ENTRE
DICIEMBRE Y FEBRERO
Tito
Ortiz.-
Al igual que la iglesia instituida,
nos cambia de fecha algunas celebraciones, como, por ejemplo, San Rafael o el
día de La Madre, también los políticos nos marean de vez en cuando. Hubo un
tiempo en que todos los andaluces dimos por hecho que, el día de Andalucía se
iba a celebrar el cuatro de diciembre, pero la realidad es que al final,
acordaron que la efeméride se celebrara el 28 de febrero, quedando la fecha
inicial como la elegida para festejar la bandera andaluza. Los que vivimos
aquella junta pre-autonómica con la prestigiosa figura de Plácido Fernández
Viagas, bien sabemos lo que se ponía en pie con la firma del histórico Pacto de
Antequera, donde, por cierto, también se habló de que la futura sede del
gobierno andaluz, estaría en la citada ciudad malagueña, considerada el
epicentro equidistante de toda Andalucía, aunque al final, pudo más la opción
sevillana. Y es que aquí, todo cambia en función de unas fuerzas telúricas –no
escritas- donde las cuerdas se rompen por lo más débil, llegándose entonces a
prometer que, si la sede gubernamental autonómica se iba definitivamente a Sevilla,
como así fue, Málaga sería compensada con la sede económica y, Granada con la
cultural. Han pasado muchos años de aquello y tengo la impresión de que lo
nuestro, se debió quedar en algún tramo de la A-92.
Esto viene a cuento, porque he
tenido conocimiento de que el primer presidente andaluz elegido, Rafael
Escuredo, ha entregado formalmente su fondo histórico a, la Fundación
Andalucía, Socialismo y Democracia, con el objetivo de abrir su legado a la
consulta y el estudio "para que nadie reescriba la historia de la lucha
del pueblo andaluz por la autonomía plena". Así lo ha asegurado el
presidente del PSOE-A y vicepresidente de la citada fundación, Manuel Pezzi,
quien ha explicado que el legado cedido por Escuredo, es una valiosa
compilación de todo tipo de información digitalizada sobre su actividad pública
como consejero preautonómico, presidente preautonómico y primer presidente
estatutario de la Junta. Y digo yo que, en esos papeles, se encontrarán las
justas referencias a lo que anteriormente he expuesto. A veces, la historia se
reescribe, incluso antes de escribirla, que no es poco. La deuda con Granada,
sigue existiendo.
PUEBLO A PUEBLO
Lo cierto es que, Rafael
Escuredo estuvo en el proyecto de gobierno andaluz desde sus inicios, llegando
a ser como queda para la historia, el primer presidente andaluz elegido por el
pueblo. Un pueblo que él conoció al detalle, visitando los rincones más
alejados de aquella Andalucía de entonces, tan falta de autovías y de
carreteras.
El legado de Escuredo se
compendia en un total de más de 4.300 unidades entre documentos (2.566),
fotografías (1.682) y archivos (87 cajas) que ocupan dos tetrabytes, que se van
a poner a disposición de todos los andaluces, para que conozcamos de primera
mano, como se gestó lo nuestro y, cuáles eran las ideas primigenias de lo que
ahora conocemos como, Junta de Andalucía. No hay que olvidar que Rafael
Escuredo, se enfrentó a sus propios compañeros, Felipe González y Alfonso Guerra
en su momento, con el fin de lograr una autonomía plena para Andalucía. Escuredo llegó a plantear una huelga de
hambre, con Adolfo Suárez en el Gobierno, y los enfrentamientos con los suyos
por defender su idea de Andalucía no cesaron nunca, hasta el extremo de que,
dimitió como presidente andaluz en 1984, 18 horas después de una reunión con
Guerra en la Moncloa. Rafael acabó fuera de la Junta, allá por 1984. Dos años
antes, el político sevillano había conseguido una mayoría absoluta de 66
escaños.
UN ANDALUZ ORGULLOSO DE SERLO
Nacido en Estepa, se licenció
en Derecho por la Universidad de Sevilla en 1967, donde daría clases de Derecho
del Trabajo hasta 1976. El año que comenzó a dar clases se afilió al PSOE, y el
año siguiente fundó un despacho laboralista en Sevilla, junto a Felipe González
y otras personalidades políticas en ciernes, entre las que se encontraba Pepe
Vida Soria. Fue diputado tras las elecciones de 1977 (repetiría dos años más
tarde), período durante el que negociaría las condiciones de la preautonomía
andaluza. El 2 de junio de 1979, Rafael Escuredo es elegido presidente de la
Junta de Andalucía, sustituyendo a Plácido Fernández Viagas, en 1982 gana las
primeras elecciones autonómicas y vuelve a ser presidente, cargo que ocuparía
hasta 1984, desde entonces ejerce como abogado y escritor.
La figura de Rafael Escuredo
está asociada al referéndum del 28 de febrero, pues fue quien abanderó la lucha
de Andalucía por equipararse a las comunidades autónomas consideradas
"históricas", objetivo que se consiguió tras muchas dificultades
incluida una huelga de hambre que tuvo que protagonizar como antes quedó dicho.
Rafael recorrió Andalucía, explicando las ventajas de acceder a una autonomía
por la vía del artículo 151 de la Constitución, consiguiendo una enorme
movilización popular que se materializó en el éxito de la consulta. También
mantuvo un diálogo exigente y leal con las instituciones del Estado e impulsó,
ya como presidente electo, la construcción de las recién nacidas instituciones
de autogobierno.
Es un hombre que, por defender
Andalucía, llegó a enfrentarse en varias ocasiones a los suyos, y que llegado
el momento, cuando no hacían más ponerle palos en las ruedas, no dudó en
apearse del proyecto, entre otras cosas, porque antes de ejercer la política,
ya tenía un oficio y podía subsistir fuera de ella sin ningún problema, cosa
que muchos políticos de hoy no pueden decir. Ahora solo nos queda, acceder a
sus documentos y arrojar luz sobre nuestra historia. Rafael sigue ejerciendo la
abogacía y escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario