando pasaporte diplomático excelente a los extremismos, sean del color que sean. Si en lugar de integrar a los extranjeros, los cercamos para que no molesten, se los estamos poniendo en bandeja a los muyahidines, para crear el caldo de cultivo adecuado, que no solo los ponga enfrente del sistema y la civilización, sino que les anime a inmolarse porque Alá les espera en el paraíso con seis o siete odaliscas para cada uno. Es verdad que esto – los atentados - se podía haber evitado, si la policía que no entra al barrio, hubiera dedicado su tiempo a hacerle caso a los avisos llegados desde otros países y otros cuerpos de seguridad, que repetidamente les ha ido informando del peligro que corrían. Se necesita estar en Babia, para ver lo que está pasando a tu alrededor, y pensar que a ti no te va a tocar. Más de un listo del servicio de inteligencia belga, es posible que haya pensado, como ya hicieron los franceses con ETA, que como los tenían acogidos en su seno, a ellos no les tocarían nunca. Craso error. El terrorismo es el único perro, que muerde sin remordimientos, la mano que le da de comer. La historia está plaga de ejemplos.
Es muy difícil vivir con muertos evitables sobre la conciencia, por no haber hecho caso de advertencias reiteradas de otros que ya lo habían sufrido, y más difícil aún, no saber contar los muertos. Que una semana después de los atentados, la cifra oficial de fallecidos sea reducida por las fuentes oficiales, es como para caer en la tentación y pensar, que a los belgas los protege Torrente, el brazo tonto de la ley. Sólo hubiera bastado que las fuerzas de seguridad, se hubieran dejado aconsejar, dejando a un lado la arrogancia, y que esa absurda ley que prohibía hacer registros a partir de las nueve de la noche, hubiera sido derogada como han hecho demasiado tarde, porque las vidas no son recuperables como en la PlayStatión. Los muertos son de verdad, aunque todavía no sepan cuantos son. ¿Qué pueblo europeo del siglo XXI, puede legislar para prohibir a su policía hacer registros por la noche?. Me parece más propio de una película de Luís de Funes, persiguiendo a Fantomas. Se necesita estar en Babia. Ahora me explico, por qué el rey Balduino y la reina Fabiola vivían en Motril.
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