UNICAJA ME ROBA
Tito Ortiz.-
Va para un año que denuncié el trato vejatorio y denigrante que había recibido en mi urbana de Unicaja, donde tengo mí nómina y recibos desde hace cuarenta años, y a donde fui llamado para amenazarme con cobrarme comisiones por todo, cosa que no me había ocurrido nunca, ya que hace años ese era el gancho para dejarles que jugaran con mi dinero, el hecho de no cobrarme comisiones. Pues bien, sus amenazas se han hecho realidad, y en lo que va de año, son varias las ocasiones en que Unicaja ha entrado en mi cuenta y me ha robado diversas cantidades por diversos conceptos.
No ha sido suficiente el haber cerrado varias oficinas, tampoco que cada vez estén más lejos los cajeros para sacar dinero en efectivo, sin tener que llenar el depósito para llegar a ellos, ni que el trato personal haya desaparecido, sino que en todo un alarde de chulería y bandolerismo, de manera cíclica y sin saber por qué, Unicaja entra en mis dineros y detrae las cantidades que a ellos les parece bien, con nocturnidad y alevosía.
Desde aquí proclamo la desfachatez de estos hechos execrables, conminando a las autoridades a que pongan fin a estos ultrajes consentidos y permitidos por la autoridad, que deja en la más absoluta indefensión a los pensionistas como yo, que vemos menguar nuestro salario, sin motivo ni razón alguna, mientras los señores fusionados de Unicaja, ganan el dinero a espuertas, repartiendo dividendos entre los suyos, adjudicándose sus directivos sueldos astronómicos, mientras los ciudadanos sucumbimos a un IPC criminal, y a un atraco bancario de nuestras cuentas. Alguien debería poner freno a este delito.
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