EL ORGANISTA DE SAN PEDRO
Tito Ortiz.-
En esa cruz natural que forman las confluencias del Peso de La Harina, La Cuesta del Chapiz y la de San Agustín, existe una casa que reboza, arte, saber, cultura y amistad. Es una casa desde cuya azotea, como bien se ve en la foto, tuteas al Sacromonte, al Generalife y a la Alhambra. Es la casa donde un día fui invitado por Reynaldo, para hacerle una entrevista en el diario Patria, con motivo de los recientes galardones que el Ministerio de Cultura español le había concedido a éste albayzinero que tanto ha hecho y hace por Granada. Juan Ortiz Fernández (ORFER) dejó recogido para la historia ese instante de 1981, en plena transición política, tras un fallido golpe de estado, que tuvo su precedente en la “Operación Galaxia” de aquel café madrileño llamado, Van Gogh.
Un excelente trabajo sobre la música y los músicos españoles, fue el motivo de tan alto galardón por el que fui a entrevistarlo, pero no era la primera vez. Yo había visitado esa casa en otras ocasiones, porque el padre de Reynaldo, Antonio Fernández Moreno, “Talismán”, era uno de mis referentes a la hora de escribir, sobre música clásica, flamenco o poesía, y además colaboraba asiduamente en el periódico para el que yo trabajaba. Pero es que además, junto con su esposa, Josefina Manzano Villalba, mujer de un porte y señorío fuera de lo normal, con una formación intelectual impropia de la época, formaban una familia en total armonía con las artes, que todos en mayor o menor medida practicaban. Ninfa, Preciosa y Azucena, junto con su hermano Reynaldo, han sido hijos modélicos para sus padres, que supieron inculcarles una serie de valores humanos y artísticos, que empaparon sus trayectorias profesionales. No hay que olvidar que Azucena, además de excelente pianista, fue la primera mujer que dirigió una orquesta en nuestro país, la de la Biblioteca Nacional de España.
NIÑO PRODIGIO
Reynaldo Fernández Manzano es doctor en Historia Medieval por la Universidad de Granada. Tiene estudios de lengua árabe. También ha cursado enseñanzas musicales en el Real Conservatorio Victoria Eugenia, que ha complementado siendo discípulo del violinista e hispanista Werner Benhauer, del compositor y organista Juan-Alfonso García, ampliando su formación musical en París, donde estudió clavecín con Rafael Puyana.
Pero el asunto venía de lejos. Hay pocos casos en la historia de la música en los que un niño, con tan solo once años, acceda a la titularidad de la plaza como organista oficial de un templo, y eso lo tiene en su haber, Reynaldo Fernández Manzano, que los es de la Iglesia parroquial de San Pedro y san Pablo, y del Monasterio de La Concepción, donde sustituyó nada más y nada menos que, al que fuera alumno y amigo personal de don Manuel de Falla, Valentín Ruiz Aznar, profesor del que luego sería maestro de Reynaldo, Juan Alfonso García. Reynaldo ha sido, director general del Patronato de la Alhambra y Generalife, director del Centro de Documentación Musical de Andalucía y del Festival de Música española de Cádiz; presidente de la Asociación Española de Documentación Musical; vicepresidente del Centro de estudios bizantinos, pos bizantinos, neogriegos y chipriotas; secretario de la Fundación Barenboim-Said, vicepresidente de la Fundación Rodríguez Acosta y vicepresidente del Museo Picasso de Málaga, entre otros cargos.
Son muchos los puntos destacables de su extensa trayectoria, pero hay que reconocer que por ejemplo: El Centro de Documentación Musical de Andalucía, es un referente a nivel mundial por su contenido y divulgación, y eso se le debe en gran parte a la visión futurista y académica de Reynaldo. Igual podríamos decir de su paso por el Patronato de La Alhambra y el Generalife, enriqueciendo la función pedagógica y docente del monumento, sin olvidar su constante restauración y recuperación de espacios. Y no me gustaría olvidar su paso por la Junta de Andalucía como, Director General de Instituciones del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura, cargo que desempeñó hasta el año 2000, y en el que dejó sentadas las bases de un esmerado trabajo para los que vinieran detrás.
GARCÍA LORCA
Debe congratularse la Diputación provincial de Granada, de haber conseguido éste fichaje estrella, para regir los destinos de su Patronato más preciado y, de mayor trascendencia internacional. Les aseguro que han jugado a caballo ganador. No hay en la provincia un curriculum, ni mayor capacitación para el cargo que, el de éste albayzinero fronterizo con el Sacromonte, cuya pasión por nuestra historia, nuestros artes y costumbres, porta en sus genes desde sus progenitores. No en vano, cuando, en 1968, los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, organizaron su “Homenaje a Federico García Lorca”, su padre, “Talismán” colaboró con una Evocación que formó parte de la antología de textos, dirigida por Luis Castellón, tras las jornadas que se celebraron en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago, compartiendo páginas con, Elena Martín Vivaldi, José Fernández Castro, Trina Mercader, Juan de Loxa, Enrique Morón, Juan Gutiérrez Padial, Antonio Carvajal y Miguel Ruiz del Castillo, entre otros. Reynaldo ha escuchado desde la cuna, la historia y los versos de Federico en boca de sus padres, que es la manera indeleble de que no se te olvide en la vida lo aprendido. Pero además, su fama lo precede pues ha sido conferenciante en universidades de Roma, París, Nueva York, Beirut, Asilah, Tetuán y Tremecén, entre otras. Es autor de diversos libros y numerosos artículos en revistas, y ya en 1979, obtuvo el Premio Holanda para Jóvenes Científicos e Inventores por un estudio de metodología musical. Reynaldo, es un profeta en su tierra. Granada debe estar orgullosa de tener hijos así.
PIE DE FOTO
En el año 1981, Reynaldo Fernández Manzano, recibió al cronista en su terraza albayzinera. Momento que fue inmortalizado por Juan Ortiz Fernández. (ORFER).
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