martes, 3 de abril de 2018
ESTACIÓN DE AUTOBUSES
ESTACIÓN DE AUTOBUSES
Tito Ortiz.-
De todas las paradas del metro, pocas tan necesarias como ésta de la Estación de Autobuses, desde donde puedes abandonar la ciudad en cualquier dirección, o llegar a ella para disfrutarla. Es verdad que la de autobuses, es una estación fea, vieja, con unos servicios manifiestamente mejorables, como la cafetería y los baños, auténticamente tercermundistas, pero al menos el metro te deja en la puerta. Una ciudad que lleva años sin tren, es de suponer que en algo habrá aumentado el número de viajeros que llegan y se van en autobús, pero los responsables de la estación y sus servicios, no parecen opinar lo mismo. Una simple inspección sanitaria ya cerraría las instalaciones, con lo cual, Granada, además de no tener tren, tampoco tendría autobuses, y eso sería kafkiano. Lo mismo que el gasto público de éste país, que tiene más políticos en nómina que muchos países europeos, sin que se comprenda tal desatino, con arreglo al número de habitantes que tenemos. Entre concejales, diputaciones provinciales, gobiernos autonómicos, diputados, senadores, y europarlamentarios, España tiene a más gente chupando de la teta patria, de lo que la vaca da, así que ya va siendo hora de ir reduciendo el gasto. Hace años inicié una campaña para acabar con las diputaciones, unos órganos que ya no tiene razón de ser, si mantenemos las consejerías autonómicas y sus respectivas delegaciones provinciales, pero mí éxito brilló por su ausencia, ya que la decisión depende de los políticos, de esos mismos que viven de eso, de ser políticos, y claro, ¿cómo van a quitarse ellos mismos su chupe? Cada vez que lo planteo, mi miran para matarme. Ellos siguen llevando al país a la ruina, y los pensionistas deseando morirse para no ser un estorbo en su propia tierra. De igual manera, ya hablé en su día de la inutilidad de la mal llamada, Cámara Alta y su repercusión social, solo traducida en un montón de millones de euros desperdiciados cada año, con los que, sin duda, arreglaríamos el tema de las pensiones. Pero claro, haber quién es el guapo que decide mandarlos al paro. Ellos no lo van ha hacer porque entonces, ¿De qué van a vivir? Si no tienen oficio ni beneficio, ni se les conoce profesión más que la de chulearnos a los que los votamos y congelarnos las pensiones, o lo que es peor y más denigrante, subírnoslas un ofensivo, 0,25%, que es como que tus propios políticos a los que votas, te escupan a la cara que eres un apestado que les estorbas para seguir viviendo como reyes, que es lo que hacen, y sin repercusión social alguna como es el caso del Senado español. Ya que ellos no hacen nada por reducir el gasto y, el número de políticos en nómina duplicados en funciones e ineptitudes, se me ocurre que una forma de acabar con el modelo de representantes públicos, absolutamente sobredimensionado que tenemos, podría ser que en las próximas elecciones, todos y cada uno de nosotros, a la hora de votar, meta en la urna del Senado, el sobre vacío, sin papeleta alguna, y de esta forma, a la hora del recuento, cuando no haya ningún senador elegido, no habrá más remedio que cerrar de una vez por todas, esa cámara de representantes que tanto nos cuesta y esquilma las arcas de todos, y que está poniendo en peligro el presente, y mucho más, el futuro de nuestras pensiones. Si ellos no se van, somos nosotros los que tenemos que echarlos. Ya está bien de abocarnos a la miseria, mientras ellos duermen tranquilamente en sus escaños. ¡Senadores Fuera!
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