martes, 7 de febrero de 2017
GALERÍA DE LOS HORRORES
GALERÍA DE LOS HORRORES
Tito Ortiz.-
Vive éste país de todas las españas, tal crispación política, que ya en lugar de arremeter contra los adversarios de otras siglas, se implanta con raíces abonadas, la devoración del compañero, en aras de adhesiones inquebrantables, o marcar distancias entre los corruptos, para que no haya comparaciones con los asalariados sin graduación, o sea, aquellos que por muchos años de militancia que lleven, nunca han mostrado estar “sobrecogidos”, bien por Bárcenas, el bigotes o Correa. Tiene el partido popular, la maldición bíblica de haber tenido que albergar desde sus inicios, por un lado a la extrema derecha, y por otro, al hipotético centro que quedó en horfandad, tras la desaparición del Centro Democrático y Social, de Adolfo Suárez, insigne criatura con la que, cualquier persona en su sano juicio, con unos mínimos principios democráticos, estará en deuda para siempre. Desde los tiempos de Alianza Popular, han sido muchas las individualidades que han jalonado a éste partido de la derecha conservador, con sus actitudes y aptitudes, con su pintoresquismo y sus excentricidades. En la vieja Alianza, recuerdo a un Jorge Verstrynge, de saharianas caquis y gafillas a lo John Lennon, dándoselas de rojo a la derecha del padre, que ahora está encausado por agredir a un policía, ratificando así su militancia anti sistema, aunque su vida política le haya costado la razón a su propio Psiquiatra, como ya le ocurrió en su día al de, Fernando Sánchez Dragó. Contemporáneo es mi admirado Antonio Hernández Mancha, delfín de don Manuel, llamado a sucederle, pero al que sus compañeros de partido nunca le perdonaron que fuera sin corbata, con una bufanda roja al cuello, y se mordiera las uñas. Eso le costó su futuro político, pese a estar señalado para las cotas más altas. Otra mujer, de derechas pero demócrata convencida es Amalia Gómez, a quienes los suyos pronto apartaron de las primeras páginas, no fuera a que cundiera su ejemplo en filas tan prietas. Creo que Amalia está desaprovechada, en éste partido popular, que actualmente está formado por muchos mediocres, y algunos trincones. A Rita Barberá le llegó el juicio divino, antes que el de los jueces terrenales, con lo cual, nunca sabremos el grado de implicación que tuvo en “el caloret” de la caja b. De todas formas, el PP nos tiene acostumbrados a blindar a todos sus próceres encausados. El caso de Rita en El Senado, fue sonrojante ante el mundo, el demonio y la carne. Francisco Correa, que se empeña en no hablar de Aznar, tiene en sus manos la llave para taparle la boca, al expresidente que quiere cargarse a Rajoy, tranformar a los populares y convertirse en la Marine Lepen, español. El plan, me consta ya está en marcha. Mientras Celia Villalobos, basta como la paja de haba, grita a su chófer o juega con la tablet, Esperanza Aguirre, huye de la policía atropellando motos y hasta la propia razón. Ruiz Gallardón sacrifica su futuro político por la obra. Federico Trillo, perseguido por fantasmas de militares que no debieron morir nunca, grita ¡Viva Honduras!. A él también lo ascendieron a tomar el té a las cinco, como a José Ignacio Wert, después de poner la enseñanza bocabajo, y al alcance de solo unos pocos. Pero en el PP, es costumbre pagar los servicios prestados contra la población, con la mejor de las recompensas posibles. El caso de José Manuel Soria es clamoroso, y si hablamos de Jorge Fernández Díaz, es de juzgado de guardia. Lo de Ana Mato, una chica incapaz de comerse un canapé sin haberlo pagado, es palmario, y lo de su marido, es para tirarse por el tajo El Pollero. Pero hay una mayoría en éste descangallado país que los sigue votando. El señor misericordioso y eterno, tenga piedad de todos nosotros. Incluso de mí... que estoy muerto, y por eso desvarío.
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