DON CIRILO
Desde que el mundo es mundo, el hombre siempre ha buscado el vigor, en lo que la naturaleza le aportaba
Tito Ortiz.-
Ahora que tan de moda está, encontrar remedios para mantener o recuperar la virilidad, proliferan los anuncios de clínicas especializadas, en las que, a través de medicación o tratamientos quirúrgicos, con incluso, la implantación de prótesis ultramodernas se asegura terminar con la disfunción eréctil, perdida por diferentes causas, tanto psíquicas como postraumáticas. En los últimos años, ha adquirido fama y reconocido prestigio, la famosa pastillita azul, llamada “Viagra”, como remedio eficaz y pertinente. Desde que el mundo es mundo, el hombre ha recurrido primero a los curanderos, y más tarde a la ciencia, para reparar tan indeseable patología, causada por tal cúmulo de adversidades, que cada caso es un mundo, y el tratamiento debe ser absolutamente personalizado, siempre poniéndose en manos de buenos especialistas, que los hay, y de reconocido prestigio. Nunca es recomendable actuar por iniciativa propia, sin el asesoramiento especializado de un buen urólogo, que siempre buscará el mejor remedio para cada caso, teniendo en cuenta la edad del paciente, su estado de salud, y posibles contraindicaciones. Por eso me parece una temeridad que, sin encomendarse ni a dios ni al diablo, algunos recurran a internet, para obtener con facilidad y sin receta, cualquiera de las diversas pastillas que se ofrecen, sin el menor control farmacéutico, sobre todo, sin la garantía de que no va a pasar nada negativo con su ingesta. La red está infectada de remedios contra la disfunción eréctil, pero mi consejo es que no se juegue a la ruleta rusa con la salud, porque buscando furtivamente una solución, podemos poner en riesgo nuestra vida, sin poder posteriormente pedirle responsabilidades a nadie. Los médicos están ahí para algo. Remediar la falta de apetito sexual mediante las cosas que nos ofrece la naturaleza, es tan antigua como el hombre, incluso la mitología tiene claros exponentes. La ingesta de mariscos, preferentemente ostras, siempre se ha dicho que daba resultado. Y no digamos de la ingesta del polvo, resultante de machacar el cuerno de un rinoceronte. Que ya hay que tener imaginación y tiempo, para llegar a esa conclusión, aún teniendo un rinoceronte en tu jardín, asunto éste al alcance de muy pocos. De todas formas, mi médico dice que el efecto de tomarlo sería tan eficaz como el de comerte las uñas.
EL CIRIPOLEN
Pero hace ya unos treinta años, se puso de moda hasta en las discotecas, una bebida cuya sana composición, parecía alcanzar algunas cotas de éxito contra la disfunción eréctil. Dio con ella Cirilo Marcos, que sin tener médico ni farmacia en su pueblo de, Las Mestas, comarca de Las Hurdes, intentó buscar un remedio casero para una subida de Colesterol y ácido Úrico. Cirilo mezcló leche y cacao con miel, polen, jalea real y algunas hierbas medicinales que recogió en el monte. Lo mezcló todo obteniendo una bebida altamente energética que, poco a poco y gracias a los sabidos efectos beneficiosos de sus ingredientes naturales, fue frenando su malestar, y de regalo, aumentado su libido. Había inventado el Ciripolen. Y decidió servirlo en su bar. El Ciripolen "casero" tuvo una acogida excepcional: cuando se difundió, además del beneficio energético, los efectos afrodisíacos de la bebida, la gente peregrinó desde todas partes al bar de Cirilo, por lo que decidió convertirse en empresario y comercializar el Ciripolen a gran escala. Tanto en las discotecas de Granada, como en comercios acreditados de todo el país, podía tomarse con total libertad y tranquilidad. El Ciripolen se distribuyó por toda España como bebida energética sin alcohol en tetra briks de 200 ml. Cirilo y el Ciripolen (nombre que juega con el de su inventor y el de uno de sus ingredientes) se hicieron famosos rápidamente. Cirilo acudió como invitado a programas de todas las cadenas nacionales y fue entrevistado por periodistas de reconocido prestigio.
REPERCUSIÓN REAL
Cirilo jamás confesó la cantidad de personas famosas de todo el mundo, que fueron a probar la bebida inventada por él, ni las partes alejadas del mundo a donde tuvo que enviarla con una gran demanda de altas personalidades, pero algo si hemos podido averiguar. En 1998, en una visita oficial a las Hurdes que no tenía previsto parar en Las Mestas, el rey emérito Juan Carlos, se detuvo en el bar de Cirilo y probó el Ciripolen. Aunque dejó de fabricarse industrialmente en 2003, Cirilo siguió elaborándolo artesanalmente y en la actualidad puede probarse en su bar de las Mestas. En 2009, ha vuelto a fabricarse Ciripolen a gran escala, esta vez como crema de Ciripolen con alcohol, con los mismos ingredientes naturales y efectos beneficiosos que su antecesor. Lo que hace treinta años comenzó buscando un remedio contra el colesterol y el ácido úrico, hubo un momento que llegó a tener al país en vilo por conseguir un brik, urgiendo el puntual reparto. Fueron miles y miles de litros de gasolina los que muchos gastaron para llegar hasta el bar de, Las Mestas y poder probarlo. Del posible efecto placebo, hablaré otro día.
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