miércoles, 23 de agosto de 2017
¡QUERIDOS MALAGUEÑOS!
¡QUERIDOS MALAGUEÑOS!
El error de Franco, al dirigirse desde el balcón del Ayuntamiento a los granadinos, dio pie a infinidad de chistes sobre el dictador
Tito Ortiz.-
De mi casa, nadie asistió a la llegada de Franco a Granada, procedente de Málaga, y menos a engrosar las filas de afectos al Régimen que abarrotaron las calles para recibir al general bajito de El Ferrol. Yo preparaba aquellos días mi examen de ingreso, para iniciar el bachillerato, y aunque nos dieron suelta en las aulas para acudir de palmeros al evento, mi familia permaneció acuartelada en casa, porque hacía apenas veintitantos años, que algunos de los nuestros, habían sido asesinados por defender al gobierno legalmente instituido por las urnas. Aquel 29 de Abril de 1961, la ciudad y los pueblos se volcaron en el recibimiento, que tuvo como histórica anécdota, que Franco, al dirigirse a los allí congregados, iniciara su discurso con un sonoro y rotundo: ¡Queridos malagueños! Algunos de los que allí estaban, nos contaron que en ese momento se hizo en la plaza del Carmen un silencio sepulcral, roto por la rápida intervención de entusiastas aplausos, a cargo de grupos camuflados de la famosa, Guardia de Franco y algunos falangistas. El dictador, añadió a modo de disculpa: No os extrañe que con estas calurosas acogidas que Andalucía me viene haciendo domine en mis pensamientos el recuerdo de los días vividos, como me ha ocurrido en estos momentos al dirigirme a vosotros. Desde ese momento, el ingenio popular, a sottovoce, se dedicó a propagar los chistes más graciosos y crueles sobre el estado mental del dictador, saliendo como mejor parado solo en aquellos que anunciaban ya su chocheo y declive personal.
MIS ESCOLAPIOS
Aquel año, la finca del colegio de Los Escolapios, todavía abarcaba desde el callejón del Pretorio, Dando al Refugio, fundado en tiempos de los reyes católicos en 1513, hasta el callejón del Ángel, por donde nosotros accedíamos a Torremocha. Yo formaba parte de la clase de gratuitos, donde nos preparaban aquel curso para comenzar el bachiller, que como novedad, teníamos una asignatura nueva: Mecanografía. Fuera de la clase y pegadas a la pared del pasillo, había una serie de máquinas de escribir, donde aprendíamos a ganar pulsaciones, y entre nosotros, echábamos carreras para ver quién alcanzaba más, y sin errores. Teníamos misa diaria a las ocho de la mañana, rosario por la tarde, merienda a base de bollo de pan y carne de membrillo, y cada cierto tiempo, nos proyectaban películas en el salón de actos. Eso sí, toleradas para menores, y en caso de que hubiera alguna escena en la que se veía un beso entre los protagonistas, la censura nos lo cortaba, a veces tan mal, que veíamos a los protagonistas aproximar sus caras, y al instante, se mostraban separados y distantes, con lo cual nosotros pateábamos y chiflábamos, acción ésta que finalizaba con la interrupción de la proyección y, el encendido de la iluminación en la sala. A los internos no nos permitían convivir mucho con los internos, pero coincidíamos en los recreos, y ahí confraternizábamos. Ellos, apartados de sus familias, requerían noticias del exterior.
LA GRANADA DE 1961
Por las calles, se ven con mayor frecuencia circulando los populares seiscientos, y los más pudientes, acceden al Renault Daunphine, el llamado coche de las viudas, que en su máxima aceleración se levanta de adelante, convirtiéndose en un peligro tal, que ya hay vecinos que cargan el maletero con ladrillos y sacos de arena, para no tener accidentes. En el Granada, equipo fundado con el entusiasmo de la República, juegan éste año: Mesa, Mingorance, Torres, Larrabeiti, Delfín, Forneiris, Lalo, Bustillo, Rafa, Arsenio Iglesias y Barceló. Todo con permiso de mi compañero, Ramón Ramos, que es el que más sabe de esto. Las distintas peñas, suben cada domingo a jugar al Llano de La Perdiz. En el paseo de La Bomba, se celebran carreras de motos, al tranvía de la sierra le enganchan jardineras, por la mucha afluencia de público que hace el trayecto los días de fiesta. En el paseo de Los Tristes, a los pies de la Alhambra, se celebra el tradicional, Festival de Cante Jondo, durante los días del Corpus. Los últimos días de Junio y primeros de Julio, se celebra aquí con carácter de acontecimiento, la Primera Semana de Exaltación de la Fiesta Nacional, con el patrocinio de la Señora Marquesa de Villaverde, hija del dictador. El ayuntamiento ha comenzado el derribo del antiguo edificio de Correros, en Reyes Católicos, para hacer una plaza, y trasladar aquí el monumento de la reina católica y Colón, que se encuentra en el paseo del Salón.
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