martes, 19 de junio de 2018

SÁLVAME DIARIO

SÁLVAME, DIARIO Tito Ortiz.- Anoche soñé que un periodista de la prensa rosa, reconvertido en novelista de éxito, ascendía al ministerio de cultura. Me sorprendió que el nuevo Consejo de Gobierno, admitiera a quién se había declarado en contra del deporte para llevar esa cartera, pero a estas alturas de mi vida he visto tanto y tan diverso, que mi capacidad de asombro brilla por su ausencia. Máxim Huerta, “El Breve”, dimitió de su cargo obligado por Pedro Sánchez que, a su vez, todavía no ha dimitido por atacar al portero de la selección en un asunto de faldas, del que el cancerbero salió indemne. El novelista, cursi de toda la vida como un repollo con lazo, y henchido de una soberbia digna de quién se defiende con un ataque, no parpadeó cuando decía que lo que había hecho con Hacienda, lo habían cometido otros colegas, y se jactó de llamar jauría, a quienes habían propiciado su estrepitosa caída del ministerio. Soñé que todo era producto de una pesadilla de la que no sale el PP, que no se resigna a estar en la oposición y descabezado. Pero los sueños, es lo que tienen, que a veces se convierten en pesadilla. También soñé que, desde las filas del partido conservador, alguien llamaba al móvil personal de Florentino Pérez, para que a toda costa y de manera expedita, no consintiera que la selección española pudiera proclamarse campeona del mundo con un gobierno socialista, que pudiera rentabilizar los éxitos. Y dicho y hecho: El Real Madrid contrató por la vía de urgencia a Lopetegui, creando la crisis más universal, jamás sospechada. Esto de soñar es la repera, porque ocurren cosas que jamás en la vida real ocurrirían. Cuando creía que ya había soñado todo lo imposible, mi mente me llevo a la instrucción del caso Urdangarín, y cuál no sería mi asombro, cuando en el juicio oral, vi a un fiscal que por extraño sortilegio, se convertía en el mejor abogado defensor que una infanta hubiera soñado nunca, perdiendo así la amistad de siempre con el juez instructor del caso, que me pareció un valiente a quién todos los españoles deberíamos estar agradecidos de por vida, porque jueces como el, nos devuelven la confianza en la justicia. Lo extraño es que el fiscal no se ha ido aún de España. Soñé que la sentencia del excuñado del rey, cada vez que pasaba por un tribunal se iba empequeñeciendo, y que además se abría un concurso de ideas, para ver que cárcel podría ser más benigna para éste exjugador de balonmano. Soñé que el Banco de España, nos metía las cabras en el corral, con la predicción de una subida de precios debida al coste del petróleo, una cosa que ya ocurría en los tiempos de Franco. Por lo visto, no se conforman con que tengamos que pedir un préstamo personal, cada vez que llenamos el depósito, nos auguran que subirá todo, incluido el interés por la política. Sentí vergüenza durante el sueño, cuando vi a los líderes del PP decir que, evitar la muerte en el Mediterráneo de seiscientas criaturas, es una operación de maquillaje para el PSOE, que no quieren más que fotos buenas. Ellos prefieren las de los subsaharianos abiertos en canal, por las alambradas de la frontera con Marruecos, o que sigan sin tener derecho a la sanidad pública. Esas, si son buenas fotos para el partido conservador. En el sueño, vi a tres jugadores hacer una regresión a su infancia, y cometer errores de colegial, como el penalti de Nacho, el balón entre las piernas de Egea y la falta de Piqué, y es que los sueños…sueños son. Entonces me puse a ver Sálvame, Diario. Que Dios me perdone.

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