martes, 11 de julio de 2017
DE POSITIVO, NADA
DE POSITIVO, NADA
Tito Ortiz.-
No creo que dar positivo en un control de alcohol y drogas, tenga nada de positivo, pero parte de los conductores/as creen lo contrario, cuando se ponen al volante hasta las cejas de todo, y además, reinciden, o lo que ya es de traca, se jactan y chotean de la autoridad, cuando los detienen para la prueba. Como dice mi compañero, y sin embargo amigo, Jota Jota Hernández, es que ya no hay temor de Dios. Los que ya peinamos canas, o simplemente, se nos ha caído el pelo, tenemos un recuerdo romántico, casi bucólico, de la nacional 323, con sus Caracolillos de Vélez, los pestiños, su túnel de La Gorgoracha y la gruta de Los Frenéticos, cuando bajábamos al rebalaje. El otro día lo destrozó un camionero sextuplicando la tasa de alcohol en sangre. Pero es que horas antes, un camión articulado se dedicó a meterse en el casco urbano, y con sus bandazos, destrozar el mobiliario urbano. El conductor superaba casi en cinco veces, la tasa de alcohol. Y todo ocurría, mientras una dama, volcaba en Cenes de La Vega, después de haberse llevado por delante dos farolas, bajo los efectos etílicos. El otro día en Guadalajara, un conductor duplicaba la tasa de alcoholemia, cuando se dirigía a los juzgados, para declarar ante el juez, por haber sido sorprendido días antes, conduciendo bajo los efectos del alcohol. A eso le llamo yo propósito de enmienda. Pero aún se puede traspasar más la línea de la razón. Cuando la policía dio el alto a un motorista, dada su errática conducción, le invitaron a soplar, y el individuo no dudó en bajarse los pantalones, cogerse el miembro viril y decirle al agente: Anda, sopla tú aquí. Al decirle que por eso lo iban a llevar ante el juez, el motorista blandiendo su pene, añadió: Que sople aquí el juez también. Ante ésta realidad, ¿Qué hay que hacer para concienciarnos de no tomar alcohol o drogas si nos ponemos al volante? Nos choteamos de las multas, de la pérdida de puntos y de los meses de prisión. La situación se ha cronificado y no tiene visos de mejorar. Necesitamos una legislación en materia de seguridad vial, mucho más contundente. Los meses de cárcel se deben convertir en años. No puede ser, que algunas individualidades al volante, hayan abierto la veda para matar a los ciclistas bajo los efectos del alcohol y las drogas. Y los controles se deben realizar con mayor contundencia sobre los profesionales al volante. Por la experiencia ya acumulada. Se deben intensificar sobre los conductores de transporte escolar, de viajeros, conductores de trenes, pilotos de aviones, si de aviones, porque no olvido hace unos años el accidente aéreo con graves consecuencias, cuyo comandante salió de la cabina, cantando por Camarón, como si tal cosa. A los responsables del timón en los barcos de pasajeros y cargueros mercantes. Y a los ciclistas, sobre todo, aquellos que invaden las aceras, los que van por dirección prohibida, o los que por carretera, pedalean en formación de a cinco en horizontal, ocupando todo el carril, en amena charla, o escuchando música con los mini cascos puestos, y cuando les pitas para poder adelantarlos, te dedican toda clase de insultos, porque ellos son ciclistas y se creen con todo el derecho de saltarse las normas de la circulación, cuando la realidad dice, que prácticamente todos, son conductores de automóvil cuando se bajan de la bicicleta, conocedores de la norma como todo el mundo. Se nos está yendo de las manos… El volante, digo.
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