martes, 9 de agosto de 2016

DE BAR EN PEOR

DE BAR EN PEOR Tito Ortiz.- Yo porque estoy muerto, pero si no, sería para morirse. La poca altura educativa, cultural y humana de algunos de nuestros políticos, es que clama al cielo. No se puede tener menos categoría, ni más ambición. No vienen a la política para servir al ciudadano, eso es una falacia. Viene a quedarse de por vida con un puesto, da igual, mientras esté remunerado. Ellos sirven para todo. Lo mismo dirigen un puerto, una fundación, una empresa municipal, que asumen una dirección general, para la que nos le avala ni curriculum, ni formación. Pero siguen chupando del bote público, inflando el defícit a costa del sacrificio de los votantes. Incluso forman parte de ese surtido de, Consejos, de todo tipo con el que los andaluces nos hemos dotado, sin repercusión alguna en los paganinis, o sea, nosotros, pero si en sus pensiones de por vida aseguradas. Las de ellos, claro. Dije en su momento y proclamo de nuevo, que éste país es inmensamente rico, porque con tanto político mangante, todavía no hemos ido a la banca rota. Reitero que la duplicidad de funciones entre diputaciones, ayuntamientos y delegaciones de la Junta, deberían reconvertirse en una sola administración, sobre todo para que las diputaciones, dejen de ser el amparo de tanto militante de base al que hay que gradecer los servicios al partido, y se nos sigan llenando de ineptos sin graduación. A éste país le sobran políticos y funcionarios, y no hay más ciego que el que no quiere ver. Si alguien no le echa riles y le mete la tijera a eso, vamos al garete de verdad. Ya está bien de un Senado figurón e intrascendente, hay que reconvertirlo en un museo, pero a la ineficacia de una democracia, que en cuarenta años, no ha sido capaz de reducir el gasto público en beneficio de unos pensionistas cada vez más pobres. Pronto cumpliremos un año con un gobierno en funciones, y esto no va ni patrás ni palante, que diría un castizo. Los intereses particulares, de partido y el miedo al castigo en la urnas, bloquean a unos políticos incapaces de ver más allá, y pensar en los ciudadanos. No piensan más que en ellos, y así nos va. Insisto en que al sistema político español, y sus distinguidas señorías, hay que meterlos en una máquina de diálisis, y depurarles la sangre, que tan contaminada se les advierte. Pactar, es una palabra que no les entra en la mente, así que solo con eso, ya deberían estar deshabilitados para ejercer la política. És éste un país sumido en el desánimo colectivo, y en la inutilidad y sinvergonzonería de su clase política, al que sus señorías están abocando al acoholismo para evadirnos de la realidad, aunque sea a base de tinto de verano don simón. Manos mal que morí hace meses, porque de lo contrario, si todavía estuviera vivo, deambularía por ahí, como diría Paco Espínola, de Bar en peor.

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