martes, 8 de enero de 2019

ME HAN ECHADO CARBÓN

ME HAN ECHADO CARBÓN Tito Ortiz.- Cuán iluso desnortado, pensé que este año también, los magos me echarían lo acostumbrado, o sea, una corbata, o una bufanda, tal vez una colonia, o ya en todo un alarde de originalidad, calzoncillos o calcetines, pero de eso nada. En esta ocasión me han despachado con varios sacos de carbón, ese combustible fósil al que hace años recurrí, al no poder hacer frente con mis ingresos, al recibo de la calefacción. Yo, que llevaba años utilizando el brasero de mi abuela como adorno colgado en la pared, tuve que devolverle su antiguo uso, porque en materia de ingresos, hace tiempo que pintan bastos. Y aquella mesita baja del salón, tan coquetuela, tuve que malvenderla, para comprar una de camilla con sus faldas de invierno, haciendo una regresión a los tiempos del cuplé, cuando en mi casa albaycinera ese era el medio para calentarse, mientras en la radio escuchábamos, “Alegría en las Ondas”, con Mercedes Domenech y Pepe del Real. Pero sospecho que, los magos no me han dejado el carbón, así al azar, como si tal cosa, creo que el mensaje va más allá, y me lo tengo merecido. Supongo que me han echado carbón, porque no he impedido que, a tan solo unas horas de haber comenzado un nuevo año, ya tuviéramos sobre la mesa de autopsias a la primera víctima de violencia machista, y en las urgencias, las primeras jóvenes violadas, lo que echa por tierra el argumento compartido por la derecha y la extrema derecha, de dejar en agua de borrajas una ley, que debería ser mucho más dura, y aplicarse de manera contundente, porque los hechos y la estadística, así lo aconsejan en un país – el nuestro – a la cabeza en la comisión de ambos delitos. Sólo por higiene mental, el señor Casado no debería jugar con esto, haciéndole el caldo gordo a quienes les sobrepasan por la diestra, y tal vez, él quisiera tener más cerca. La diferencia entre el sexo de las víctimas, es tan vergonzante en desfavor de la mujer, que ni siquiera debería tomarse en serio, pero hace ya mucho tiempo que el partido popular dejó de ser serio en este y otros temas, y las urnas en Andalucía se lo han recordado, en demérito de sus aspiraciones, llevándose a cuatrocientos mil de sus votantes, a las prietas filas de Vox, porque los votos de la extrema derecha son originarios suyos y de nadie más. Me han echado carbón porque no he impedido que, a los mendigos que duermen en las calles, desahuciados de dios y la sociedad para vergüenza de todos, adolescentes descerebrados les metan fuego, haciendo de la desgracia humana más humillante, una pira humana, que nos debería hacer recapacitar con un mínimo, no ya de amor fraterno, pero sí de respeto a la desgracia ajena, que menos. Se necesita ser una alimaña para prenderle fuego a un ser humano. Sus padres deben estar muy orgullosos, es la mejor forma de eliminar la pobreza. Me han echado carbón porque, todavía no me he puesto tras la pancarta de los pensionistas, ni he cogido el megáfono se Stop Desahucios, porque las cifras de muertos en las carreteras no bajan, ni bajarán, mientras la gente se ponga al volante hasta arriba de drogas, o vaya chateando con el móvil. Porque los inmigrantes llegados a nuestras costas se han multiplicado por mucho, sin que nadie lo remedie en origen. Me han echado carbón porque ningún político se atreve a decir que el problema de Cataluña pasa por un referéndum. Me han echado carbón, porque me pongo a ver todo esto en los informativos de tv y no muevo un solo dedo. Por eso me han echado carbón.

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