martes, 23 de junio de 2020

REVISIONISMO

REVISIONISMO

Tito Ortiz.-

Quiero pensar que esto de la pandemia, la crisis económica, el paro y el aburrimiento, ha dado como resultado, que un par de iluminados analfabetos,  se estén dedicando a aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid, para ajustar cuentas con la historia, desde el punto de vista más cerril y acabestrado. La muerte de un afroamericano a manos de un policía blanco, ha convulsionado el mundo como era de esperar, y además de las justas manifestaciones de repulsa a las que me uní en su día, alguien ha aprovechado el río revuelto para saquear establecimientos y prender fuego a los edificios, algo por cierto nada edificante. Pero  deberían  explicarme, por qué el asunto deriva en, revisar la historia y acabar con las estatuas de Cristóbal Colón, como símbolo repulsivo de las desgracias humanas. Estos que ignorando la verdad de la historia de manera flagrante, arremeten contra el descubridor, son los descendientes de aquellos aguerridos valientes que,  - revolver en mano - llevaron a cabo la conquista del Oeste en Estados Unidos, masacrando a las diversas tribus de indios que llevaban allí desde el Big Bang, protagonizando con ello el mayor genocidio que se conoce en América del Norte, desde que ingleses e Irlandeses, años antes, también hicieron de las suyas en aquellos terrenos, sin que nadie les haya  puesto un pero a su acción. Todo lo contrario, se han hecho centenares de películas, sacando pecho de aquella masacre, pero de eso no dicen nada.
Y hablando de películas, sacar del catálogo una obra de arte como “Lo que el viento se llevó”, porque se humilla a los negros, es la soplapollez más grande que he presenciado en años. Solo una mente enferma puede llegar a esa degradación mental. Eso nos obligaría a descatalogar todas las películas en las que Jesús es crucificado, porque eso no debe hacerse con un ser humano. Por esa regla de tres, deberíamos borrar las pinturas de Altamira, porque aparecen desnudos y cazando animales, y eso es un atropello a la dignidad de los animalistas. Si nos da por revisarlo todo, tendremos que prescindir de la mayor parte de la creación humorística de España en todos los tiempos porque, ¿quién no se ha desternillado con un chiste oral o gráfico, de una señora gorda, un mariquita o un tartamudo?
Esta pandemia de idiotez supina, que se ha dado a revisar lo irrevisable, con pretensiones de reescribir la historia, que se erigen en jueces del bien y del mal, pretendiendo modificar las actas inviolables de nuestro pasado, no son más que un ramillete de analfabetos mal intencionados, que se aprovechan de lo convulso del momento, cuando las autoridades están más pendientes de la sanidad que de la delincuencia, para tocar arrebato y manejar las turbas a su antojo, desestabilizando un sistema, que ya está bastante inestable. Revisar la historia, es un absoluto fracaso desde su inicio. Mientras, la gentre del toro se muere de hambre, y aquí, nadie mueve un dedo, porque defender la fiesta no es políticamente correcto. Ya dije yo en su día que, “El Ministerio del Tiempo” iba a hacer mucho daño. 

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