miércoles, 31 de agosto de 2016

REVISTAS

REVISTAS Tito Ortiz.- Sobre todo en Corpus, pero a lo largo del año también, las compañías de revistas visitaban Granada, dejándonos los cuerpos esculturales de sus vedettes, y la gracia de unos cómicos, que han quedado para la historia. El teatro Cervantes, el Isabel La Católica, o el teatro cine Regio, acogían lo mejor de la cartelera española, en materia de revista, que por razones de la censura, en alguna ocasión había que llamarlas, comedia musical. Desde mediados del siglo XIX, España ha tenido su personalísimo music hall. La revista, con mayúsculas, donde engarzar un buen número de baile, una buena canción y un número cómico, con la gracia que solo un país que dió a luz la zarzuela, puede contener en sus creadores. La revista ha cumplido siglo y medio de existencia, sin que aún la hayamos valorizado, sin que rindamos tributo a tanto libretista, músico o artista, que nos ha hecho pasar momentos inolvidables, y que hoy están olvidados. Recuerdo con fervor aquella primera entrevista que mi redactor jefe me encargó. Estrenaba obra en el Isabel La Católica, Addy Ventura, y me tocaba suplir a Emilio Prieto, que era el crítico oficial de Patria, mientras él estaba de gira por Rusia con Pepe Tamayo y su Antología de La Zarzuela. Addy me recibió en su camerino, minutos antes de salir a escena, en albornoz y maquillándose. Nunca había estado ante una mujer de aquel tamaño, y con tan poca ropa. Creo que más que decir mís preguntas, las balbuceaba, menos mal que pronto nos interrumpió el cómico, Luis Cuenca, para decir que ya era la hora, de lo contrario me hubiera desmayado allí mismo. Addy era una mujer de armas tomar, con un encanto personal que pocas veces he encontrado. Pili se va a la Mili, con Ángel de Andrés, era la obra, y recuerdo que me lo pasé pipa entre bambalinas. Florinda Chico, que se vestía en Granada, Queta Claver, Tania Doris, Silvia Gambino, y tantas otras herederas de la gran Celia Gámez, lucían su palmito en el escenario con la gracia y el picante, que solo ésta tierra da para el género. Mary Santpere, Lina Morgan o Gracita Morales, eran vedettes, pero con la comicidad en las venas, que eso no lo han tenido muchas, y a fin de cuentas, más que el palmito - que también - en la revista, la risa es la que cuenta. Aunque Pajares y Esteso, han sido de los últimos, pero la lista de cómicos de revista española es inagotable. Yo no me he reído más que con, Zorí, Santos y Codeso, en el Regio, cuando me llevaron mís padres a ver, Un, dos tres, cásate otra vez. O aquella vez que los ví en Madrid junto a Lina Morgan y Esperanza Roy, en La Señora es el Señor. Un astro de la escena como José Sazatornil. Saza, también gozó de la popularidad por sus estraordinarias apariciones en la revista española, por ejemplo, junto a Concha Velasco, en Dígame. Y en Granada cosechó éxitos clamorosos, con esa bis cómica que solo los elegidos poseen. Alfonso del Real, Kin y Kiko, Franz Johan, Gustavo Ré, Alady, Los hermanos Caltrava, Herta frankel con sus marionetas, que después llevaría a la televisión, Antonio Riquelme, Corita Viamonte, Roberto Rey, Wenceslao Moreno con su buho, y tantos ilustres de la revista, aún hoy por reconocer. A veces en Corpus, la competencia era dura, y había que echarle unos días a la revista porque, coincidían en varios teatros, incluídos El Chino del ferial. Manolita Chen era toda una vedette, que cada año traía a Granada lo mejor de su repertorio, arropada por cómicos de la talla de, Juanito Navarro. Quique Camoiras, podía recorrer el escenario en una obra unas cien veces, y en cada una de ellas, soltaba un chiste para desternillarte. Él era otro de los elegidos para este arte musical, de puro divertimento, tan del agrado de la España de la época. Tito Medrano fue un portento, junto con Antonio Casal o Toni Leblanc. Éste último llevó al cine la famosa revista, El Sobre Verde, junto a Esperanza Roy. Se estrenó en el Madrigal, en la carrera de La Virgen, y todavía recuerdo, las colas para entrar que llegaban a la basílica de La Patrona. Creo que mí generación y alguna anterior, le debe un sentido homenaje a la revista española, cuna de tantos artistas que después han triunfado en otras parcelas más aclamadas por la crítica oficial, pero que sin embargo, no han necesitado de la espontaneidad y el rigor interpretativo de un/a artista de revista. Mamá, quiero ser artista.

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