ESTO ES LA JUNGLA
Tito Ortiz
He perdido la cuenta de las
veces que han estado a punto de atropellarme, yendo tranquilamente andando por
la acera. Hablo de esos cacharros diabólicos llamados, patinetes eléctricos que,
han tomado la ciudad a modo de una jungla. De esos desaprensivos que te
adelantan por la espalda, sin que puedas escucharlos ni esquivarlos. Hace unos
días una criatura de estas, tan habituales ahora por nuestras calles, estuvo a
punto de tirarme al suelo, pasándome por detrás -por la acera lógicamente- me
golpeó con la mochila que llevaba. Pienso que esto no nos lo hemos tomado en
serio y, esta gente que campa a sus anchas, sin respetar a los demás deberían
someterse a algún tipo de legislación que nos proteja.
No hablo de los patinetes de
acción humana, que se mueven a una velocidad prudente que es la que tu pierna
le puede impulsar, hablo de los eléctricos que alcanzan velocidades muy
superiores a las de un ciclomotor, por poner un ejemplo, y esto raya en el la
hilaridad, el otro día yendo en mi coche por la circunvalación, observé como uno
de estos patinetes, alcanzaba una velocidad superior a los 100 km/h, saliendo
disparado del acceso de Recogidas, adelantando por la derecha a todos los
vehículos y desapareciendo por la salida de la Chana. A mí me parece que esto
no es normal, teniendo en cuenta que lo mismo circulan en dirección prohibida
por cualquier calle, por las aceras, entre los coches, y, sobre todo, entre los
peatones que vamos tranquilamente por nuestra acera.
Llevo todos los días al
colegio a mi nieto y, observo con hilaridad, como algunos padres y madres
llevan a sus hijos a clase en este tipo de artilugios, compartiendo un espacio
mínimo a una velocidad considerable, poniendo en peligro la vida suya propia,
la de sus hijos y, la de los demás que estamos alrededor. En ocasiones extremas
he visto patinetes eléctricos tripulados por adolescentes en compañía incluso
de hasta dos amigos, creo sinceramente que la autoridad competente no se ha
tomado esto en serio todavía y, la estadística va aumentando con personas
atropelladas y conductores de patinetes accidentados.
BICICLETAS
Esta nueva moda del patinete
eléctrico ha venido a colonizarnos fuera de toda ley y reglamento, cuando
todavía no habíamos solucionado el tema de las bicicletas. Esas que van a toda
velocidad por la acera, por la calzada en dirección prohibida, haciendo el
caballito y, yo me atrevería a decir que, muchas veces hasta el gamberro con
toda impunidad. Y en este apartado también incluyo a aquellos ciclistas de cierta
edad que, utilizan la bicicleta como su deporte sin respetar las direcciones
prohibidas ni las aceras ni el número de ellos que deben ir en paralelo. No son
pocas las discusiones entre automovilistas y ciclistas que he presenciado a lo
largo de mi vida, porque estos no respetan a los vehículos ni a los peatones y,
lo peor del caso es que estoy seguro de que el 90% de ellos, tienen carné de conducir
y utilizan vehículo propio, pero es ponerse el culote, el casco, y montarse en
la bicicleta, y olvidarse de las normas más elementales que existen para todos
en la circulación vial. Aquí incluyo a aquellos que en calles estrechas donde
no puedes adelantarlos, van a su bola sin tener en cuenta la cola de coches que
llevan detrás, incluso en alguna ocasión, he comprobado que si les adviertes
con el claxon se dedican a hacer caballitos o hacer que el vehículo se frene o
zigzaguee, para aumentar así la cola de vehículos que llevan detrás.
Así que, de esta manera,
nuestras calles y carreteras se han convertido en los últimos tiempos, en una
especie de jungla en la que cada cual hace de su capa un sayo, sin respetar a
los demás usuarios. Observo bicicletas y patinetes dentro de los parques donde
hay niños pequeños, cuando a la entrada de los mismos se observan señales de
obligado cumplimiento que, impiden que este tipo de vehículos entren al recinto.
El asunto es tan preocupante que uno ya no sale a la calle tranquilo, pensando
en que en algún momento alguno de estos desaprensivos, te obligue a apearte de
la acera o, te adelanta por detrás dándote un susto de muerte. Y no se te
ocurra decirles nada porque, en el mejor de los casos, se vuelven y te hacen
una peineta, pero hay otros mucho más osados qué te insultan e incluso se paran
y, te desafían a una pelea barriobajera y callejera.
MATRÍCULA PARA TODOS
pertenezco a una generación en
la que las bicicletas llevaban su matrícula y, no entiendo por qué no sigue
vigente. La matrícula identifica al propietario, y, además, no me parece
excesivo que se contará con un seguro para evitar conflictos en caso de
accidente.
En mis tiempos, los carteros
iban en bicicleta identificadas con su matrícula y, con un enorme letrero
pendiendo del cuadro en el que se podía leer, “Correos y Telégrafos”. También
la Guardia Civil utilizaba las bicicletas para su desplazamiento, con su
correspondiente matrícula y cartel identificativo. A mí me parece que no sería
excesivo el obligar a los propietarios de patinetes y bicicletas que, volviéramos
al siglo pasado y cada uno llevará su vehículo matriculado y, además, fuera
portador de un seguro que puede evitar riesgos mayores. Cualquier tiempo pasado
no fue mejor, pero a mí me parece que entonces las cosas se hacían con mayor
lógica. Lo de ahora me parece un despropósito que, alguien debería parar y
reglamentar de manera que, incluyera una formación cívica mayor y una mejor
educación, no solamente me refiero a la vial, sino, a la humana, así evitaríamos
sustos y accidentes, a los que todos estamos expuestos desde que ponemos un pie
en la calle.
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