CONTRADICCIONES
Tito
Ortiz.-
Siempre me ha parecido una
enorme contradicción – incluso hilarante – que se prohíba fumar en los
estancos, que se pida silencio en los cementerios, y que se prohíba el cante en
las tabernas de postín. Creo que a veces nos pasamos legislando menudencias, cuando
ese tiempo se debería emplear en, ir a lo que nos interesa a todos. Impedir que
la banca, las empresas del IBEX, las petroleras y las multinacionales sigan
jugando con nosotros, pisándonos el cuello sin dejarnos rechistar. Nos quieren
en la cárcel y con miedo. De rodillas y sumisos, lo más cercanos a la pobreza,
para manejarnos a su antojo. Somos los nuevos esclavos del siglo XXI, estamos
en sus manos, hacen con nosotros lo que quieren y tienen a los políticos para
vigilarnos y amenazarnos, si no hacemos lo que ellos quieren. Es una
contradicción que cuando éste país entró en crisis, provocada por la burbuja
inmobiliaria y una mala praxis de la banca española, lo primero que hizo el
gobierno – en lugar de proteger a los ciudadanos– fue sacar de nuestros
bolsillos sesenta mil millones de euros, y rescatar con ellos a la banca,
congelar nuestras pensiones y obsequiarnos con una reforma laboral, que al día
de hoy tiene como consecuencia, que haya emergido una nueva figura en España
que, es el trabajador con nómina que no llega a fin de mes, y tiene que
recurrir a los comedores sociales y los bancos de alimentos, que tiene que
elegir entre dar de comer a sus hijos o encender la calefacción. Nosotros
seguimos pagando las consecuencias de la crisis, mientras la banca que
rescatamos con nuestros dineros lleva años ofreciendo suculentos dividendos a
sus accionistas. ¿Cave mayor contradicción?
Pues a pesar de tenernos
exprimidos más de una década, subirnos la gasolina a traición cada semana, con
nocturnidad y alevosía, la banca aún quiere más. En la apertura del XXVI
Encuentro del sector financiero, José María Roldán, presidente de la Asociación
de la Banca Española ha afirmado que, el Banco Central Europeo (BCE) empuja a
los bancos a tener más capital y eso llevará a restringir el crédito. "Si
la presión es mucha, al final estás empujando a prestar menos", ha
afirmado Roldán. En su opinión, el supervisor reclama más capital y más
rentabilidad, al mismo tiempo. Dado que para las entidades es costoso obtener
capital en el mercado, los bancos pueden optar por reducir el crédito, es
decir, disminuir los riesgos y el balance, para ser más rentables y atractivos
ante sus inversores. En el mismo Encuentro, organizado por Deloitte, con la
Sociedad de Tasación y ABC, la subgobernadora Margarita Delgado, reclamó a los
bancos que redujeran los dividendos para elevar el capital. Además, la
supervisora acusó al sector de ser el "farolillo rojo" en solvencia
en Europa. La banca española, con la desfachatez de quien juega con un dinero
que no es suyo, reparte ganancias a sus accionistas, sin devolver lo recibido
graciablemente otorgado por, un gobierno conservador que no se lo pensó dos
veces cuando tuvo que elegir quién tenía que pagar el pato de la mayor crisis
económica de la historia de la democracia: Nosotros. Les das la mano y se toman
el brazo. Cada vez que cierran un poco más el grifo, es para no abrirlo jamás.
Ahora que el sector se estaba reanimando un poco y acceder a una hipoteca era
menos difícil, los señores de chaqué y chistera que juegan al Palé con nuestras
vidas nos amenazan con pisarnos con mayor fuerza. Rescataron a los bancos,
mientras los “paganinis” dormimos el sueño de los justos a base de sopicaldos y
yogures caducados.
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