lunes, 27 de junio de 2016
¡HAY ALGUIEN AHÍ!
¿HAY ALGUIEN AHÍÍÍÍ?
Tito Ortiz.-
Lo mejor de haber muerto es no tener que pagar en el transporte público. Ahora me paso el día cogiendo autobuses y taxis cuando quiero y me da la gana. Me subo al autobús del cementerio, le hago un corte de mangas al conductor, y como no me ve, pues listo. Él cierra la puerta y arranca, y yo me siento en cualquier sitio, que a veces lo hago encima de la gente, y oye tú, como si nada, es que no se enteran. Bueno algunos muy sensibles, notan como un escalofrío, pero el resto va a lo suyo. El otro día que estaba aburrido, me pasé por el hospital Ruiz de Alda, donde acababa de fallecer un amigo. Pues me metí con él en el ataúd, y entre risa y risa porque no me esperaba, llegamos al cementerio, estuve con él en la tanatosala todo el día y lo dejé cuando ya lo metieron en la sala del adiós para darle el fogonazo. Pues entre pitos y flautas se nos fue el día. Yo le dije como iba esto del otro mundo, y el pobre se tranquilizó, porque a ésta dimensión vienes como cuando naces, a una vida desconocida. Lo que pasa es que cuando estás vivo, eso no es vida. La vida es ahora que estoy muerto, y hago lo que me da la gana, con quién quiero y cuando quiero. La otra noche – sin ir más lejos – yo que en vida llevaba años sin poder subir al festival, me colé en Carlos V, y disfruté como un enano al ver de nuevo a, Miguel Ángel Gómez Martínez en su tierra y con sus paisanos. Lo felicité por la medalla del festival, pero se hizo el loco, como si no me viera. Yo creo que estaba emocionado y no se dio cuenta, pero a lo que vamos, que esto en vida yo no lo hubiera podido hacer. Y esto de no pagar en ningún sitio es que es una delicia, porque la otra noche me metí en el Generalife, y allí a la luz de la Luna, entre los cipreses, vi al ballet nacional como en sus mejores tiempos, vamos que me llevé un alegrón enorme, y disfruté como un enano, o quizás más, como un muerto que, se ríe a carcajadas en pleno concierto y no molesta a nadie. ¿Se puede pedir más?. Es que desde que morí me lo estoy pasando pipa, y eso que cuando fumo se me insinúa un cuerpo serrano de toma pan y moja, vamos que como no sabes lo que es cuerpo y lo que es humo, que más de una me ha piropeado al pasar, lo que pasa es que yo no quiero nada con muertas, lo mío es intentar pasarlo bien con las vivas, porque con el conqui de que no me ven, entre lo que ellas se imaginan, y los sustos que yo les meto, pues ya te digo, unas risas. Ahora estoy ensayando mucho para que se me vea al pasar por un espejo, y sobre todo, quiero dejar una hendidura en la cama, como cuando me sentaba en vida, que eso da mucho repelús, y a más repelús, pues más categoría de muerto que campa por sus respetos, que yo no he muerto para llevar una mala vida, que yo o me lo paso bien aquí al otro lado, o pido regresar aunque sea de secretario de Pablo Iglesías, que en el pecado llevas la penitencia y así vas aligerando para cuando toque volver por aquí. Porque yo cuando vivía como usted querido/a lector/a, ya intuí que esto iba a pasar el día en que mi hijo me advirtió:
--Papá , ¿en ésta casa hay fantasmas?
--No hijo
--Pues la criada dice que sí.
--Entonces, vámonos de ésta casa inmediatamente.
--¿Por qué?
--¡Porque no tenemos criada!.
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