martes, 26 de septiembre de 2017
EL RECHAZO YA ESTÁ AQUÍ
EL RECHAZO, YA ESTÁ AQUÍ
Tito Ortiz.-
La clave me la dio, la millonaria campaña publicitaria que La Caixa, está llevando a cabo en los medios, dejando constancia de su magnífica labor, a través del mecenazgo de importantes estudios en investigaciones científicas en materia de salud, con su Obra Social por bandera. Y es cierto. La Obra Social La Caixa, lleva a cabo en todo el país una cantidad de proyectos en beneficio de la sociedad en general, dignos de tener en cuenta, y no digamos, de su promoción de la cultura y las bellas artes. Un albayzinero como yo, se rinde ante la ingente tarea de esta entidad, que nacida en Cataluña, está implantada en todo el territorio nacional, y a juzgar por la mayoría de sus clientes, con cierta satisfacción por la atención recibida, en lo económico y en lo social. Pero con la que tienen liada los independentistas, no estamos libres de que algunos ciudadanos, hartos de desplantes, complejos de superioridad y trato denigrante, estén pensando como mi compadre, y comiencen a decir disparates, como… Ni un solo euro de mi bolsillo en entidades catalanas, ni un solo producto catalán en la cesta de mi compra, ni un solo día de vacaciones en Cataluña. No quieren ser independientes- dice mi compadre – pues ahora se van a comer toda la butifarra ellos, y se van a beber todo su cava ellos, y se van a tragar todos sus productos sean los que sean. No pienso adquirir nada que huela a catalán, aunque me piquen. Y mi dinero, en casa metido en un calcetín, bajo una loseta. Hala, que les den la independencia. A mí no me hace falta pasaporte para entrar en Cataluña, no pienso ir nunca. ¿Por qué voy a conocer yo, a quién no me quiere conocer, decidiendo su futuro unilateralmente, sin preguntarme?
Somos cuarenta y seis millones y pico de españoles, y dice la Constitución que nos dimos todos, que para decidir quién se va del grupo, debemos ser consultados, como lo fuimos hace cuarenta años. Pero España es diferente. Cuando el mundo está más globalizado que nunca, cuando nos jactamos de haber derribado muros y fronteras, formando una Europa de libre circulación para todos, hay quién se empeña en volver al siglo XIV, acantonando lo que tanto trabajo nos ha costado liberalizar. La catetez de unos cazurros de nacionalismos radicales, que solo se miran el ombligo propio, pretenden arrastrar a todo un país tras ellos, imponiendo por la fuerza de la sinrazón, sus ideas fuera de la Ley. Despreciando a los millones de catalanes que no están por la labor, y lo que es peor, sin haber medido las consecuencias suicidas de su decisión. Gran parte del pueblo catalán y del resto de España, no tienen por qué aceptar la imposición que unos pocos pretenden implantar, por el solo hecho de estar enfrentados a un Gobierno. Se trata de dialogar, de cumplir con el sacramento ineludible de todo político elegido por el pueblo. Hablar, conocer las posibilidades de un acuerdo, que, si pasa por retocar la Carta Magna, no debe infundir temor a lo desconocido, sino todo lo contrario. Si todos abrimos puertas al diálogo, en pos del inmovilismo ideológico, estoy seguro de que se puede llegar a un acuerdo, sin fragmentar un país, sin dividir a sus ciudadanos, sin enfrentarlos entre sí, para llegar a la nada más absurda jamás conquistada.
martes, 19 de septiembre de 2017
VIOLENCIA INSTITUCIONAL
VIOLENCIA INSTITUCIONAL
Tito Ortiz.-
Solo desde el desconocimiento de la ley, y las ganas de ofrecer titulares a la prensa, se puede asegurar, que, en el caso del culebrón veraniego, se está aplicando violencia institucional por estos pagos. Donde de verdad se está sufriendo auténtica violencia institucional, es en Cataluña, donde un gobierno autonómico en huida hacia adelante, impone sus sectarios criterios, incluso a la oposición y a los ciudadanos que ésta representa. El colmo de la dictadura separatista, es la imagen de una venerable anciana, que en el parlamento catalán, retira unas banderas nacionales, como si el pretendido referéndum ya se hubiera celebrado y lo hubieran ganado, en contra incluso de la neutralidad que Podemos, su partido, ha pedido en éstas acciones. Violencia institucional es cuando gobernantes elegidos por el pueblo, desobedecen los dictámenes del alto tribunal, hacen de su capa un sayo, y haciendo oídos sordos, siguen en progresión suicida, contrarios a la Ley y sus máximos representantes. Se pasan la Constitución por el forro de la barretina, desafían a toda una Nación que algo tiene que decir en todo ese proceso, y al que no le guste, que se vaya. Eso si es violencia institucional. Se trata de una constante provocación, esperando el instante orgásmico para ellos, de que el tercio de la Legión española, avance con la cabra por el Paseo de Gracia, para que la foto de la vuelta al mundo y así poder presentarse como víctimas internacionales, de un proceso de independencia enloquecido, fuera de todo orden y justificación, ignorando que el pueblo catalán, desde el siglo pasado es el más privilegiado del suelo patrio, en el que el Estado, en detrimento de otras regiones, no ha dejado de repartir prebendas económicas y sociales, para mantener la paz social. Y ha sido tanto el nivel alcanzado, en comparación con el resto de España, que algunos catalanes se han creído los reyes del mambo, posicionándose por encima de lo divino y lo humano, arrastrando a un pueblo al que no se le han explicado bien las consecuencias de una separación del país.
La calificación como, violencia institucional, no puede ser gratuita y sin fundamento. Se juega con demasiada frecuencia, a soltar frases de las que seremos eternamente deudores, solo para que sean difundidas por los medios, para justificar las estampidas en callejones sin salida, cuando los procesos judiciales están abiertos y nada se ha decidido al respecto. Los conflictos – y el de Granada los es – no deben resolverse a golpe de titulares, sobre todo, cuando el diálogo no existe, y la proclamación es solo de una parte. Cuando mejor se ejerce la presión social, es cuando ésta emana de una mayoría amparada por la Ley. Cuando es solo producto del efectismo de una foto y un comunicado, no solo va languideciendo su eco a la ciudadanía, sino que se da pábulo a que aparezcan en escena, operadores contrarios a la proclama, como es el caso, y la defensa de unos criterios que en principio parecían lógicos y ajustados a derecho, se van convirtiendo en hechos que reciben la contestación de quienes opinan contrariamente, o aprovechan la oportunidad, para obtener su minuto de gloria de manera gratuita. La estrategia del caso granadino, está equivocada desde el principio, mal dirigida, y con algunas acciones de las protagonistas contrarias a derecho. “Seamos sensatos, pidamos lo imposible”, fue solo un eslogan del Mayo del 68.
martes, 12 de septiembre de 2017
LECCIONES, ¿DE QUÉ?
LECCIONES, ¿DE QUÉ?
Tito Ortiz.-
Éste verano que ya agoniza, hemos vivido un culebrón informativo que todavía colea – y lo que te rondaré morena – en el que una vez más, periodistas y medios hemos sido utilizados y no en todas las ocasiones, para bien. Se nos ha convocado a horas y días no habituales, para alimentar un mensaje, que ocultaba parte de la verdad en unas ocasiones, y en otras adquiría por la comunicante, tintes de tragedia cuando no eran necesarios, dependiendo de la presión que se quisiera ejercer sobre los hombres y mujeres encargados de impartir justicia igual para todos, seamos los que seamos. Y es que una cosa es dar clases en la Universidad, a criaturas en aprendizaje, que si no hacen lo que queremos son suspendidos y ya está, y otra muy distinta ejercer asesoramiento ajustado a Ley, aderezado con parafernalia mediática, poco afortunada, pretendiendo con ello, que las togas refrenden unas actuaciones y actitudes, fuera de lo reglamentado. Desde aquí, mi reconocimiento a quienes han sido imperturbables ante lo no ajustado a derecho.
Las causas pueden ser muy nobles, pero también deben serlo las formas de comunicar, y la reciprocidad informativa. Cuando la portavoz ha visto que la justicia la requería, para poner orden en la causa, no ha dudado en cerrarse en banda, y lo que en plena efervescencia a favor del viento eran continuas peticiones de colaboración a los periodistas, se han convertido en negativas a darnos explicaciones de la nueva situación, y acogidas al derecho de no declarar. Los que días antes éramos imprescindibles para remar a favor de sus -no siempre- acertadas teorías, hemos pasado a ser sujetos molestos para la misma causa y persona. Sorprende el cambio de estrategia, cuando lo que queremos es informar de la misma manera a los ciudadanos, que es nuestra misión y vocación. Por eso, compañeros/as, debemos ser muy cautos a la hora de que se nos utilice, como es el caso, para causas empecinadas en aras de la igualdad, protección y “legalidad” interpretadas de parte, que además esconden y afloran tardíamente, en comportamientos fuera de la ley. Hemos soportado de la asesora y portavoz estoicamente, ruedas de prensa farragosas, ricas en contradicciones y temas mal explicados, para las que hemos necesitado asesoramiento, pero esta vez, especializado de verdad. Nos hemos volcado con el caso con una entrega total y sin condiciones, por eso ahora no comprendemos su actitud. Eso es de hacérselo mirar seriamente. El hecho de que éste caso haya sido abandonado por algunos letrados, debió encender todas las alarmas, pero de todas las partes implicadas, incluidos nosotros los periodistas, que deberíamos haber preguntado por qué lo hacían.
Yo soy el primero, y lo he repetido hasta la saciedad, que la Ley no puede favorecer en ningún caso y bajo ningún concepto, a los maltratadores. Pues entonces habrá que cambiarla y no navegar entre vacíos legales, que dan carta de naturaleza a comportamientos muy humanos y comprensibles, pero ávidos de un respaldo de la justicia, como no podía ser de otra manera. Y a la asesora mediática decirle que, con los medios, hay que estar a las duras y las maduras. No se nos puede utilizar a capricho, y cuando viene mal dadas, enmudecer porque ahora no interesamos. Si éramos necesarios antes, ahora también.
martes, 5 de septiembre de 2017
QUE TRISTEZA
QUE TRISTEZA
Tito Ortiz.-
El pasado Martes, en la página 35 de éste periódico de mis entretelas, vi la foto más triste, desde la de Aylan Kurdi, el niño muerto en una playa de Turquía. En la aterradora imagen, se observaba a una señora que bien puede ser mi abuela, sosteniendo a duras penas en sus manos un fusil, mientras un soldado de Maduro, le enseñaba a manejarlo. Me quedé estupefacto. ¿Cómo se puede ser tan mezquino, implicando a octogenarios en la hipotética defensa de un país, que él mismo ha llevado a la ruina política, económica y humana? En esa venerable anciana, vi a los niños de la guerra, reclutados a la fuerza en el África profunda, o a los que -yihadistas sin escrúpulos ni conciencia- adosan cinturones de explosivos y los mandan a los mercados para que se inmolen. Es tal, la degradación de algunos mandatarios, que ya no son políticos dictadores, a los que se les llena la boca de libertad y democracia. Se han convertido – como el señor Maduro – en gurús de una secta salvaje, que lleva más de un centenar de cadáveres en las calles de Venezuela, con miles de encarcelados políticos, contrarios a la masacre y la ignominia que está llevando a cabo, ante la pasividad del mundo civilizado. Un individuo que a éstas alturas no resistiría el más liviano examen psiquiátrico, no puede seguir por más tiempo, hundiendo a las gentes de un país rico, desabastecido y hambriento, mientras los adeptos a su presidente, viven en mansiones con todo tipo de lujos y riquezas. Éste demente, atrincherado en un bolivarismo interpretado a su medida, fusionado con un chavismo populista y trasnochado, y mal aconsejado por Pablo Iglesias y su troupe, está hundiendo en la miseria a su país, presumiendo de poner muertos y encarcelados encima de la mesa de una paz, que solo está en su mente enferma. Si queremos analizar lo que está ocurriendo en Venezuela con Maduro, no hay más que observar el comportamiento del líder de Podemos, y padre espiritual del “madurismo”, que está aprovechando el verano, para atrincherarse en su guardia pretoriana, haciendo de Podemos, una caricatura de lo que iba a ser el partido salvador de la Patria española. Sus últimas decisiones no hacen más que profundizar en el endurecimiento de sus estatutos para evitar críticas, filtraciones y noticias que le perjudiquen. Se está construyendo un blindaje, en el que hacer a su antojo lo que le apetezca, con purgas entre sus afiliados, en lo que algunos de sus, antes incondicionales, ya ven la gestación de una casta, dentro de un partido que pretendidamente nació para acabar con ella en la clase política española. Sus continuos ataques a medios y periodistas, no hacen más que confirmar la triste y peligrosa deriva por la que camina el líder coletudo, dando muestras de una egolatría, que no conoce límites a su afán de poder, inmersa en una ambición digna de hacérsela mirar. Al partido morado, ya le están saliendo bastantes moratones, gracias a la altivez de quién se ha creído el mesías salvador de los españoles. Solo hay que esperar, que el sano juicio de los ciudadanos, ponga coto a tamaño desatino, y el implacable veredicto de las urnas, ponga en su sitio a éste “salvapatrias”, que tan pronto está dejando cadáveres de los suyos por el camino.
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