CAIXABANK
Tito Ortiz.-
Va para dos meses que me llegué a la sucursal que Caixabank tiene en la Avenida Poniente, de Armilla, en Granada, y al introducir la tarjeta en sus dos cajeros, la pantalla me impidió realizar las operaciones, aludiendo que no podía leer la banda magnética del plástico. Después de hacer cola durante veinte minutos, la dama que me atendió, me dijo que efectivamente, los cajeros estaban averiados, pero que podía realizar las gestiones, si ponía la tarjera sobre un lector que hay a la izquierda del aparato. Lo hice y pude lograr mi propósito, pero le dije a la dama, no sé si debería decir donya, que deberían poner un cartelito en los cajeros que, advirtiera de la avería, y yo no hubiera perdido media hora en realizar el trabajo. Hoy he vuelto al lugar, y los cajeros siguen igual, pero algo peor, porque al intentar saber el saldo y movimientos de la cuenta, la pantalla me ha reiterado que, ese dato no estaba disponible en ese momento. Creyendo que el asunto era de unos minutos, volví a las dos horas, y la respuesta fue la misma, con lo cual, me ha tocado guardar cola de otra media hora, hasta llegar a la empleada, que lejos de solucionarme el problema, me ha espetado: Yo no soy técnica de cajeros, así que no se lo puedo solucionar.
Al ser la cuenta de mi hijo, que me ha comisionado para hacerle la gestión, he comprendido que no me facilitara la información por aquello de la ley de protección de datos, pero lo que no he comprendido es que, no me diera una respuesta ante la avería de los dos cajeros que dura ya más de dos meses.
Me pregunto si esta es la excelencia de la atención al cliente, de la que presume esta entidad de tierra independentista, que trabaja con el dinero de los andaluces, y que destaca por la alta incidencia de sus comisiones. Sin ir más lejos, solo en el mes de enero de este año, a mi hijo, solo no le han cobrado, que yo sepa, por respirar y por estar vivo. Por todo lo demás, la barbaridad de comisiones que le detraído de su cuenta, ha llegado a un montante casi superior, a la mitad del pírrico subsidio de desempleo que cobra. Esta es la excelente gestión que hace con sus clientes granadinos, la caja catalana. Ante la magnitud de tal agravio, he pedido la hoja de reclamaciones y solo me han facilitado la de la Junta de Andalucía. La he rellenado y entregado, pero al día de hoy, ellos no han comunicado nada al organismo oficial de los andaluces. Al solicitar la de Caixabank, me ha remitido a un número de teléfono, el: 900 40 40 90, en el que después de maniobrar para ser atendido en español, me han solicitado mis datos personales y documento de identidad, me han grabado la conversación, y después de quince minutos de relatar todo lo ocurrido, la dama, no sé si tendría que decir, donya, me ha dicho que ella no podía solucionarme el problema, pero que no me retirara del teléfono, porque me iba a atender otra persona que si lo haría. Después de otro rato en espera, me han dejado sordo con un gran pitido y se ha cortado la comunicación. De eso hace ya muchas horas, y nadie se ha puesto en contacto conmigo. Tienen todos mis datos personales y mi teléfono ¿Por qué no lo hacen? Posiblemente por lo mismo que no arreglan sus cajeros. Los andaluces les importamos un pito. Ellos vienen de la tierra que quiere ser independiente, para trabajar con nuestro dinero, pero lo de darnos un buen servicio, eso no va con sus intenciones, al menos en este caso. La atención al cliente de Caixabank, está por descubrir.
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