LOS CAMISAS BLANCAS
Tito Ortiz. -
Hoy se cumplen 42 años desde que, un puñado de valientes
decidieron festejar la onomástica de nuestra Virgen de Las Angustias,
organizando por primera vez en su historia, varias veces centenaria, una
ofrenda floral. A iniciativa de Adolfo Torres y Antonio González, aquel verano
de 1982, fue tomando forma la idea entusiasta de honrar a nuestra patrona, con
la colaboración de una ciudad volcada en tan sorpresiva empresa: Tapizar de
flores la puerta de su basílica, con el amor y el fervor de los corazones
ilusionados que, de manera altruista, han hecho historia hasta nuestros días.
Confiando en la generosidad de los granadinos, aquellos
hombres que pasaron a la historia con el sobre nombre de “Los Camisas Blancas”,
porque fue el uniforme elegido para llevar a cabo su misión, fueron subiéndose
poco a poco a una empalizada artesana, hasta formar un tapiz multicolor con
todas las donaciones que los granadinos iban dejando ante la mesa del pórtico
y, yo tuve la inmensa suerte de transmitirlo en directo para toda España, desde
la unidad móvil de Radio 80.
Pese a la poca difusión que en aquel momento se le dio al nuevo
acto, la ciudad se volcó de tal manera que, no faltó un granadino fervoroso, ni
una institución pública o privada, que no contribuyera al éxito de aquella
primera ofrenda floral. Desde el ramo más humilde, a la cesta más engalanada,
las flores fueron tejiendo un cuadro de mil colores en la fachada basilical,
ante el asombro de propios y extraños, incluso de aquellos que habiendo tenido
tan genial iniciativa, se vieron desbordados por la respuesta de la ciudad. Los
cimientos de una gran ofrenda floral a La Virgen de Las Angustias fueron tan
sólidos, que perduran en el tiempo con carácter imperecedero.
HAY UN ANTES Y UN DESPUÉS DE LA OFRENDA
Hasta aquel año en el que San Juan Pablo II visitó a la
Señora de Granada en su Basílica, la procesión del último domingo de
septiembre, constituía el acto más esplendoroso en torno a la Patrona, junto
con todos los cultos y la novena, con la asistencia cada día de las
instituciones, asociaciones y colegios profesionales, además del resto de
hermandades granadinas. Pero la ofrenda – permítaseme la licencia – aporta al
catálogo de actividades en torno a Ella, una expresión más directa y espontánea
del comportamiento fervoroso hacia nuestra Virgen. La procesión es un acto
religioso que requiere de la sobriedad, como toda estación de penitencia, en el
que el recogimiento y la oración, junto a la penitencia, deben primar pese a
tratarse de un hecho que se lleva a cabo públicamente en la calle, con la
contaminación lógica de todo lo que ocurre en el entorno, que se expresa en
libertad al paso del cortejo.
Por el contrario, la ofrenda nos permite un mayor
acercamiento al significado de la Patrona que, sin perder el carácter religioso,
relaja el acercamiento hacia Ella, con caras de alegría por su onomástica,
llevándole el regalo de unas flores y, expresando el amor a Ella, no solo con
la oración, sino, con otros cánticos incluso alegres y festivos, como los que
representan en la puerta, distintos coros y asociaciones que van, desde nuestra
popular “Reja”, a unas sevillanas o fandanguillos. Se trata de expresar nuestra
fe y religiosidad con alegría, en día tan importante para todos, lo que no es
incompatible con rezos de mayor calado.
NUEVO HORARIO
Ya en los primeros años de la ofrenda, los datos de
asistencia eran prometedores, observándose que la cola para ofrecer las flores
ante la puerta, comenzaba en la misma basílica, dando la vuelta por la Acera
del Darro, hasta bajar al recinto. Con el tiempo, la afluencia ha ido en
aumento, hasta tal punto, que ha hecho necesario ampliar el horario. De ahí que
este año, la ofrenda comience a partir de la diez de la mañana, porque también
se ha observado con anterioridad que,
algunas personas no podían asistir por la tarde y, dejaban sus flores en la
basílica por la mañana. También se ha tenido en cuenta para adelantar el
horario, la prolongación de la jornada, hasta altas horas de la noche, por el
incesante goteo de personas que nos les daba tiempo de ofrecer sus flores.
La ofrenda floral a La Virgen de Las Angustias que, vino
hace 42 años para quedarse, no ha hecho más que engrandecer el mes de
septiembre dedicado a nuestra Patrona, dotándola de mayor reconocimiento de sus
fieles que, de manera entusiasta y totalmente entregados a la causa, han hecho
suya esta ya tradición, como momento imprescindible de todo el amplio
calendario de actos en Su honor. Granada acogió la iniciativa de los Camisas
Blancas, con tal cariño y devoción que hoy en día, no se entendería la
festividad de La Virgen sin su ofrenda floral, de una ciudad y archidiócesis
que la tiene como excelso referente de su religiosidad. Es esta una ciudad amparada
por Ella, que desde la mañana está pendiente del repique de su doble campanario
que, distribuye sus quehaceres según los toques y que acude fervorosa a su
llamada, con el regocijo de postrarse ante Ella, para agradecer los favores
recibidos o, para plantearle nuevas demandas que, serán escuchadas como
súplicas de hijos a su Madre y, por lo tanto, atendidas con todo su amor, pues
solo así una madre quiere a sus hijos y los ampara. Hoy… Todos a la Basílica,
nuestra Madre nos espera con la mirada más tierna con que nadie nos mira.
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