PORSIACASO
Tito Ortiz.-
Después de darle muchas
vueltas, he llegado a la conclusión de que Granada es la ciudad de “Los
Porsiacaso” pero, en su modalidad de inconclusos. Porsiacaso, nos presentamos
como candidatos a la capitalidad cultural y, en caso de que nos la den,
entonces nos sentamos y preparamos un programada que justifique la petición,
afín de cuentas, Granada con la percha de la Alhambra, el Albayzín, nuestra
historia y monumentalidad, la sierra y la playa tiene más que suficiente para
que nos la concedan. Y nos quedamos tan a gusto. Porque, los porsiacasos son
nuestra razón de ser, no hay más que acordarse de los que proyectaron Armilla y
el PTS sin conexión peatonal – unos lumbreras, vamos- pero porsiacaso
decidieron hacer un acceso años después, que sigue estancado, es como un viaje
a ninguna parte. En ese sentido hay otro contrasentido que es un porsiacaso
excepcional. En la salida sur del parquin del hospital Alejandro Otero, que es
como en principio se llamó el del PTS, después de muchos estudios y disgustos,
las mentes pensantes decidieron hacer una rotonda que permita una mejor
comunicación de los dos viales, un asunto éste, de tanta enjundia y dificultad,
que la obra lleva estancada para años, sin que nadie haya dicho esta boca es mía,
y se hayan producido algunos accidentes cuando los dos carriles se convierten
en uno, en mitad de una curva, lo que le da emoción al viandante y al conductor
que, al menos, tienen las urgencias cerca. Alguna ventaja teníamos que tener
los que no vamos en coche oficial.
En la ciudad de los
porsiacasos, las cosas van despacio, no hay más que comprobar, los años que
lleva cerrada la cafetería del polideportivo de Armilla, un lugar en el que hacen
deporte diariamente miles de personas de todas las edades, desde niños y niñas
de corta edad, hasta adultos de todas las edades, con madres y padres que
consumen horas y horas de espera, sin ese lugar que permanece cerrado a cal y
canto y que, tan buen servicio daría a los deportistas y a los acompañantes. Yo
lo digo porsiacaso nadie se había dado cuenta, a lo mejor es, el mismo que ha
dejado sin papel las máquinas expendedoras del metro.
CASCO HISTÓRICO
Digo yo que, porsiacaso,
deberíamos adecentar el Camino del Avellano como paseo romántico peatonal y,
una vez puestos, recuperarlo en toda su extensión, hasta recuperar las tres
fuentes que tiene en su recorrido, un asunto éste que muchos desconocen y creen
que el trayecto termina en la primera fuente. Y hacerlo lugar seguro, sin que
nadie esté tentado a darte un susto. En ese recorrido harían falta unos bancos
para sentarse a leer, escuchar los pájaros o tomar el sol, los mismos que
echamos de menos en la arteria principal de la capital. Granada es la única
ciudad que, en su eje, Recogidas, Reyes Católicos y Gran Vía, no hay bancos
donde sentarse y disfrutar del discurrir ciudadano.
Por cierto que, ya que estamos
en el casco histórico y con nuestra historia, porsiacaso, deberíamos darle una
vuelta al ceremonial de la toma de Granada, en el que la armonía entre culturas
estuviera más presente, ya que a fin de cuentas, los que no cumplimos con lo
acordado en las capitulaciones de entrega de la ciudad, fuimos nosotros,
expulsando a los judíos que habían patrocinado la reconquista, y a los
moradores de Granada que llevaban aquí ocho siglos, más tiempo del que nosotros
llevamos aquí desde entonces. Por cierto, hablando de la Alhambra, echo de
menos aquellos años en los que siendo granadino, bastaba enseñar en la puerta
tu carnet de identidad, para pasar gratis al monumento sin necesidad de más
trámites. Siento que, desde hace algún tiempo, los granadinos tenemos más
dificultades para visitar nuestra joya más preciada.
Y sin abandonar el recinto,
parece chusco, pero oportuno, que se quiera retomar el proyecto de tranvía a La
Alhambra. Han tenido que pasar muchos años, para que nos demos cuenta de que,
porsiacaso, no deberíamos haber arrancado los tranvías de nuestras calles que,
siempre demostraron ser un transporte público eficaz, limpio y adecuado a
nuestro entorno. Porsiacaso reivindico también el de la sierra hasta El
Charcón, y puestos, retomar el proyecto del tren a Motril que tanto
beneficiaría nuestra economía y nuestra vida saludable, sin tener que estar
tantas horas en la carretera.
LO INCONCLUSO
Porsiacaso, deberíamos
procurar que las conducciones de la presa de Rules, no perdieran más fondos
europeos, todo lo contrario, contaran con la inversión suficiente para
finalizar algo que lleva tantos años de retraso, como el que sufrimos en las
paradas, esperando los autobuses metropolitanos los días de fiesta, así es muy
difícil evitar el transporte privado en el centro urbano. Tan difícil como lo
tienen las mujeres, para acceder a las Reales Academias de nuestro país. Por
poner solo una muestra, en la RAE, a pesar de sus siglos acuestas, tan solo 15
mujeres han tenido la oportunidad de pertenecer a tan selecto club, en el
resto, el porcentaje es aún más bajo. Si las mujeres son mayoría, y están tan
preparadas como ellos, algo no está funcionando en estos santuarios del saber y
del poder.
Y ya que tenemos tantos
sesudos estudiosos, en tantas comisiones trabajando por la ciudad, deberíamos
hacer un estudio para evitar las grandes colas que se forman en el Bar Aliatar,
donde en determinadas horas, es muy difícil-si no imposible- llegar hasta la
barra para degustar la delicia de sus bocadillos. Un asunto que debería incluir
otro, para alcanzar la noble madera del mostrador de Castañeda, para
deleitarnos con su histórico vermut y esas tapas caseras. Yo solo lo digo…Porsiacaso.
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