DÍA A DÍA
Tito Ortiz.-
Día a día, La Caixa, va dando peor servicio a sus clientes, cerrando oficinas, y por lo tanto, obligándonos a sus clientes a desplazarnos grandes distancias, ya sea para hacer alguna gestión o simplemente para encontrar uno de sus cajeros. Día a día, tenemos que hacer grandes colas para ser atendidos. Día a día se nos obliga con el cuento de la banca online, a que hagamos nuestras operaciones, esas que antes hacían ellos, y que ahora nos condenan a la autogestión, hablando con un ordenador, o trabajando en un cajero en plena calle, para ser atracado convenientemente.
Y esto lo hace la Caixa, con aquellos que tenemos la nómina domiciliada, una circunstancia que no nos exime de ser agraviados y agravados con todo tipo de comisiones, alguna incluso por estar vivo y respirar. La última que me han cargado ha sido una muy graciosa que La Caixa denomina eufemísticamente, “Día a Día”, y que consiste en cobrarte quince euros de comisión – aun teniendo la nómina domiciliada – por no hacer tus pagos con la tarjeta que ellos te facilitan, o por no tener algún recibo domiciliado. ¿Se puede tratar con mayor usura a un cliente? Esto debería estar penado por ley.
Una entidad que presume de su “independencia”, que ha colonizado el suelo andaluz para jugar con nuestro dinero e invertirlo, vaya usted a saber, a cuantos cientos de kilómetros de distancia, va castigando cada vez más a sus incautos clientes, primero dejando de hacer sus gestiones, para que las asumamos nosotros. Segundo, cosiéndonos a comisiones hasta por respirar, y tercero, reduciendo cada vez más su plantilla y sus servicios. Luego con traer una carpa de plástico al Violón, con una exposición cada dos años, ya cumplen con sus actividades culturales para los pobres. Es caridad cristiana en catalán.
El último detalle de la Caixa para con los andaluces, consiste en absorber a Bankia, que ya da beneficios con los millones que les dimos todos para su rescate, unos millones que no han devuelto y con los que sacan pingües beneficios. El próximo capítulo de la entidad catalana, será cerrar más oficinas, un expediente de regulación de empleo y mandar al paro a cientos de trabajadores, mientras siguen cobrando comisiones a sus clientes con nómina domiciliada, simplemente por pestañear o dar los buenos días. Yo propongo iniciar un movimiento ciudadano y solidario con todos los damnificados de la Caixa, de tal manera que, desde Cádiz hasta Despeñaperros, siquiera, vayamos presionando para resarcirnos de tanta insensibilidad catalana en tiempos de pandemia. No m'agrada aquesta gent.
No hay comentarios:
Publicar un comentario