sábado, 3 de agosto de 2019

UNIDOS POR LOS VIRUS

UNIDOS POR LOS VIRUS

Gonzalo Piédrola y Carmen Maroto. ¡Que pareja!

Tito Ortiz.-

Fue una satisfacción y un honor, asistir a sus clases en la Universidad, y aprender de virus lo que no hay en los escritos. Nacidos para la investigación, y lo que es mejor, para la pedagogía, Carmen Maroto y Gonzalo Piédrola, son todo un ejemplo de vocación y entrega a la salud, desde parcelas que abarcan la enseñanza, la investigación y la divulgación al más alto nivel de, logros alcanzados para que todos podamos vivir más y mejor. La lucha contra la enfermedad tiene en este matrimonio ejemplar a dos dignísimos representantes, con unas cualidades innatas para la perseverancia en el trabajo y unas relaciones humanas dignas de admiración. Durante mi época de estudiante, una materia tan árida como la Microbiología, al verla impresa en el plan de estudios, he de confesar que me quitaba el sueño. Menos mal que gracias a sus explicaciones en clase, y a la dedicación que puso en mí, Pepe Liébana, pude salvar el pellejo, y no quedar como un zoquete, pero quede aquí constancia de que el mérito no es mío, sino de ellos tres.

GRANADINA NACIDA EN MADRID

Sabido es que, los granadinos nacemos donde queremos, y ella lo hizo en Madrid, donde cursó sus estudios y pronto recaló en esta ciudad de la Alhambra, desde donde sus conocimientos, méritos y virtudes se han proyectado a nivel internacional. La doctora Maroto ha sido reconocida por su excelente trabajo, tanto por la familia científica como por la social. En 1973, fue nombrada profesora adjunta de microbiología y parasitología en la Universidad de Granada, de cuya facultad de medicina fue vicedecana y jefa de estudios. Entre 1980 y 1983 fue profesora agregada numeraria de esta nuestra universidad donde, en 1983, realizó la cátedra en su especialidad. Dirigió los proyectos de investigación del comité de ensayos clínicos del hospital de Granada, siendo también directora de becas del FISS y de la junta de Andalucía.

Ha investigado sobre hepatitis A y B, interacciones virales, replicación y transmisión del virus de la hepatitis B y C, cuantificación de la carga viral, aplicación de las técnicas de biología molecular en diferentes virus y estudios de resistencia a antirretrovirus mediante métodos de secuenciación. También en proyectos de investigación sobre coinfección, S.I.D.A., hepatitis C y la respuesta inmune e inmunología y biotecnología de los virus de transmisión hemática. Con un expediente - que yo he resumido – de estas características, María del Carmen Maroto no podría salir a la calle, pero afortunadamente, una ciudad como la nuestra, tan despegada de lo realmente importante y de las gentes que lo llevan a cabo, le permite pasear del brazo de su marido por el centro, sin ser reconocida. Algo bueno teníamos que tener los granadinos, faltaría más.
Miembro de número de la Real Academia Nacional de Medicina, ​ fue nombrada presidenta en 2004 de la de Andalucía Oriental, siendo la primera mujer en ostentar este cargo en los 267 años de historia de la Academia. Es también jurado en el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

DISCIPLINADO Y CONSTANTE

Gonzalo Piédrola Angulo, se licenció en Medicina en Madrid con premio extraordinario (Promoción de «Los últimos de San Carlos» y se doctoró también en Madrid, con una tesis sobre «Contribución al conocimiento y profilaxis de las infecciones hospitalarias». Ingresó en el Cuerpo de Sanidad Militar, pertenece al Instituto de Medicina Preventiva «Santiago Ramón y Cajal», y al Cuerpo Médico de Sanidad Nacional, y desde 1973 ocupó la Cátedra de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de Granada, de la que ha sido Decano y Director del Hospital «San Cecilio». Ha sido Presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada, Vicepresidente del Instituto de Academias de Andalucía y dirigido el Grupo de Investigación de la Junta de Andalucía sobre infecciones víricas de transmisión hemática. De las responsabilidades que ha tenido recuerda especialmente, el Decanato de la Facultad de Medicina, la Dirección del Hospital Clínico de San Cecilio y su trabajo como Médico de Sanidad Militar y Sanidad Nacional. Condecorado por los Gobiernos Francés, Marroquí y Español, es autor de centenares de trabajos sobre su especialidad. De seguir reseñando títulos y honores convertiría esta reflexión cariñosa sobre sus personas en un expediente académico para concursar, quién sabe a qué puesto, que les sería otorgado por rebasar con creces cualquier baremación. Se trata de dos trayectorias científicas al mas alto nivel, que pueden permitirse el lujo de pasear por Granada en el más completo anonimato, y así me dan la ocasión de darles un par de besos en la calle San Antón.

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