DE OFICIO
Tito Ortiz.-
Que a estas horas del día, la fiscalía de violencia de género no haya encarcelado aún a Kiko Matamoros y Rafa Mora por, misóginos, violentos verbales, gesticulación gorilesca, y abuso de apariencia física superior, para acallar, amedrentar, humillar y ofender a las mujeres, no hace más que poner en evidencia, que lo de la justicia en este país, no es solo que, sea lenta, sino que en efecto, es muy posible que sea ciega, y lo que es peor, hasta sorda. De todas formas, yo recuerdo que en España, nada impide a un fiscal actuar de oficio, es más, somos muchos los ciudadanos que echamos de menos esa práctica legal y tan necesaria, por la que la justicia no tiene que esperar a que nadie denuncie, cuando se trata de algo público y flagrante. Si lo hacen porque no tienen pruebas, les recuerdo a sus señorías que, desde hace años existe una cosa llamada, “televisión a la carta”, donde encontrarán razones más que suficientes para atajar esta ignominia pública contra las mujeres, que llevan a cabo en la televisión individuos como los arriba mencionados, todos los días de lunes a viernes en horario protegido, sin que nadie mueva un dedo, para proteger a la población de personajes tan nocivos como estos, que además con su ejemplo, están dictando patrones de conducta asociales e incívicos, a una juventud que al verlos tantas horas al día en la tele, los toman por un ejemplo a seguir.
El daño que programas como Gran Hermano, en todas sus versiones, o Supervivientes, están haciendo en la juventud de instituto y universidad, mostrando que abandonando estudios, siendo analfabeto y procaz, ganas miles de euros a la semana, con el solo hecho de sentarte en un plató y contar tu vida amorosa, ya estamos empezando a pagarlo, con la aparición de muñecos rotos, que en su momento pasaron por estos programas, y al no estar preparados, quedaron deslumbrados por los focos, la popularidad y la cuantía económica de sus colaboraciones, y hoy viven de los bancos de alimentos, pidiendo ayuda a Stop Desahucios. Si es estando preparados y con toda una carrera brillante a sus espaldas, y la vida te lo pone difícil, si no que, se lo pregunten a las Campos. Cuanto más difícil será aguantar el chaparrón, cuando por toda formación y bagaje profesional, solo aportas tus ligues y borracheras. La caída en el pozo del ostracismo es la crónica de una muerte anunciada.
Mujeres maltratadas, mujeres engañadas y mujeres difamadas, se sientan cada tarde como colaboradoras de élite, a contar sus penas y las de los demás, con el solo aval de su amarga experiencia y nula formación, enviando un mensaje a la sociedad permeable, que no se ajusta a la realidad de lo que se vive fuera de la pequeña pantalla, con sueldos de locura y chófer en la puerta. Cualquier analfabeto de estos que vemos dogmatizar desde el púlpito de la ignorancia cada tarde, cobra más que el ingeniero jefe de la NASA, o que nuestro Presidente del Gobierno, y eso es una perversión de la sociedad de nuestro tiempo, que envía un mensaje directo a nuestra juventud, cada tarde, noche y madrugada, en el que se le está diciendo, que no estudie, que no se prepare, que no trabaje, que se convierta en un mal ejemplo promiscuo, y tendrá asegurado un sueldo durante años, que no obtendría si estudiara tres licenciaturas y trabajara doce horas diarias. ¡Juventud de todas las Españas! No estudiéis, no trabajéis, poneos ligeritos de ropa y cascos, a las puertas de Sálvame. Triunfaréis.
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