martes, 31 de diciembre de 2019

LOS FELICES 20

LOS FELICES 20

Tito Ortiz.-

Esta noche a las doce cambia la vida de los granadinos, porque entramos en la década de los felices años veinte, y ya se sabe, que eso es signo de prosperidad y optimismo para todos. En los diez años que tenemos por delante, veremos con seguridad como Luís Salvador, gobierna este país desde la Moncloa, mientras se marca un charlestón con Inés Arrimadas, concediendo a Granada, la tercera circunvalación, el AVE soterrado con paradas en Loja, El Salar, Huétor Tájar y Santa Fe. Las Canalizaciones de Rules, el acelerador de partículas, el telesilla desde Puerta Real al Veleta. La autovía a Sierra Nevada, el gran espacio escénico, el tren a Motril y Guadix.  Sebastián será por fin alcalde de Granada, al ritmo de un foxtrot, porque a fin de cuentas, él, es un poco más antigüico. Del brazo de su compañera, Marifrán Carazo, inaugurará la ampliación del metro a más de cuarenta pueblos del cinturón, siendo él un convencido de este medio de transporte, desde el primer día. Conseguirá la capitalidad cultural para Granada a perpetuidad – como los nichos en el cementerio – “desembovedará” el Darro haciéndolo navegable desde el Rey Chico hasta los Sánchez, hablará con su colega, Francisco de La Torre, para ver cómo ha transformado Málaga, mientras Torres Hurtado hundía Granada, otorgará la Casa Ágreda a la Federación de Cofradías, para instalar en ella el gran Museo de las Hermandades y Cofradías de Granada. Hará peatonal el eje, Recogidas, Reyes Católicos, Gran Vía, siguiendo el ejemplo de la calle Larios, poniendo bancos para sentarse a en todo el recorrido y, quitará los cables y antenas del Albayzín y el Sacromonte. Con Sebastián, Granada volverá a ser el epicentro de aquel reino que, un día abarcaba desde el levante español hasta Algeciras. El ayuntamiento tendrá superávit, La Tarasca desfilará en la Pasarela Cibeles, y el sorteo del gordo descargará de nuevo millones en la calle Príncipe.
Llegan los felices 20, no habrá listas de espera en la sanidad, según los estudios europeos, los andaluces saldremos del furgón de cola en materia de formación de nuestra juventud, los pensionistas dormirán tranquilos porque sus ingresos estarán blindados en la Constitución. Nadie ganará menos de mil euros al mes, ni más de diez mil. Los bancos y cajas de ahorro, devolverán los ochenta mil millones que nos costó su rescate, desaparecerá el paro, Cataluña llevará a cabo por fin su referéndum, el cambio climático será abordado contundentemente, por parte de los países más contaminantes, y Greta será ingresada en un convento de clausura para ser tratada de sus alucinaciones. Con los felices 20, nuestros hijos se emanciparán al cumplir la mayoría de edad con sus propios recursos, en la hostelería se respetarán los turnos de ocho horas, los sueldos dignos, el alta en la seguridad social y los descansos semanales con sus vacaciones correspondientes. Bendodo habrá levantado todas las alfombras del pesoe andaluz y los martes, sus ruedas de prensa ya no serán de infarto. Ésta década de los veinte nos traerá, paz y felicidad a todos, desaparecerán los comedores sociales, los bancos de alimentos y los sin techo durmiendo en nuestras calles. 
Aunque debemos ser cautos, no olvidemos que los felices años veinte del siglo pasado, terminaron en 1929 con el crack. Sin ir más lejos, en menos de 48 horas, en nuestra Plaza del Carmen, asistiremos un año más al triste espectáculo de ver cómo se enfrentan las dos Españas, con voces e insultos, mientras el pendón de Castilla es tremolado desde el balcón de un convento. La única inocente será la cabra.

martes, 24 de diciembre de 2019

HOY ES NOCHE ¿QUÉ?

HOY ES NOCHE ¿QUÉ?

Tito Ortiz.-

En noches como ésta, llevo decenas de años cumpliendo la enseñanza evangélica de sentar un pobre a mi mesa. Es más, siento a varios y, algunos me temo que lo serán de por vida. Hablo de mis nietos, que ahora tienen entre cuatro y siete años, de los que estoy convencido que al paso que va este país, serán pobres toda su  vida, pobres de solemnidad. No hay más que comprobar, que mis hijos –sus padres – ya lo son pese a tener trabajo y nómina. Raro es el mes que no tenemos que echarles una mano, no solo a conciliar para que puedan trabajar, sino a implementar el pírrico sueldo que cobran, para que puedan llegar a fin de mes. El ayudar al inicio de curso o, con los regalos de reyes, hace tiempo que quedó en una lejana anécdota. La ayuda ahora es diaria, constante, y va desde lo básico de comida y vestido, a libros, recibos de luz o completar para la hipoteca mensual.
Esta sociedad está creando familias acomplejadas, traumatizadas para siempre, al comprobar que ellos no pueden hacer lo que hicimos sus padres, emanciparnos y formar una familia con nuestros propios ingresos. Estamos creando unos discapacitados sociales, sumidos en la depresión frustrante, de que a pesar de tener un trabajo, y algunos hasta dos, no son autosuficientes para tirar de una familia adelante como lo hicimos sus progenitores, y siguen dependiendo de nosotros como cuando eran niños. Eso genera una inmadurez en estos padres jóvenes, que les impide evolucionar hacia ese estatus que todos hemos soñado de, independencia familiar con la que se refuerza el yo y, hace alcanzar ciertas cotas de felicidad por objetivos cumplidos, cortar el cordón umbilical paterno, y presentarte ante él como un igual que ha seguido sus pasos.

Las estadísticas son espeluznantes. Algunos hijos con cerca de cincuenta años siguen viviendo con sus padres, lo que quiere decir, que dentro de un decenio, nuestros vástagos, se jubilarán de su trabajo – si es que lo tienen – sin haber abandonado la casa paterna. Esto si es un drama antropológico digno de estudio, y no lo de las familias monoparentales. Estamos ante la mayor mutación social desde la edad media, y el mundo civilizado asiste como mero espectador, a este drama de consecuencias imprevisibles y nada halagüeñas. Nacemos, crecemos y morimos, con un patrón de comportamiento asumido desde siglos, que ahora no nos sirve para nada. Todo ha saltado por los aires, gracias al prohibitivo precio de los alquileres, la cesta de la compra, los combustibles, los impuestos, y los sueldos más bajos que se recuerdan en tiempo de paz y democracia. La pérdida del poder adquisitivo, desgraciadamente, ya no es un eslogan de los pensionistas, es la realidad de los trabajadores con contrato. Los franceses lo han visto antes que nosotros. Debe ser porque están al otro lado de los Pirineos. Llevan meses en la calle con chalecos amarillos, o no, rebelándose contra las decisiones políticas que, hacen recaer sobre las espaldas de los de siempre, los errores de nuestros políticos, que ni negocian ni gestionan, porque carecen de la formación adecuada, y de la vocación exigible a un servidor público. Mientras sigamos permitiendo que entren en política, aquellos que gustan de salir en los medios a diario, con buen sueldo y sin ganas de trabajar por quienes los votamos, el sistema nos obligará de por vida, a sentar en noches como ésta, a un pobre a la mesa, seguido de todo su árbol genealógico. Hoy es noche, ¿qué?

martes, 17 de diciembre de 2019

ES CURIOSO

ES CURIOSO

Tito Ortiz.-

Desde hace años me llama la atención, que haya quienes incluso, se disputan la alcaldía de un ayuntamiento como el de la capital de Granada, viejo por fuera y por dentro, de flor caduca, anquilosado en el tiempo, sin futuro y en quiebra económica, hasta el punto de que es un auténtico milagro que haya dinero para pagar a su personal todos los meses. Claro que, como a ningún político le preocupa ir engrosando la deuda de préstamos e intereses, contra las arcas municipales, pues no hay más que renovar la deuda, atrasar los pagos a proveedores, y a la ciudad que le vayan dando. Ellos lo primero que hacen cuando toman posesión es, subirse los sueldos por si acaso luego, no hay para pagarse los suyos millonarios. Solo es cuestión de subir el IBI y otros impuestos y a seguir despilfarrando en ágapes, viajes y fotos, al más puro estilo patronal granadina, que no hacen más que acaparar cargos, pero la provincia no sale del hoyo. Fotos a diario, convenios hasta con la inquisición si hace falta, con tal de salir en Ideal, pero las cifras del paro están ahí, la precariedad laboral, los contratos de risa y la hostelería por los suelos, con ilustres representantes sancionados.
Es curioso que ahora, la zanahoria, sean el acelerador de partículas y la capitalidad cultural para 2031. Cualquier nadería es buena para, dar a entender que se está trabajando en algo, y así justificar unas dietas y unas ruedas de prensa. Se fue la patronal y el ayuntamiento hasta Nueva York a reivindicar la figura imborrable de Federico, y a rogar su nombramiento para la Quinta Avenida, dejando en un callejón oscuro el nombre del poeta, sobre un cartón de embalaje pintado con tiza. Aquí cuando no son pitos, son flautas. Todo con tal de fardar de poeta universal sin advertir las consecuencias de sacar pecho a destiempo. Ahora resulta que hacemos el ridículo internacional jamás sospechado, publicando una convocatoria oficialmente, cuando ésta ya está prescrita, para un premio cuestionado por su repercusión mediática, salvo a nivel local, que tiene una dotación económica prohibitiva para esta ciudad, y que para otorgarlo, habrá que pedir otro préstamo con lo que la deuda  es un suma y sigue de terror.
Es curioso que se mantenga una deuda millonaria con la empresa del transporte urbano, y que ésta nos obsequie con, la flota de autobuses más vieja de la península ibérica, a sabiendas de que eso pone en riesgo la vida de los usuarios, los peatones y los propios conductores, pero para qué se van a preocupar nuestros concejales de esas cosas, cuando ya tenemos que ir gastando un pellizco fuerte en, la elaboración de un proyecto de capitalidad cultural para 2031, que nos permitirá salir de gira y cuchipanda para ir presentándolo hasta en Villa Oreja del Sordete. ¡Por favor! No le quitemos la ilusión a nuestros munícipes, que juegan con un dinero que no es suyo, porque lo pagamos todos nosotros. Viva la vida alegre y divertida con acta de concejal en el bolsillo. Se reducen los servicios básicos y mínimos para los ciudadanos, pero la pompa y el oropel, que no falten. Son tan buenos gestores nuestros chicos de la plaza del Carmen, que hasta dejan de gestionar los millones que nos llegan de Europa. Vamos, lumbreras donde los haya. Como los encargados de derribar el bloque de santa Adela, cuyos trabajos se prolongan en el tiempo, hasta el punto de que si cobran por horas, ahí ya tenemos otro pufo.

martes, 10 de diciembre de 2019

GRETA SIN GARBO

GRETA SIN GARBO

Tito Ortiz.-

No me gustan los mesías. Es más, he comprobado a lo largo de la historia, que quién sigue a un mesías, luego se pasa dos mil años persiguiéndolo, huérfano de su conducta y dictámenes. Para mí solo hubo un mesías, y acabamos crucificándolo, así que el asunto pinta mal, porque luego hay que pagar las herencias interpretadas que nos dejan. Ahí está – sin ir más lejos- la iglesia instituida, que nos deja una casta vaticana a la que hay que mantener a lo largo de los siglos, y en muchas ocasiones, disentir de ella, incluso avergonzarte. No me gustan los mesías, ya lo he dicho al principio, sobre todo porque, muchos son falsos profetas ávidos de publicidad y vanagloria, que amparados en la masa se ven reflejados en la primera página de Ideal, y con ello alcanzan el orgasmo de su egolatría, pero no resuelven los problemas que abanderan. Espiriman en un buen ejemplo al que, cientos de incautos y afligidos razonablemente  por el mal funcionamiento de la sanidad en Granada, siguieron enarbolando incluso la bandera del insulto a sus compañeros y a los que imparten justicia. Pero no todo vale, ni siquiera ser el rey de las redes sociales. La justicia  va salpicando con su lentitud, una tras otra, sentencias en contra de una conducta inapropiada y delictiva, y lo que es peor, la sanidad ahora, ya que el doctor de urgencias y agitador social, vive sus horas más bajas, pagando sus desmanes, la sanidad, repito,  en Granada, está mucho peor que cuando él empezó sus movilizaciones. Ahora hay más motivos para echarse a la calle que cuando empezó su mesiánica cruzada que de nada nos ha valido a nosotros, y a él lo ha estigmatizado de por vida. Por eso no creo en los mesías. 
Lo de Jesús Aguirre al frente de la sanidad andaluza, es un cisma de proporciones tan incalculables, que la sociedad abominará cuando tenga conocimiento de sus mentiras y falsedades. Otros vendrán que bueno te harán. Hemos salido de Herodes para meternos en Pilatos. La máxima preocupación de los dirigentes autonómicos, es llamar al nuevo hospital de PTS “Clínico” y enterrar su verdadero nombre, que es, Alejandro Otero. De nuevo la España de camisa azul quiere reescribir la historia. Es como una venganza perpetua, contra aquellos que dieron su vida por la libertad y los que les representamos, o no queremos que su gran labor se olvide, como es el caso del doctor Otero. Por eso no me gustan los mesías, porque tras ellos sufriremos de por vida, queriendo emular sus ideas y actitudes. 
Vaya por delante que comulgo y propago antes que ella, todo lo que dice Greta Thunberg, pero estas actitudes mesiánicas a esas edades, pocas veces no causan alguna decepción. La observo en los discursos, no con el desparpajo de una adolescente convencida de su verdad, que también, pero hay una gesticulación histriónica en ella que me llevan a la confusión. Recelo de su familia – por lo que leo – dada al papel cuché al oropel y la fama en redes sociales y medios de comunicación. La fanfarria de su traslado a Europa por medio no contaminante, su retraso premeditado en incorporarse a la cumbre madrileña, corresponden a una puesta en escena muy orquestada. Echo de menos la naturalidad exigida, ante tema tan importante para el futuro de la humanidad. Deseo vehementemente equivocarme, para poder seguir confiando en ella, y ser uno más de los suyos, porque llegado ya a este momento de mi vida, y visto lo visto, yo ya no sé si soy uno de los nuestros.

martes, 3 de diciembre de 2019

HOY ES EL DÍA

HOY ES EL DÍA

Tito Ortiz.-

Desde los años cuarenta, Naciones Unidas lleva luchando por defender los derechos de las personas con discapacidad, cuyo día se celebra hoy, a modo de aldabonazo en las conciencias de nuestros políticos y de la sociedad en general, que en estos días está más pendiente de hacer las maletas para disfrutar del puente que se nos avecina, que de la realidad que nos rodea y sufrimos, sin que nadie  - al parecer – pierda el sueño. Al día de hoy, más de mil millones de personas,  aproximadamente el 15 por ciento de la población mundial, viven con algún tipo de discapacidad y el 80 por ciento es de países en desarrollo. Puede parecer una macro cifra más, pero es espeluznante – si lo piensas – la cantidad de seres humanos que viven o sobre viven con una discapacidad o varias. La discapacidad es una condición que afecta el nivel de vida de un individuo o de un grupo. El término se usa para definir una deficiencia física o mental, como la discapacidad sensorial, cognitiva o intelectual, la enfermedad mental o varios tipos de enfermedades crónicas.

Las personas con discapacidad, la "minoría más amplia del mundo", suelen tener menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. Eso se debe principalmente a, la falta de servicios que les puedan facilitar la vida como acceso a la información o al transporte y, porque tienen menos recursos para defender sus derechos. A estos obstáculos cotidianos se suman la discriminación social y la falta de legislación adecuada para proteger a los discapacitados, gracias a la inoperancia de esos señores y señoras a los que votamos, y que lejos de solucionar estos problemas, se acantonan y atrincheran en la defensa de sus intereses particulares, partidistas o territoriales, importándoles un comino la vida de aquellos que los hemos votado.

Las personas con discapacidad corren más peligro de ser víctimas de la violencia. Los niños  tienen cuatro veces más posibilidades de sufrir actos violentos. Los adultos 1,5 veces más posibilidades de sufrir violencia. Y los  que tienen problemas mentales, cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de la violencia. La ignorancia es, en gran parte, responsable de la estigmatización y la discriminación que padecen las personas discapacitadas. Según Naciones Unidas, está ampliamente demostrado que, una vez eliminados los obstáculos a la integración de las personas discapacitadas, estas pueden participar activa y productivamente a la vida social y económica de sus comunidades. Por ello es necesario eliminar las barreras de la asimilación de los discapacitados a la sociedad. La accesibilidad y la inclusión de las personas con discapacidad son derechos fundamentales reconocidos por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidades. Son las condiciones sin las cuales no pueden disfrutar de sus otros derechos. La Convención pide que las personas con discapacidad, puedan llevar una vida independiente y participar de forma activa en el desarrollo de la sociedad. Solicita a los Estados que tomen las medidas apropiadas para darles pleno acceso a la actividad cotidiana y eliminar todos los obstáculos a su integración. Si esto se proclamó a mediados de los años cuarenta del siglo pasado, y nuestro país mostró su conformidad, incluso abanderó campañas a favor de la integración de los discapacitados, ¿cómo es posible que estemos a la cola de los países desarrollados en materia de integración? Dándole vueltas he llegado a la conclusión de que, es muy posible que estemos confundidos, y que en realidad, lo que hoy se celebra es el día de nuestros políticos. ¿Tú como lo ves?